Pin It
LA VOZ DEL PATRON – Nuevos fascistas y nuevos crímenes
arandazzo2De Antonella Randazzo
¿Que es lo más justo que habría que hacer, salvar vidas en peligro o limitarse a denunciar los crímines del pasado sin levantar un dedo por los que se pueden evitar en el presente?
Parecería una pregunta muy estúpida, dado que la respuesta tendría que ser obvia.
Pero no lo es para nuestras autoridades, que consideran más grave no suscitar indignación por los crímenes pasados que no actuar para impedir los actuales. ¿No nos creeis?
 Sin embargo el alcalde de Roma Gianni Alemanno, en ocasión de la presentación del futuro museo de la Shoah en Roma no ha hecho otra cosa que denunciar los crímenes del viejo fascismo, sosteniendo que “la Shoah de los hebreos de Europa ha sido sin duda uno de los eventos más trágicos y aberrantes que el género humano haya conocido jamás”. Por lo demás, Alemanno no está muy preparado en Historia, ignorando que ya habían sido perpetrados muchos otros genocidios en Africa, Asia y América.
¿Como es que nuestras autoridades están tan atentas al Holocausto de los hebreos y a las posibles actitudes anti-hebraicas mientras ignoran con mucha desenvoltura las masacres que suceden hoy en el Tercer mundo o las muchas víctimas que pierden la vida en la tentativa de escapar del infierno de su país?
Nuestras autoridades, siendo corruptas, siguen a la par lo que el grupo de poder decide, perdiendo no solo la dignidad sino también el más mínimo sentido de humanidad hacia sus similares. El grupo de poder ha decidido que el racismo más grave es ese contra los hebreos, especiálmente hacia los que ya están muertos, asesinados por los viejos nazifascistas. Además, en el sistema actual se genera miseria en muchas partes del mundo y los pobres se convierten en culpables, especiálmente si deciden expatriar esperando encontrar un trabajo que les permita sobrevivir. El “delito” más grave en el sistema actual no es el crimen sino la pobreza.
Por consecuencia, nuestras autoridades se prodigan en secundar a sus patrones, tratando con inhumanidad inaudita a los inmigrantes y mientras denuncian los crímenes nazifascistas se manchan de delitos muy similares a aquellos.
Para Alemanno el “fascismo es inhumano”, pero no resulta que él, al igual que otras autoridades, haya definido “inhumano” rechazar a cientos de personas condenándolas a un destino atroz. Dos pesos dos medidas: los hebreos del pasado hubieran merecido un tratamiento humano mientras los inmigrantes de hoy merecen un tratamiento inhumano.
¿Cual es el delito de los inmigrantes? La pobreza. Efectívamente si una persona extracomunitaria adinerada viene a Italia puede quedarse todo el tiempo que desea, a menos que no sea identificada como disidente, o como aquel que lucha por la libertad de su pueblo, en tal caso es timbrada como “terrorista” y perseguida.
Nuestro ministro del interior Maroni está feliz de repatriar a los inmigrantes pobres, exponiéndoles al riesgo de muerte, y sus colegas políticos no le definen “fascista”, y ni siquiera levanta la voz nuestros presidente de la República, siempre tan atento en recordar los crímenes del pasado fascista, pero no los del presente. Todas las mayores autoridades italianas están bien alineadas a sus patrones, y a veces con mucho esmero, incluso cuando se trata de mandar a morir o a la tortura a personas inocentes.
Los medios de comunicación hacen lo posible por no suscitar interés por el destino de los que intentan escapar de la pobreza yendo hacia zonas ricas. En nuestros noticieros raramente son entrevistados los inmigrantes que arriban a Italia. Nuestras autoridades no quieren mostrárnoslos como personas que están viviendo una pesadilla debido a la ocupación de sus países por parte de las “corporation” y de los banqueros, activos financiadores de guerras, dictaduras y masacres. Si les entrevistasen harían saber a todos lo que viven estas personas.
