Los think tanks de las potencias militares del mundo ya están trabajando en cómo abordar un modelo de enfrentamiento irregular, aprovechando las enseñanzas de la experiencia estadounidense en Vietnam, Irak y Afganistán.
Uno de los proyectos más conocidos en este campo es el Scare (Spatio-Cultural Abductive Reasoning Engine), desarrollado en la Academia Militar de West Point por un equipo dirigido por el mayor Paulo Shakarian.
Opera tomando como ejemplo conflictos en que las guerrillas están combatiendo con ejércitos normales con tropas regulares. Para que los pronósticos sean más precisos, incluirán datos sobre los patrones de tráfico telefónico en sus cálculos. La versión actualizada, que emplea ese truco, se creará en mayo.
Pero la Marina estadounidense está trabajando en un programa que no requiera que los acontecimientos hayan comenzado sino que advierta sobre un conflicto antes de que comience.
El plan llamado RiftLand, bajo la dirección de Claudio Cioffi-Revilla, profesor de la Universidad George Mason en Virginia, es específico para la parte del este de África, que incluye Congo, Etiopía, Ruanda, Somalia y Uganda, países que en los últimos años vivieron una guerra civil.
En términos generales, emplea información recopilada por organizaciones de beneficencia, instituciones académicas y agencias gubernamentales y la utiliza para predecir el lugar en que puede comenzar un alzamiento y contra quién.
En el continente africano, donde los Estados son más fuertes, la insurrección urbana es la forma de conflicto más común, como se vio con la Primavera Árabe. Aunque la intención del desarrollador Peter Gloor, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, no es ayudar a dictadores, a ellos les podría interesar adquirir el software Cóndor.
El programa funciona tamizando datos de Twitter, Facebook y otros medios de comunicación social para predecir cómo va a evolucionar una protesta pública. Lo hace mediante el "análisis de los sentimientos".
Esa técnica, según Gloor, comprende el análisis de las publicaciones de personas influyentes en las redes sociales, que son aquellas que tienen muchos seguidores pero que siguen a pocos y cuyos comentarios son reproducidos.
Otro mecanismo es el sistema integrado mundial de alerta temprano (W-ICEWS, en inglés), liderado por Lockheed Martin, un contratista de defensa estadounidense, que va más allá que los mencionados.
El programa puede procesar grandes cantidades de datos de medios de comunicación digitales, blogs y otros sitios web y también de inteligencia y relaciones diplomáticas para hacer un pronóstico, meses antes, de los motines, rebeliones, golpes de Estado, crisis económicas, intervenciones gubernamentales y guerras internacionales. Según Morgan, el proceso es un "radar social".