Por Claudio Rojas, desde Chile-20 de octubre de 2019
El día 5 de septiembre de 2019 algo comenzó a cambiar, cuando las más importantes organizaciones sociales de todo tipo, decidieron unirse bajo la consigna:” nos cansamos, nos unimos” protestando sin permiso previo, haciendo un llamado a la desobediencia civil, dado que las movilizaciones tradicionales no dieron ningún resultado y el gobierno se burlaba de ellas.
Chile tiene el transporte público más caro del mundo, los sueldos más bajos de los países de la OCDE y el pasaje del TranSantiago ha aumentado de manera completamente desproporcionada respecto a los ingresos de los chilenos.
Como si lo anterior no fuese suficiente, tenemos que sumar que el Gobierno de Piñera se ha cansado de beneficiar a los más ricos, siendo las acciones más emblemáticas regalarle 800 millones de dólares al año a los grandes empresarios con su Reforma Tributaria, y que a pesar de estar enfrentando la peor sequía de la historia, regalarle a perpetuidad el agua que queda a los Grandes Empresarios. Por lo tanto, comprenderán que la gente tiene rabia, y que seguir aumentando el pasaje del TranSantiago es completamente inmoral.
Luego los abusos continúan y se suman a: las pensiones miserables, la salud miserable, la educación pública precaria y perseguida, licencias médicas impagas, la deudas de créditos universitarias eternas, la persecución política de los estudiantes de colegios públicos, la persecución al pueblo mapuche y su criminalización; y por otro lado la corrupción de los poderes del Estado, la corrupción en el gobierno, parlamento y poder judicial, la financiación de la política de parte de los poderes económicos que los hace después tenerlos en el bolsillo y manejarlos como títeres, la corrupción extrema de las fuerzas armadas y carabineros sin que haya investigación de por medio, o algún tipo de sanción u observación de parte de quien se supone que son sus superiores; en fin son muchas cosas que tienen sumido a nuestro pueblo en el hastío.
Dado este escenario sólo faltaba la gota que derramara el vaso, ésta fue el alza desmedida de los pasajes de la movilización colectiva a contar del domingo 6 de octubre recién pasado. A partir de allí los jóvenes secundarios comenzaron esa semana con evasiones masivas evitando pagar el pasaje como una forma nueva de protesta, la que culminó este 18 de octubre con una evasión masiva, perfectamente coordinada por parte de los estudiantes, pero que espontáneamente recibió el apoyo masivo de la gente de la calle, luego comenzaron los apoyos de organizaciones de distinta índole para culminar con un estallido social sin precedentes, donde en cada esquina había movilizaciones espontáneas, algo que las fuerzas represivas no fueron capaces de abordar.
El alto costo de la vida en Chile es un problema social y la protesta es un derecho. Que Piñera y la Derecha traten de “delincuentes” a las personas que salen a protestar ya que se cansaron de ser abusados y pisoteados, al mismo tiempo en que le regalan el país a los más ricos, no sólo es apagar el incendio con bencina, es cavar su propia tumba como gobierno. Entonces se desató la furia acumulada de la gente al no haber represión ni control, hubo desmanes, saqueos propios de una turba descontrolada.
Por un lado esta violencia, donde todos coincidimos que es terrible, y por otro también resulta violento que en los hospitales se muera la gente esperando el llamado, que no haya insumos médicos, que los ancianos tengan que suicidarse porque sus pensiones no les permiten llegar a fin de mes.
También es violento el robo de agua y la acumulación de ella, para quienes tienen derechos por haber comprado los cauces fluviales. También es violento viajar en metro y que en la hora donde hay más público suban el pasaje. También es violento
que un medicamento, vital para la vida cueste 100 pesos y nos lo vendan a 45.000. También es violento que se compliquen tanto por bajar 1 hora laboral.
También es tremendamente violento que el aguinaldo sea de 19 mil para los pensionados y 2 millones para un diputado. También es violento que nos quieran seguir perjudicando con otra modificación a la ley de AFP hecha a la medida de los dueños.
Para controlar ésta situación, el Gobierno quiso apagar el incendio, y puso un estado de excepción a cargo del Ejército, como una forma de controlar el desorden social y producir una suerte de amedrentamiento. Además cerró por el fin de semana todas las estaciones de Metro de la ciudad, las que pasaron a ser custodiadas por Carabineros de F.F.E.E. y militares.