Cuentan algunas mujeres nigerianas, etíopes y somalíes: “Les han mandado a la masacre. Les matarán, matarán también a sus niños. Los italianos no deben permitir todo esto. En Libia nos han torturado, golpeado, violado, tratado como esclavas durante meses. Mejor acabar en el fondo del mar. Morir en el desierto. Pero no en Libia... habían escapado después de haber sido violados y torturados. No solo las mujeres, sino también los hombres”. (1)
Explica una joven de la Somalia: “Cuando deje mi pueblo tardé cuatro meses en llegar a la frontera de Libia y allí nos vendieron a los traficantes y a los policías libios. Nos han metido dentro de containers, por la noche venían a buscarnos y nos violaban una a una. No podíamos hacer nada, solo rezar para que se acabara esa pesadilla”.(2)
La inseguridad y la pobreza producen miseria también al mundo rico, haciendo pasar como “normal” una situación en la que los derechos humanos son pisoteados impúnemente. Amnesty International observa a este propósito: “Vivimos en un mundo peligroso y dividido, donde cotidiánamente se pone a dura prueba la importancia que se da a los derechos humanos, se pone en discusión la legitimación de los derechos humanos y la “responsabilidad vacante” de gobiernos, instituciones internacionales, grupos armados y actores empresariales sigue aumentando. Es exáctamente en un mundo como este que necesitamos que siempre una más amplia faja de humanidad esté pronta para declarar: “Basta. Las cosas tienen que cambiar”. (3)
La pobreza se ha convertido en una cuestión de policía y es “afrontada” con métodos militares. Se difunde la idea de que algunas personas, siendo “clandestinas”, puedan ser tratadas como sub-humanas. Sin embargo la pobreza está creada por esas mismas personas cuyo poder es protegido y reforzado por las autoridades.
Precísamente desde cuando las multinacionales han impuesto la llamada “globalización”, la pobreza y la muerte por hambre han aumentado, mientras las riquezas se han concentrado aún más en sus manos.
La cultura que se origina es una cultura de vejación y de muerte, en la que la pobreza extrema de muchos es el recurso de otros pocos.
En Africa el proceso de desconolización ha provocado una estela de guerras y de muertes debida al mantenimiento del dominio económico por parte de las viejas potencias colonizadoras que no querían renunciar a explotar los recursos de los países sometidos. Durante el colonialismo los países colonizadores producían y exportaban productos tecnológicamente más avanzados, que los países colonizados se veían obligados a importar pagándolos a precios muy altos mientras sus riquezas eran saqueadas por el país colonizador. Sus economías se han vuelto dependientes de las economías ricas que controlaban también los comercios. De esta forma se impedía a los países colonizados una propia formación y extrategia económica lo cual provocará la persistencia del poder económico por parte de los grupos de poder de los países más ricos. Persistencia a menudo favorecida fomentando y provocando guerras y desórdenes cuya causa verdadera a menudo no es la que se declara oficialmente. Por ejemplo, se habla de guerras étnicas y religiosas, pero en realidad a menudo la etnia y la religión no tienen nada que ver, y se logra entender de verdad la situación solo comprendiendo la historia colonial y los intereses neo-coloniales. Los conflictos de los países del Sur del mundo, con la apariencia de guerras religiosas o étnicas, son en realidad provocadas por países industrializados porque es más fácil dominar en una situación de caos y de guerra y también para vender las armas (EEUU y Gran Bretaña son los mayores productores mundiales de armas y gastan gran parte de su riqueza para la defensa).
Paradójicamente, las mismas autoridades que han defendido los intereses de los más fuertes, decretando el empobrecimiento de muchos, aprueban leyes que penalizan a los pobres, impidiéndoles el salir del infierno que se ha creado en su país. Por ejemplo en Italia ya el Decreto Legislativo del 25 de julio del 1998, n. 286 (Texto Unico de Pública Seguridad) individualiza en los apátridas y en los ciudadanos que no pertenecen a la Unión Europea el objeto sujeto a discriminaciones, como dice el art. 1: “El presente texto único, en obtemperancia del artículo 10, segundo apartado, de la Constitución, es aplicable, a menos que se disponga de otra forma, a los ciudadanos de Estados que no pertenezcan a la Unión Europea y a los apátridas, de aquí en adelante serán definidos extranjeros”,
Este decreto legislativo individualiza e indica las características que colocan fuera de ley a un individuo presente o aspirante a entrar en el territorio nacional. Los individuos, para entrar en el territorio deben tener los documentos en regla, intentar no ser pobres y tener un motivo compatible con la ley, es decir, un motivo que no sea el que tienen los pobres para atravesar las fronteras. En el art. 3 se habla de cuotas máximas, es decir, el estado puede excluir al inmigrante porque no lo necesita laborálmente. El extranjero para entrar no tiene que ser pobre, no debe tener necesidad de expatriarse, si se descubre que tiene esta necesidad es un delincuente. Puede obtener el visto de entrada si posee un documento y demuestra que no es pobre. El art. 4, apartado 3 pone el rédito como una condición legal: “Italia (...) permitirá la entrada en el propio territorio al extranjero que demuestre que está en posesión de medios suficientes para subsistir por toda la estadía (...) No podrá ser admitido en Italia el extranjero que no tenga estos requisitos”.
