"LA INDUSTRIA EMPEZARÁ A VER TIEMPOS MÁS COMPLICADOS"Domingo 15 de enero de 2012 | Publicado en edición impresa
Entrevista: Jonas Prising
El CEO de Manpower para América dice que se enfriará el empleo en la Argentina
Por Francisco Jueguen | LA NACION
Golpeada por la crisis financiera internacional, que ya comienza a filtrarse a Brasil, y por un desgaste de la competitividad, la Argentina vivirá en el futuro cercano una época "más complicada" en cuanto a la creación de empleo.
Jonas Prising, presidente para América de Manpower Group, pronostica que los países de América latina no amortiguarán tan fácilmente los problemas que azotan hoy a la Unión Europea y a Estados Unidos como lo hicieron entre 2008 y 2009, bajo el signo del hundimiento del Lehmann Brothers.
En ese mundo, la Argentina, según su visión, está ya en otra posición. "La apreciación de la moneda es problemática", dice Prising, a lo que agrega que "la inflación hace que el país sea menos competitivo". Según el experto, esto drenará la creación del empleo, ya estancada, e impactará primero en los sectores ligados a la exportación y la industria.
El ejecutivo en tendencias mundiales en cuanto al empleo critica la rigidez de los mercados laborales europeos -fundamentalmente, de España, Italia y Francia- y exige más "flexibilidad" para poder contrarrestar el creciente desempleo que inunda esas naciones. A su vez, señala que la falta de trabajo en los Estados Unidos está ligada a la falta de crecimiento de su economía, que volvería a expandirse con vigor recién en "cuatro o cinco años".
-¿Cómo golpeará la crisis internacional a la región, a Brasil y a la Argentina?
-La Argentina y Brasil tienen una relación muy simbiótica. Si Brasil va para abajo, es probable que la Argentina también se vea afectada. Entre 2008 y 2009, América latina tuvo un ciclo muy bueno. Se recuperó, porque China y otros mercados emergentes siguieron comprando en la región. No estoy tan seguro de que esta vez sea así, porque Europa esta teniendo muchos problemas financieros, Estados Unidos no termina de encontrar una salida y China está creciendo menos. América latina no resultará tan poco afectada como la última vez.
-El último informe de Manpower estima una desaceleración en el reclutamiento, ¿será ésa la tendencia en 2012?
-Sí. Estimamos que algunos sectores en la Argentina seguirán creciendo. Pero todo lo relacionado con exportaciones o con manufacturas empezará a ver tiempos más complicados respecto de lo que hemos visto.
-En el país hay quejas por los altos costos laborales. ¿Cómo ve usted este problema con relación a otros países de la región?
-No sé si es tan fácil comparar. Sí podemos decir esto: la apreciación de la moneda, comparada con lo que ocurre en otros mercados, es problemática, porque ustedes ya no son un país de bajo costo, aunque tampoco son Alemania.
-¿Es entonces la inflación un problema para el país?
-La inflación hace que el país sea cada vez menos competitivo.
-¿Cómo es el trabajo de Manpower con los gremios en la Argentina?
-En la Argentina, como en el resto del mundo donde hay sindicatos, sabemos que son un componente importante del mercado. En general, ellos reconocen, aunque tal vez no les guste tanto, que somos un factor positivo en el mercado local, porque proveemos flexibilidad a nuestras personas y organizaciones. Por muchos años trabajé en Italia y Alemania, donde se oponían mucho a esta industria, y ya hoy trabajamos bien. Encontramos un buen balance.
-En la Argentina hubo algunas denuncias, que incluían a Manpower, como empresa intermediaria, por "trabajo esclavo" en sectores rurales. ¿Qué puede decir de esto?
-Uno de los fundamentos que tenemos en Manpower cuando seleccionamos personal es asegurarnos de que trabajen en condiciones seguras y de que se les pague lo que les corresponde.
-¿Cómo evalúa la situación del empleo en Europa, más precisamente en España, y en Estados Unidos?
-El español es uno de los mercados laborales que están muy afectados por la crisis global. Están en una situación muy difícil, con un desempleo de un 20%, que llega al 40 o 50% si se miran los estratos en los que están los más jóvenes. Ese mercado es muy difícil, muy estratificado. Se trata de un mercado laboral muy rígido, en el que no hay ninguna flexibilidad en las fuerzas de trabajo permanente. Y en estos días ninguna empresa quiere emplear trabajadores permanentes. Esto es un problema. En ese sentido, el trabajo flexible es una buena transición hacia el trabajo permanente y puede ayudar a estimular la recuperación [del empleo], ya que agiliza la velocidad con la que la gente vuelve al mercado laboral. Al no haber flexibilidad y ser tan rígidos, las empresas se vuelven más cuidadosas.
