MANTIENEN LAS TOMAS UNAS 10.000 PERSONAS EN JUJUY
Fracasó el pedido del gobernador Barrionuevo para que la gente dejara los terrenos en 24 horas
Domingo 07 de agosto de 2011 | Publicado en edición impresa
Crisis política y social / Sigue el reclamo por las viviendas
Por Nicolas Balinotti  | LA NACION
SAN SALVADOR DE JUJUY.- Miles de familias resisten a la intemperie, tal vez bajo un improvisado techo elaborado con bolsas de arpillera, aunque aferradas a esa parcela de tierra delimitada por el deseo de un hogar propio.

Desconociendo la exigencia del gobierno provincial de abandonar los asentamientos y la posterior reacción de la Justicia, unas 10.000 personas mantienen las ocupaciones ilegales, extendidas ya por los suburbios de la ciudad.
Fue en vano la súplica del gobernador kirchnerista, Walter Barrionuevo, para que la gente levante las tomas en 24 horas. El pedido no tuvo eco ni recepción. Fue efectivo en algunos pueblos del interior, en los que hizo falta la mediación de la dirigente social Milagro Sala. De acuerdo con estadísticas que administran los funcionarios oficialistas y opositores jujeños, serían 10.000 familias las que reclaman una vivienda.
Mientras tanto, las usurpaciones siguen y se amplían. Por eso, la justicia penal intimó ayer a las personas que ocupan terrenos privados en las localidades de San Salvador, Perico, Palpalá y Monterrico. Aunque no surtió efecto en General Libertador San Martín, donde comenzó el conflicto, hace nueve días, con un brutal desalojo que terminó con cuatro muertes. Allí, en un terreno colonizado por una mayoría de militantes de la Corriente Clasista Combativa (CCC), la Justicia ni los censistas del gobierno pudieron ingresar.
"Los intimamos voluntariamente a abandonar las ocupaciones y si no lo hacen, evaluaremos actuar con la fuerza pública", advirtió ayer el juez penal Juan Carlos Nieve. Si bien dejó abierta la posibilidad de recurrir a la policía para un eventual desalojo, fuentes oficiales descartaron esa posibilidad, dado el pedido de no reprimir que se bajó desde la Casa Rosada.
El diputado nacional y candidato a suceder a Barrionuevo, Eduardo Fellner, es hoy el único interlocutor con el gobierno nacional. El mismo lo reconoció ante la prensa. Fellner opacó la figura del actual gobernador, que pasó el fin de semana recluido en su casona del Barrio Policial, en las afueras de San Salvador.
Anoche en otro intento por domar la crisis el gobierno local anunció que sacará por decreto el plan para entregar lotes a todos los que lo necesiten, que había fracasado el viernes en la Legislatura por falta de quórum.
Autoridad e imagen
"Hay un descontrol que va a reventar. El gobernador perdió autoridad. Falta una semana para las elecciones primarias y lo único que les preocupa es tratar de tapar como sea esta situación", fustigó el diputado provincial de la UCR Alberto Bernis. Y le apuntó sus críticas a la líder Tupac Amaru, Milagro Sala. "Es la gobernadora real de la provincia. Le dieron a ella, primero, para que reparta lotes, pero después, cuando se vio que el tema de la repartija no funcionaba, le transfirieron la responsabilidad de sacar a la gente de los terrenos", cuestionó.
"Se descomprimió bastante el conflicto", dijo a La Nacion un allegado a Sala, que recorrió ayer San Pedro.
El senador nacional de la UCR Gerardo Morales caminó con pies de plomo al opinar sobre el rol de la dirigente social. "Es un plan electoralista. Maneja dinero y bolsones del gobierno", se enfureció.
En el gabinete de Barrionuevo, algunos empiezan a temer del protagonismo que alcanzó Sala. Hay dirigentes que la señalan como una de las artífices del estallido en Libertador San Martín por una interna con la CCC, que lidera Enrique Mosquera.
La distribución de tierras huele a una entrega clientelar. Y el plan que instrumentó el gobierno carece de certezas, ya que el Ministerio de Infraestructura, que centraliza las necesidades de vivienda de la provincia, permaneció cerrado durante el fin de semana. El vocero del ministro Fernando Frías se tomó descanso y pasó el sábado en algún retiro cercano a la Quebrada de Humahuaca, dijo uno de sus hijos a La Nacion.
En tanto, mientras un referente de cada familia custodia a la intemperie su lote, el resto de los integrantes pasa la noche hacinados en una pensión y comparten el alquiler con otras personas. Con la caída del sol, comienza el peregrinar de los más necesitados, quienes recurren a cualquier techo para combatir el desconsuelo de no tener nada.