EL AUMENTO DE LOS SUELDOS DE LOS LEGISLADORES ES UNA PRUEBA DE LA DISFUNCIONALIDAD DE NUESTRO SISTEMA INSTITUCIONAL
22 de Mayo de 2011
Por el Dr. Nelson R. Pessoa
En cierta ocasión, el maestro Jorge Luis Borges escribió ( lo paradójico es que haya sido él): “A veces, las palabras están de más”. Esta idea de nuestro ilustre escritor, en mi opinión, es útil para denotar con claridad y rigor la circunstancia a la que quiero referirme: los legisladores locales se aumentaron sus sueldos o como se quiera llamar y cobrarán más de $ 20.000 mensuales (desconozco la cifra exacta).
Cuando en una sociedad, las personas encargadas de cumplir funciones públicas y de administrar fondos públicos, se autootorgan semejante retribución, y generan una notable desigualdad con la retribución de un maestro o de un médico de un hospital público, u otro empleado público, “las palabras están de más”. Cuando en una sociedad que tiene personas con notables grados de marginalidad, con falencias en temas de educación, salud, viviendas, etc., y los encargados de administrar los fondos públicos deciden usar tales recursos para aumentar sus retribuciones funcionales, sin guardar proporcionalidad con otras empleados estatales, médicos, maestros, policías, etc., y, sin tener en cuenta los serios problemas de muchos semejantes, ese hecho es mucho más expresivo que mil palabras. Entonces todo lo que se diga con pretensión de justificación carece de sentido. Muchas veces, en la vida humana, una acción u omisión dicen mucho más que el lenguaje.
Cuando se compara la forma en que una sociedad paga a sus maestros, médicos, policías y lo que paga a sus políticos y se advierte las enormes diferencias entre unos y otros sueldos, se entiende porque esa sociedad tiene los problemas que tiene. En esto no existen las casualidades. Aún más, cabe pensar, que el futuro no es promisorio. Tampoco las grandes naciones, son obra de la ca-sualidad, entre otros factores, son producto del talento de sus conductores políticos.
Este episodio también permite entender muchas cosas, así, las rencillas sin entidad entre dirigentes políticos, la ausencia de las ideas en el campo político, la presencia permanente de los mismos protagonistas, etc.
Finalmente, este hecho, pone de manifiesto de manera irrefutable el severo grado de disfuncionalidad del sistema institucional. Este es el gran problema que tenemos como sociedad. Algunos, por sus limitaciones intelectuales no pueden percibir este grave “cuadro clínico”; otros, simulan no verlo. Pero el “cuadro clínico” existe y es delicado.
A veces, un hecho es mucho más expresivo que lo lingüístico. Tenía razón el maestro: “A veces, las palabras están de más”.
http://www.el-litoral.com.ar/leer_noticia.asp?IdNoticia=163296