-¿Cree que el nuevo gobierno en España dará señales para cambiar esa rigidez?
-El gobierno saliente ya había dado algunas señales. Empezaron buscar más flexibilidad. Es la misma discusión que se está dando en Italia y en Francia. Para ser más dinámicos, hay que mejorar la flexibilidad, para que los trabajadores ingresen más fácil en el mercado laboral y para que los empleadores sientan que pueden volver a emplear. En Estados Unidos es diferente. El mercado norteamericano es muy flexible. Las personas entran y salen del mercado laboral fácilmente. Es una ventaja muy importante cuando hay que cambiar la dirección como país o como industria. Uno puede moverse rápido. Claro que esto es muy doloroso. Porque el empleo sube o baja de acuerdo con como se mueve la economía. Ahora el desempleo es alto.
-¿Y cuál es el panorama para la economía norteamericana?
-No hay indicios de que haya una recuperación rápida. Llevará cuatro o cinco años. Pero la fuerza laboral es muy capacitada, productiva y competitiva por el precio del dólar a nivel mundial. La industria volverá [a crecer], pero no se recuperarán los puestos de antes. Estados Unidos se volverá muy fuerte, pero en manufacturas sofisticadas, lo que será su ventaja competitiva como país.
Los cambios del empleo en el mundo
Asumió el cargo en enero de 2009. Tiene responsabilidad sobre las operaciones de América Central y América del Sur, además de desempeñar el cargo de presidente de ManpowerGroup de América del Norte. Es el encargado de supervisar los resultados de Manpower en Estados Unidos y Canadá. Prising se unió a esa firma en 1999, cuando se desempeñó como director general de Manpower Italia. Antes trabajó 10 años en Electrolux.
-¿Cuáles cree que serán los grandes cambios que se verán en el mercado laboral mundial?
-Hay cuatro tendencias. Una es el miss-match (falta de paridad) entre el talento y lo que buscan las empresas. Es una dinámica real y se mantendrá incluso cuando mejore la economía. La segunda tiene que ver con que las organizaciones piensan el trabajo de manera diferente. Se puede hacer el trabajo en la Argentina, aunque también en India. Todo cambia rápido y ya no es necesario mudar a las personas, sino sólo el trabajo. El tercer aspecto afecta al individuo. Esta es la primera generación [la Y] global. No quieren un trabajo de por vida, buscan equilibrio entre la vida y el trabajo y, si están capacitados, quieren elegir dónde trabajar. La última tiene que ver con la velocidad del cambio tecnológico. Lo interesante es cuán rápido las empresas se vuelven poco competitivas si no mantienen el ritmo. Por eso buscan flexibilidad estratégica.
JONAS PRISING
• Cargo : presidente para América de Manpower
• Edad : 45 años
• Origen : norteamericano
En ese mundo, la Argentina, según su visión, está ya en otra posición. "La apreciación de la moneda es problemática", dice Prising, a lo que agrega que "la inflación hace que el país sea menos competitivo". Según el experto, esto drenará la creación del empleo, ya estancada, e impactará primero en los sectores ligados a la exportación y la industria.
El ejecutivo en tendencias mundiales en cuanto al empleo critica la rigidez de los mercados laborales europeos -fundamentalmente, de España, Italia y Francia- y exige más "flexibilidad" para poder contrarrestar el creciente desempleo que inunda esas naciones. A su vez, señala que la falta de trabajo en los Estados Unidos está ligada a la falta de crecimiento de su economía, que volvería a expandirse con vigor recién en "cuatro o cinco años".
-¿Cómo golpeará la crisis internacional a la región, a Brasil y a la Argentina?
-La Argentina y Brasil tienen una relación muy simbiótica. Si Brasil va para abajo, es probable que la Argentina también se vea afectada. Entre 2008 y 2009, América latina tuvo un ciclo muy bueno. Se recuperó, porque China y otros mercados emergentes siguieron comprando en la región. No estoy tan seguro de que esta vez sea así, porque Europa esta teniendo muchos problemas financieros, Estados Unidos no termina de encontrar una salida y China está creciendo menos. América latina no resultará tan poco afectada como la última vez.
-El último informe de Manpower estima una desaceleración en el reclutamiento, ¿será ésa la tendencia en 2012?
-Sí. Estimamos que algunos sectores en la Argentina seguirán creciendo. Pero todo lo relacionado con exportaciones o con manufacturas empezará a ver tiempos más complicados respecto de lo que hemos visto.
-En el país hay quejas por los altos costos laborales. ¿Cómo ve usted este problema con relación a otros países de la región?
-No sé si es tan fácil comparar. Sí podemos decir esto: la apreciación de la moneda, comparada con lo que ocurre en otros mercados, es problemática, porque ustedes ya no son un país de bajo costo, aunque tampoco son Alemania.