La Corte de Casación ha ratificado este principio con la sentencia Casación Sez. I n. 420 del 9 de enero 2004: “Integra el delito, art. 12 apartado 1 D. L.vo 286/1998 también el comportamiento del que transporta en declarado intento en proporcionar el transporte(...) de ciudadanos extracomunitarios, en el caso de que estos últimos resulten privos de medios de subsistencia idoneos a una estancia turística”. (4)
El delito es la pobreza de por si en cuanto el Estado decide no acoger personas pobres o que viven una situación de necesidad. Contar con un rédito resulta ser una condición necesaria como el pasaporte o la visa. Esconder el hecho de ser pobres es delito, dice Gennaro Varone: “Debería ser claro, (...) que es ilegal no solo el ingreso oculto (...) sino también el que, aunque sea efectuado a la luz del sol, simula la existencia de las otras condiciones para la inmigración: porque esconde que el extranjero no tiene bienes; o porque disimula el verdadero fin del viaje –que si se supiera hubiera determinado, de seguro, la repatriación a la frontera”. (5)
Según esta ley es un delito ser pobres y por ello se puede ser expatriado o expulsado, por lo tanto también aquel que pide asilo se convierte en un delincuente, por el motivo que normálmente no tiene documentos (hay que recordar que no todos los paises dan documentos” y porque a menudo se encuentra en un estado de indigencia por las mismas causas que le inducen a escapar. En otras palabras los requisitos que pide la ley permiten la libre circulación solo de las personas que viven en las zonas no pobres. En toda Europa soplan vientos de guerra contra los inmigrantes, que no pueden defenderse adecuadamente, una guerra tan odiosa cuanto escondida y disfrazada con el concepto de “multiculturalismo”.
La pobreza, aunque no sea un crimen, expone a estas personas a un tratamiento reservado a los criminales. Ser repatriados significa en muchos casos ser mandados en los guetos libios o morir. Para intentar llegar a Europa estas personas, que escapan de países en guerra o en los que se vive una situación infernal, de Somalia, del Sudán, de Etiopia o de Nigeria, arriesgan sufrimientos atroces. En los campos de prisión montados en Libia sucede de todo, algunas personas se vuelven locas por las violencias sufridas y muchas otras tienen que vivir en esclavitud.
Hoy las autoridades occidentales hacen muestra de sus sentimientos de compasión solo en recuerdo de los hebreos muertos hace más de 60 años, pero no se hacen ningún escrúpulo en hacer encerrar a las personas en los nuevos campos de concentración o en mandarles a morir en el desierto. Sus patrones tienen poder incluso en sus conciencias y les dan el cometido de condicionar también nuestras conciencias, haciéndonos creer que algunas personas, solo porque son pobres o con un color de piel distinto que el nuestro, tengan que recibir un tratamiento distinto respecto del que deseamos para nosotros mismos y para nuestros coterráneos.
11 de mayo 2009
Copyright © 2009 - all rights reserved.
Tutti i diritti sono riservati. Per richiedere la riproduzione dell'articolo scrivere all'indirizzo e-mail Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
Artículo relacionado:
"Schiavitù e immigrazione"
http://antonellarandazzo.blogspot.com/2008/04/schiavit-e-immigrazione.html
NOTEAS
1) www.repubblica.it/2009/04/sezioni/cronaca/immigrati-6/reduci-pinar/reduci-pinar.html
2) www.repubblica.it/2009/04/sezioni/cronaca/immigrati-6/reduci-pinar/reduci-pinar.html
3) Amnesty International, Rapporto Annuale 2004, "Perché ci si occupi di diritti umani", Messaggio di Irene Khan, Segretaria Generale di Amnesty International,
http://www.amnesty.it
4) Varone Gennaro, La repressione dell'immigrazione illegale, Laurus Robuffo, Roma 2005, p. 27.
5) Varone Gennaro, op. cit. p. 38.
Fuente http://lanuovaenergia.blogspot.com/

REDACTORES

anna.jpgbgeorges.jpgbgiorgio.jpgbjuan.jpgblorenzo1.jpg
Copyright (c) 2009. Antimafia Dos Mil Argentina