CRISIS ECONÓMICA Y AL QAEDA DETRÁS DE LAS REVUELTAS CONTRA EL RÉGIMEN EN YEMEN
El 65% de los jóvenes no tiene trabajo y se suma a los grupos terroristas o separatistas. Más de 20 mil personas exigieron la renuncia de un presidente con 32 años en el poder
Yemen es el país más pobre de Medio Oriente y al mismo tiempo, el más peligroso. Corrupción, injusticia social y caída del ingreso petrolero -que representa el 70% de la economía- son algunas de las características del sistema.
"Al Qaeda atrae a los jóvenes desesperados sin empleo", le dijo a la agencia AFP el economista Mohammad al-Muthaimi de la Universidad Sanaa
La falta de trabajo es un problema nacional. La tasa de desempleo asciende al 34% (6,5 millones de personas). El ingreso per cápita es el más bajo de la región: U$S 1000, según datos oficial. En Qatar, el más rico, el ingreso per capita llega a U$S 70 mil.
El mapa social es aún peor. El 59% de la población es pobre, según un informe de 2008 de Naciones Unidas. Esto genera la división del país en feudos tribales impenetrables. La mitad de los habitantes tiene menos de 15 años y la misma proporción no sabe leer ni escribir (en las mujeres el analfabetismo llega al 70%)
Semejante panorama ahuyenta a la inversión extranjera. La producción petrolera en Yemen cayó de 500 mil barriles por día en 2000 a 300 mil por día el año pasado.  Según el FMI, el país agotará en no más de 12 años sus reservas hidrocarburíferas si no consigue más inversiones.
Otro problema es la inflación. En los últimos dos años fue de 20% anual junto con un crónico déficit fiscal.
Una ventana de esperanza es el inicio en noviembre pasado de las exportaciones de gas envasado. De todas maneras, el gran desafío del país es transformarse en una economía no dependiente del petróleo y sus derivados.
El ánimo de la gente es el peor. Alrededor de 20.000 opositores al régimen del presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, se han congregado desde primera hora de la mañana frente a la Universidad de Saná, la capital del país.
Las medidas que propuso Saleh, que incluían no presentarse a la reelección en 2013 ni reformar la Constitución para perpetuar su mandato, resultaron insuficientes para los manifestantes, que corearon eslóganes contra la corrupción e instaron a la revolución en su día de la ira.
Los manifestantes han rechazado las promesas de Saleh con lemas como "revolución, revolución", "discursos falsos" y "promesas falsificadas". Consideran deficiente el anuncio de que Saleh terminará su mandato en 2013 y piden un cambio de Gobierno.
3/2/11
Alejandro Bianchi
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