"Lo que sucedió en torno al proceso de la tratativa es una metáfora de los serios peligros que corremos como magistratura e instituciones democráticas". Así se expresó el fiscal nacional antimafia Nino Di Matteo durante la presentación de su libro "Il Patto Sporco" (Edit. Chiarelettere), escrito junto con Saverio Lodato. "No podemos olvidar los ataques sufridos cuando pedimos escuchar al Presidente de la República sobre la historia de las famosas intercepciones entre Mancino, entonces investigado y hoy absuelto, y el Jefe de Estado. ¿Cuántas veces en Palermo intercambié bromas con colegas que me dijeron "tienes razón en la intercepción de escuchas telefónicas, es un comportamiento respetuoso de la ley e incluido en los criterios establecidos por el código, pero hay una cuestión de oportunidad política y es mejor evitar ciertas iniciativas". Ese es el riesgo que corremos. El peligro de entrar en consideraciones de oportunidad política".
"La sentencia del proceso de la tratativa Estado-mafia es una sentencia incómoda porque trata de asuntos escabrosos para el poder de ayer y de hoy. Por eso no se habla de ello. Desde el comienzo de la investigación, los medios de comunicación han incurrido en tergiversaciones, falsedades y ocultamiento de los hechos".
"Se ha levantado un verdadero muro de silencio – agregó Di Matteo – hoy en día, aquellos que han orquestado la burla y la deslegitimación prefieren permanecer en silencio, sin encontrar el valor para una confrontación. Y este silencio lo hemos querido romper con este libro. Este proceso afectó a grupos de poder que aún hoy condicionan en gran medida a nuestra democracia y se refiere a hechos que no pertenecen a un pasado remoto sino que continúan provocando sus efectos en el presente".
Di Matteo también recordó procesos históricos como el maxi proceso de Palermo y el juicio de Androetti, por lo que leyó algunos pasajes de las motivaciones de la sentencia publicada el 19 de julio. "En esta sentencia – continuó el magistrado – se confirma que la tratativa estaba allí y que la mafia fue reconocida como un interlocutor de igual a igual por el Estado. Se dice que la tratativa no evitó más sangre y que incluso Cosa Nostra está convencida de que las masacres pagaron. Se dice que la tratativa provocó la aceleración de la muerte de Borsellino. Y las masacres de Florencia, Milán y Roma fueron el fruto envenenado de la misma tratativa. Se dice que tres gobiernos sufrieron y percibieron claramente las amenazas y demandas de Cosa Nostra pero nadie de entre los hombres de Estado ha informado sobre lo que estaba sucediendo. Luego se dice que el gobierno de Berlusconi estaba trabajando para satisfacer las demandas de la mafia a través de algunas leyes y algunas reglas incluidas en el decreto Biondi, también conocido como salvación de ladrones, que no se convirtió en ley solo por la oposición de Maroni, que se dio cuenta de que se le estaba haciendo un regalo a los mafiosos después de firmar. Y también se dice que al menos hasta 1994 Berlusconi continuó entregando cientos de millones de liras a Cosa Nostra. El mismo ex primer ministro que todavía es recibido en el Quirinale, que es el protagonista de la política de estos días y que está listo para derribar al actual gobierno. Así entonces se entiende por qué no se debe hablar de la sentencia".
"La sentencia sobre la tratativa Estado-mafia del pasado 20 de abril, con las sucesivas motivaciones del 19 de julio, indica el camino para completar el sendero de la verdad en las masacres de 1992-1993". Lo dijo con fuerza el fiscal nacional adjunto antimafia Nino Di Matteo.
"Sobre las masacres no es cierto que no se haya hecho nada en estos años. Hoy sabemos muchas cosas y no era obvio que se conocieran. Sin embargo, es cierto que la verdad parcial siempre sigue siendo una verdad negada – continuó – pero nunca hemos estado tan cerca de la verdad como después de la sentencia del pasado 20 de abril. Y esos pasos que faltan deben darse pronto, de manera coral, con determinación e inteligencia, y no solo con la actividad investigativa de la magistratura sino también con una actividad política, con comisiones parlamentarias. Aunque los meses pasados en total silencio después de la sentencia me hacen pensar que este país teme a la verdad. Tengo miedo que una vez más haya intención de archivar para siempre las páginas oscuras del pasado reciente".
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*Fotos : AMDuemila /Rosana Melilli