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jovenesLOS JÓVENES, EL CORAZÓN DE LAS REBELIONES
Desde Argelia hasta Bahrein, pasando por Egipto y Libia, reclaman libertad y elecciones, y cuestionan la corrupción de sus gobiernos
Son jóvenes, nacieron en el norte de África o en el Golfo Pérsico, sólo conocieron regímenes autocráticos y todos, como en un coro inesperado y muy afinado, reclaman lo mismo: cambio, democracia y libertad.
Los principales impulsores de las revueltas en el mundo árabe tienen menos de 30 años y, a través de Internet, descubrieron que existe una vida más dinámica y libre que aquella que les ofrece la dictadura de sus países.
Según estadísticas de la ONU, el 56% de los jóvenes árabes utiliza Internet todos los días, el 67% de ellos se considera muy afectado por el alza del costo de vida y al 30% le gustaría irse a vivir a otro país si pudiera.
Alarmantes cifras para una región del mundo en la que seis de cada diez personas son menores de 30 y que quieren empezar a ser tenidas en cuenta en la construcción del futuro.
En pocas semanas, dos dictaduras longevas han caído, otra se desmorona rápidamente y una decena de regímenes autoritarios tiemblan ante la fuerza de la protesta ciudadana. Es la fuerza de los jóvenes que se han asomado a través de la tecnología a la ventana de un mundo hasta ahora vedado para ellos: el de las libertades democráticas.
En una región que permanecía en la oscuridad en términos de política y de derechos, los jóvenes iniciaron un movimiento similar a la primavera democrática que en 1989 recorrió el este de Europa. A través de redes sociales, La Nacion se puso en contacto con varios de ellos para que hablaran de sus motivos y reclamos.
Este viento de cambio alentado por ellos inició su recorrido en Túnez, pero nadie sabe dónde terminará.
Abdul Wahab, 23 años, empleado, Yemen
"Una mafia lidera nuestro país"
Protestamos para terminar con el sistema político actual. El sistema consiste en el presidente y su familia, y necesitamos otra estructura para que se realicen cambios políticos. Protestamos porque no hay desarrollo, no hay cambio, el presidente no se va y roba de manera alevosa sin que nadie lo frene.
Cambio significa un futuro mejor. Hoy en día, los jóvenes no tenemos esperanzas de tener una vida digna. La corrupción está destrozando nuestros sueños.
Nuestro país es liderado por una sola familia, que en definitiva es una mafia. Todo el sistema legal funciona de acuerdo con sus intereses.
Como resultado, nuestro país está retrocediendo. Las leyes no contemplan a la gente y nadie cree en el sistema.
Ahmed Shehabi, 21 años, estudiante, Bahrein
"Necesitamos democracia real"
Protestamos porque necesitamos democracia, pero una democracia apropiada para la época actual, no podemos seguir gobernados por gobernantes que tienen ideas de 1970.
El cambio es un incremento en los salarios, es dejar de tener una base política homogénea que fue lo que destruyó nuestro país, y que no haya más censura.
Espero que el enorme número de protestas y de manifestantes lleve a que se realicen muchos cambios.
Los políticos son un problema, todos; no solamente el rey, sino también la gente que está por debajo de él. Cambio significa poder tener un mejor sueldo, que la gente pobre tenga una mejor calidad de vida y que nuestro país sea 100% democrático en la realidad, no sólo que se lo llame de esa manera.
Ahmad Al-Nabelsi, 24 años, artista, Jordania
"Queremos ser ciudadanos libres"
Protestamos para cambiar nuestros gobiernos, porque no atienden nuestras demandas.
Desde hace más de 60 años somos humillados como ciudadanos árabes, por eso nos manifestamos, para reclamar derechos, porque queremos ser ciudadanos libres en un mundo libre.
Cambio significa que va a venir algo mejor en todos los aspectos, tanto en la economía como en la política y en lo social. Espero que la democracia sea la solución para muchos de nuestros problemas, en particular aquellos relacionados con la legalidad, con la libertad de expresión, con el hecho de tener elecciones libres, derechos de la mujer, de la ciudadanía y de una vida con dignidad.
Yo creo que ha llegado la hora de un cambio.
Abdelkirm Kh, 27 años, ingeniero, Argelia
"Somos prisioneros en Argelia"
Somos prisioneros dentro de este gran país. No tenemos derechos y sí muchísimas obligaciones. Argelia es un país rico, pero la mayoría de la población es pobre.
