La inconcebible como exagerada reacción del gobierno nacional y provincial, pone nuevamente sobre el tapete la discusión de la realidad efectiva del estado de derecho en la República Argentina.
El despiadado atropello de mujeres, ancianos y niños por parte de la gendarmería nacional, más las fuerzas policiales de la provincia de Chubut dieron y seguirán dando vergüenza ajena.
La prensa mundial se hizo eco del flagrante abuso de las violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno Argentino como hacía tiempo no se veía en nuestro país. Balas de goma, balas de plomo, golpes y bastonazos fueron el denominador común ante una comunidad indefensa y desarmada. La lejanía de las cámaras de los medios de comunicación masivos, alentó el ataque artero y brutal por parte de los represores en una actitud vergonzante y en algunos casos sin orden judicial.
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