En la Lof Gallardo Calfú hubo detenidos y agresión policial al concluir el operativo
Un desalojo espectacular cargado de odio, fruto de una burda maniobra de estafa
Exclusiva cobertura en Bariloche de ADM, por José Guzmán-19 de octubre de 2020
La Justicia de Río Negro concretó este lunes 19 de octubre el desalojo de un campo de 400 hectáreas en El Foyel, a 75 kilómetros de Bariloche y 46 de El Bolsón, recuperado desde el jueves pasado por la Lof Gallardo Calfú.
En una audiencia convocada pocos minutos antes y sin la presencia de los acusados ni de su abogado el juez Marcello Álvarez Mellinger, autorizó al Ministerio Público Fiscal a proceder con el desalojo "de Blanca Gallardo y Juan Carlos Oyarzo, así también como del resto de las personas que se encuentran con ellas participando de la ocupación" y restituir el inmueble a la familia Soriani.
En el lugar se hicieron presentes los fiscales Francisco Arrien y Martín Lozada.
La tierra, que fue recuperada el pasado viernes 15 de octubre, por las familias descendientes de Sixto Gallardo Calfú, habia sido conseguida por Miguel Arturo Soriani mediante una estafa a Sixto, a quien lo habrían obligado a firmar documentación para quedarse con las 600 hectáreas del predio. En un comunicado emitido el mismo día de la recuperación, explicaban la historia de despojo: “Hace 40 años, en el año 1980 nos despojaron del territorio mediante una estafa por parte de Miguel Arturo Soriani (proveniente de San Carlos de Bariloche) que trabajaba en un aserradero del Foyel donde conoce a Sixto Gallardo Calfu (Casado con Teresa Velazquez). El Sr. M. A. Soriani se ofrece y se auto-proclama como encargado y administrador de dichas tierras. Por medio de engaños logra que Sixto Gallardo Calfú firme documentación del campo a su favor ya que en aquel momento se encontraba solo con su hijo menor, quien viajaba en la zona por trabajos temporarios de campo. En este entonces la estafa estaba hecha con el respaldo político de la administración del estado provincial. De esta forma solicita la aprobación y transferencia de las mismas tierras a su nombre, pasando a ser comprador inmediato sobre una parte del territorio de una superficie alrededor de 600 ha. a cambio de un supuesto terreno pequeño en un barrio en la localidad de El Bolsón. Permuta que nunca fue comprobada. El único integrante de la familia que se quedó dentro del territorio, Elías Gallardo, se negó en el año 1985 a firmar un deslinde de las tierras y evite así el despojo total de la familia del lugar. Se encuentra hoy en día todavía adentro del territorio, arrinconado en una parte pequeña”.
El comunicado deja expuesto que cuentan con la documentación que da cuenta de la estafa, y afirma: “habiendo esperado demasiado tiempo, hemos decidido retornar al territorio donde ancestralmente vivía nuestra familia Gallardo Calfu”.
Así quedaba expuesta una vez más la situación que atraviesan cientos de comunidades a lo largo y ancho de la Argentina, las que fueron despojadas de su derecho ancestral por una justicia que es guiada por los intereses de los grandes terratenientes oligarcas que desde tiempos inmemorables subyugan a los pueblos originarios.
Ante todo esto y para dar cobertura fiel de los hechos, desde la redacción de Antimafia Dos mil con asiento en Bariloche, partimos rumbo al lugar de los hechos tomando la ruta 40 desde el Bolsón (en dirección norte).Al llegar a la Lof de la comunidad Gallardo Calfú, el paisaje que se vislumbra frente a nuestros ojos es único: la belleza natural del lugar es interrumpida por la imagen de decenas de efectivos de las fuerzas de seguridad que custodian (cual perro faldero) los intereses del patrón. Sumergidos en trajes de odio, estos hombres, por cuyas venas (irónicamente) corre sangre de pueblos originarios, modifican los colores del paisaje y desprenden el hedor de la represión. Destilando perceptiblemente una suerte de odio que se torna realmente devorador y maligno. Y aún más: en lo profundo de sus ojos se pueden ver (y palpar) sus raíces ya olvidadas desprendiendo hostilidad hacia sus propios hermanos que no fueron cegados por el espejismo del capitalismo.
Estuvimos cara a cara frente a este acto circense (dirigido por los poderosos de turno) para dar una visión honesta y objetiva de los hechos. La visión que no darán los grandes medios ligados al sistema.
El operativo estuvo a cargo del comisario inspector Osvaldo Tellería y aunque la tensión estuvo latente se pudo resolver sin necesidad de apelar a la violencia, en una primera instancia, en la que se detuvo a cuatro personas: Blanca de la Lof Gallardo Calfú, Mirta Curruhuinca de la Lof Curra Che y otras dos personas. Todas ellas fueron trasladadas a la comisaria ubicada en El Bolsón (para ser liberadas horas después).
Sorpresivamente, ya en la etapa final del desalojo, al ingresar al Bolsón un vehículo conducido por vecinos que se auto convocaron pidiendo se respete los derechos ancestrales de esta comunidad, fue interceptado por personal policial y sus ocupantes fueron agredieron con violencia y después detenidos. Horas más tarde fueron puestos en libertad debido a la improcedencia de los efectivos policiales en su accionar.
La impotencia y el dolor de los que perdieron todo y hoy luchan por una vida más digna pareciera no importar a los gobiernos; la misma Gobernadora de Rio Negro Arabela Carreras 24 horas antes incitaba al desalojo de estas familias, en la TV pública Argentina sin entender (y mucho menos tolerar) que allí habían niños, mujeres y jóvenes que lo único que buscaban era intentar recuperar aquello que por más de 500 años se les había arrebatado: su dignidad.
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*Fotos de Antimafia Dos Mil