El cambio que nosotros queremos es un cambio pacífico. Ya vivimos demasiadas épocas difíciles, por eso queremos una transición pacífica de este gobierno corrupto a uno nuevo, que sea de la gente y trabaje para la gente. Les pedimos a los militares que salgan de la política y que se dediquen a hacer su trabajo, que es proteger al país.
Los gobernantes están demasiado viejos, parece que viven en los años 70, no entienden lo nuevo y como no lo entienden lo niegan e intentan destruirlo.
Un nuevo futuro para el país significa tener libertad para todos.
Nada Ali, 19 años, estudiante, Egipto
"Soy muy optimista ahora"
En Egipto hicimos una enorme revolución porque queríamos cambiar nuestro país. La gente de Egipto ha sufrido toda clase de injusticias.
Cambio significa justicia, libertad e igualdad en el trato.
Durante 30 años, la gente egipcia no tuvo dignidad y la policía trataba a la gente de forma inhumana.
La democracia significa poder expresar mi propia opinión sin estar preocupada o asustada. Sólo necesitábamos sentirnos libres. Y gracias a Dios ahora lo somos.
Soy muy optimista ahora respecto del futuro. Todo parece brillante para mí y para mi país de ahora en más. Por supuesto que será mucho mejor que el pasado.
Todos están tratando de cambiar para que cada cambio transforme Egipto en un país mejor.
Maher Ounis, 22 años, estudiante, Túnez
"Me da miedo una guerra civil"
Primero de todo, estoy orgulloso de ser tunecino. Lo que sucedió en Túnez fue el inicio de una gran revolución en Medio Oriente. Protestamos para tener más derechos y libertad. No pertenezco a ningún grupo político.
Cambio significa una democracia real, tener más espacio para expresarnos. Quiero que cambie el país, que haya menos miseria. Mi problema no es el dinero, persigo la justicia.
Espero que la democracia me dé más derechos y que Túnez sea más digno, más humano.
Los gobernantes se tenían que ir. La situación no daba para más.
El futuro está negro ahora. Ojalá que todos los árabes tengan libertad y derechos, pero me da miedo de que vivamos varios años en guerra civil. Espero que Dios nos ayude. Medio Oriente está cambiando.
Farshid Irani, 28 años, Irán
"En el siglo XXI, es muy difícil vivir bajo esta ley islámica tan extrema"
Irán ya tuvo una revolución, en 1979, cuando nuestros padres le dijeron no al sha y dejaron que un grupo islámico tomara el poder, pensando en que iban a tener un mejor futuro.
Hoy en día, el 75% de la población de Irán tiene menos de 35 años, lo que significa que ninguna de estas personas fue parte de esa revolución y la única experiencia que tienen es la de vivir bajo el actual régimen.
Nuestro gobierno está al mando de un grupo de islamistas radicales comandados por el líder supremo Ali Khamenei, que es la figura que da el visto bueno a todos los miembros del Parlamento y al presidente. Lo más curioso es que son capaces de todo, incluso de aquello que pueda llegar a estar en contra de la ley islámica, pero cuando se trata de la gente común, caen con el peso de la ley. Por ejemplo, un hombre no está autorizado a estar con una mujer por la calle a menos que sea su esposa, además, si te llegan a encontrar con una botella de alcohol te condenan automáticamente a recibir 100 latigazos.
Mis gobernantes creen que fueron elegidos por Dios y que están luchando contra el diablo, por eso cualquier cosa que hagan y digan consideran que están en su derecho por ser los elegidos para esta lucha.
En el siglo XXI, para un joven como yo, es muy difícil vivir bajo esta ley islámica tan extrema. Muchos de nosotros creemos que el hecho de que la religión esté mezclada en todo es el principal problema de Irán.
Ahora, el cambio está ocurriendo en la cabeza de la gente y se trata de querer cambiar el régimen, salir de un régimen tan extremo y poder tener una verdadera democracia en nuestro país. Lo que esperamos de la democracia es que traiga libertad al pueblo, de expresión, política, que la oposición pueda expresarse (en los dos últimos años 120 diarios fueron cerrados). Queremos cambiar el régimen islámico, queremos vivir como vive la gente en el resto del mundo.
Domingo 27 de febrero de 2011
Natalia Fabeni y Paula Markous
LA NACION
http://www.lanacion.com.ar/1353469-los-jovenes-el-corazon-de-las-rebeliones

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