-¿Es entonces la inflación un problema para el país?
-La inflación hace que el país sea cada vez menos competitivo.
-¿Cómo es el trabajo de Manpower con los gremios en la Argentina?
-En la Argentina, como en el resto del mundo donde hay sindicatos, sabemos que son un componente importante del mercado. En general, ellos reconocen, aunque tal vez no les guste tanto, que somos un factor positivo en el mercado local, porque proveemos flexibilidad a nuestras personas y organizaciones. Por muchos años trabajé en Italia y Alemania, donde se oponían mucho a esta industria, y ya hoy trabajamos bien. Encontramos un buen balance.
-En la Argentina hubo algunas denuncias, que incluían a Manpower, como empresa intermediaria, por "trabajo esclavo" en sectores rurales. ¿Qué puede decir de esto?
-Uno de los fundamentos que tenemos en Manpower cuando seleccionamos personal es asegurarnos de que trabajen en condiciones seguras y de que se les pague lo que les corresponde.
-¿Cómo evalúa la situación del empleo en Europa, más precisamente en España, y en Estados Unidos?
-El español es uno de los mercados laborales que están muy afectados por la crisis global. Están en una situación muy difícil, con un desempleo de un 20%, que llega al 40 o 50% si se miran los estratos en los que están los más jóvenes. Ese mercado es muy difícil, muy estratificado. Se trata de un mercado laboral muy rígido, en el que no hay ninguna flexibilidad en las fuerzas de trabajo permanente. Y en estos días ninguna empresa quiere emplear trabajadores permanentes. Esto es un problema. En ese sentido, el trabajo flexible es una buena transición hacia el trabajo permanente y puede ayudar a estimular la recuperación [del empleo], ya que agiliza la velocidad con la que la gente vuelve al mercado laboral. Al no haber flexibilidad y ser tan rígidos, las empresas se vuelven más cuidadosas.
-¿Cree que el nuevo gobierno en España dará señales para cambiar esa rigidez?
-El gobierno saliente ya había dado algunas señales. Empezaron buscar más flexibilidad. Es la misma discusión que se está dando en Italia y en Francia. Para ser más dinámicos, hay que mejorar la flexibilidad, para que los trabajadores ingresen más fácil en el mercado laboral y para que los empleadores sientan que pueden volver a emplear. En Estados Unidos es diferente. El mercado norteamericano es muy flexible. Las personas entran y salen del mercado laboral fácilmente. Es una ventaja muy importante cuando hay que cambiar la dirección como país o como industria. Uno puede moverse rápido. Claro que esto es muy doloroso. Porque el empleo sube o baja de acuerdo con como se mueve la economía. Ahora el desempleo es alto.
-¿Y cuál es el panorama para la economía norteamericana?
-No hay indicios de que haya una recuperación rápida. Llevará cuatro o cinco años. Pero la fuerza laboral es muy capacitada, productiva y competitiva por el precio del dólar a nivel mundial. La industria volverá [a crecer], pero no se recuperarán los puestos de antes. Estados Unidos se volverá muy fuerte, pero en manufacturas sofisticadas, lo que será su ventaja competitiva como país.
Los cambios del empleo en el mundo
Asumió el cargo en enero de 2009. Tiene responsabilidad sobre las operaciones de América Central y América del Sur, además de desempeñar el cargo de presidente de ManpowerGroup de América del Norte. Es el encargado de supervisar los resultados de Manpower en Estados Unidos y Canadá. Prising se unió a esa firma en 1999, cuando se desempeñó como director general de Manpower Italia. Antes trabajó 10 años en Electrolux.
-¿Cuáles cree que serán los grandes cambios que se verán en el mercado laboral mundial?
-Hay cuatro tendencias. Una es el miss-match (falta de paridad) entre el talento y lo que buscan las empresas. Es una dinámica real y se mantendrá incluso cuando mejore la economía. La segunda tiene que ver con que las organizaciones piensan el trabajo de manera diferente. Se puede hacer el trabajo en la Argentina, aunque también en India. Todo cambia rápido y ya no es necesario mudar a las personas, sino sólo el trabajo. El tercer aspecto afecta al individuo. Esta es la primera generación [la Y] global. No quieren un trabajo de por vida, buscan equilibrio entre la vida y el trabajo y, si están capacitados, quieren elegir dónde trabajar. La última tiene que ver con la velocidad del cambio tecnológico. Lo interesante es cuán rápido las empresas se vuelven poco competitivas si no mantienen el ritmo. Por eso buscan flexibilidad estratégica.
JONAS PRISING
• Cargo : presidente para América de Manpower
• Edad : 45 años
• Origen : norteamericano
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