Esto demuestra que estamos gobernados por ineptos que no creen en la Democracia, que al intentar apagar el fuego con bencina sólo terminan profundizando los problemas y creando otros nuevos. Sin embargo, esto encendió más aún el ambiente y la gente el día de hoy sábado no paró de protestar en las calles, plazas, esquinas, con bocinas de los autos demostrando que despertó y ya no tiene miedo. Entonces muy curiosamente se quemaron varias estaciones de Metro- a pesar de la custodia militar- demostrando el gobierno un descontrol total y muy poca inteligencia porque son montajes muy mal hechos. Descubrimos hoy, que el incendio anoche de un Edificio de ENEL- compañía distribuidora de electricidad de Santiago, de propiedad del hermano del Ministro del Interior- que copó los noticiarios por su espectacularidad produciendo una gran efecto mediático; hoy de día vimos que había sido en la escalera de incendio tan sólo- que es externa y que sabemos que tiene pinturas especiales contra incendio- y el resto del Edificio estaba íntegro.
Es muy curioso, como también es muy extraño que decenas de estaciones del Metro hayan sido incendiadas y un tren en un caso, habiendo custodia militar en ellas, las vimos porque anduvimos todo el día en la calle.
Más bien, en su desesperación el gobierno podría haber hecho estos montajes para configurar un escenario tan dramático que permita imponer medidas más drásticas de restricción, casi como algo natural para los crédulos de la TV; y es así que el Gobierno impuso hoy un toque de queda a contar de las 22 horas, como una forma de controlar las movilizaciones y el desorden.
Pero no sólo el gobierno está asustado, yo diría aterrado, sino que uno de los principales dueños de Chile, ha hecho unas muy fuertes y clarificadoras declaraciones AndrónicoLuksic se refirió este sábado a los hechos que se registraron este viernes tras las protestas por el alza de la tarifa del Metro: “La clase política puede resolver hoy las pensiones, la educación y transporte público. ¿Qué esperan?”, emplazó. Luksic aseguró que “leo en sus miles de mensajes el cansancio por no ser escuchados, la indignación por los abusos, la desconexión de la clase empresarial, la ineficiencia de la clase política”.
Sin embargo, el empresario condenó los actos de violencias y manifestó que “este diagnóstico nos obligue a reaccionar como país”.
“Para los problemas de hoy, soluciones de hoy (…) La clase política puede hoy resolver las pensiones, la educación, la salud y el transporte público. ¿Qué esperan? Es ahora cuando debemos actuar. Hoy, no mañana”, se lee en la publicación.
Agregando que “muchos compatriotas ya no pueden esperar. Y los que podemos, tendremos que ayudar a pagar la cuenta. En esto no hay magia”, concluyó Luksic a través de la red social.
Que podemos esperar es la pregunta. Por un lado el poder económico que es el que manda, va a presionar al gobierno para que le dé al pueblo parte de lo que piden, algo que los calme dirán. Por el lado del gobierno, está complicado por el descontrol que hay, las noticias que tienen impacto mundial en un mundo globalizado a un mes de la realización de la APEC, donde Piñera que ha tratado inútilmente de erigirse como una especie de líder, debería mostrar un Chile perfecto para la inversión y con el TPP11 ratificado de paso (como mostrando su tarea cumplida). En cambio mostrará un país en caos y descontrol, y probablemente aún sin ratificar el TPP por el miedo de los parlamentarios al pueblo. Muchos parlamentarios pseudo progresistas que estaban de la mano del gobierno, producto de todo esto, le han soltado la mano del gobierno y se reubican como lo que se supone que son; por tanto no debieran aprobar el TPP, al menos por ahora. El pueblo consciente despertó y definitivamente perdió el miedo, y de no cumplirse el petitorio que se elaboró, el gobierno difícilmente podrá sustentarse. Nunca vi al pueblo tan decidido.
Cualquier cosa es mejor de lo que tenemos, así que bienvenidos los cambios, siempre y cuando no haya una nueva dictadura militar como una forma de controlar al pueblo.
El petitorio que se elaboró habla de derogación de la Constitución de la dictadura y una asamblea constituyente. El futuro es incierto y tenemos que apoyar a los justos que luchan y hacerlo junto a ellos.
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*Foto de Portada: www.entrelíneas.com
*Foto 2: www.laizquierdadiario.com
*Foto 3: www.radiografica.com