EL GOBIERNO PROTEGE A SCHOKLENDER PESE A LOS GESTOS DE DISTANCIAMIENTO
Sábado 4 de junio de 2011 - PERFIL
En público trató de despegarse, pero teme que el ex apoderado de las Madres revele cómo era su lazo con los funcionarios. Las reuniones con Timerman, López y Fatala y el uso de la caja.
Por Mariano Confalonieri
Afecto. Hebe trató como a un hijo a Sergio, pero después terminó pidiendo al Gobierno deshacerse de él por desmanejos. Cristina adoptó como madre a Hebe y la quiere preservar. Cuando estalló el escándalo con Sergio Schoklender, la primera reacción del Gobierno fue proteger a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y soltarle la mano, al menos en público, al ex apoderado de Sueños Compartidos.
Sin embargo, pocos creen que en los hechos haya una intención real de dejar aislado a Schoklender, mucho menos al saber que Norberto Oyarbide tendrá en sus manos el caso en la Justicia. El propio Schoklender envió un mensaje al Ejecutivo: “Puedo justificar hasta el último tornillo que tengo, mucho más que algunos funcionarios que sí deberían justificar si son responsables de enriquecimiento ilícito”. ¿Qué pasó con otros a los que el Gobierno le soltó la mano en público? Ricardo Jaime es un ejemplo.
Fue desplazado del gabinete varios años después de que empezaron a llover denuncias en su contra. Está procesado. Y, pese a ello, sigue militando en el kirchnerismo y participando de actos en Córdoba.
¿Qué es lo que sabe Schoklender como para pasearse tan tranquilo por los medios? La relación del abogado con el Gobierno fue, siempre, muy fluida. Si bien la oposición apunta con todo contra el subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, el que ponía la última firma para que giraran los fondos a la Fundación de las Madres no era Fatala, sino el secretario de Obras Públicas, José López, segundo del ministro Julio de Vido. “Visitaba con frecuencia a López en su despacho. Lo apuraba para que le giraran la plata al IVC porteño. Una vez que López le avisaba que ya tenía el dinero, iba al IVC a pedir la plata”, confió a PERFIL una fuente del Gobierno. Este diario intentó ubicar a Fatala y a López, pero no tuvo respuesta.
El nexo con el Gobierno porteño habría sido durante años Eduardo Petrini, un ex director del IVC que desembarcó en el gabinete de Mauricio Macri por amistad. Antes estaba en Boca. Una vez que Schoklender sabía que el Ejecutivo nacional había girado los fondos, iba a golpearle la puerta a Petrini para reclamarle el dinero. En pocas horas, le transferían los fondos.
Hebe de Bonafini se enteró de los manejos de Sergio Schoklender por Pablo. Inmediatamente acudió a una reunión en la Casa Rosada. Según describió una fuente gubernamental a PERFIL, la titular de Madres estaba “devastada”. “Se juntó con Aníbal Fernández y con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. No la podían contener de lo nerviosa que estaba. Acordaron que lo echara a Sergio pero que públicamente el abogado firmara una carta de renuncia por motivos personales”, precisó la misma fuente. Desde el entorno de Parrilli desmintieron la existencia de la reunión. También lo hizo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Consultado a través de su vocero por PERFIL, el funcionario fue tajante: “No es verdad, nunca hablamos del tema”, dijo.
La primera decisión del Gobierno fue aconsejarle a Hebe que echara a Schoklender. La segunda proteger a Hebe y pedirle a la Justicia que investigue al ex apoderado. La tercera, ordenarle al titular de la UIF, José Sbatella, que juntara todos los documentos que había sobre posible delitos precedentes a lavado de dinero que involucraran a Schoklender y a las empresas asociadas a él para enviarlos a la Justicia. “No va a ser juzgado por lavado porque la denuncia entró a la Justicia con la vieja ley. Lo pueden condenar, en todo caso, por evasión impositiva”, explicó una fuente judicial.
PERFIL encontró, además, un dato llamativo. En el registro único de audiencias del Gobierno figuran sólo dos reuniones de Schoklender con un funcionario. No se trata ni de De Vido, ni de López, ni de Fatala, con quienes tenía relación natural porque eran quienes manejaban los fondos para Sueños Compartidos. El funcionario en cuestión es el canciller Héctor Timerman. Las reuniones se produjeron el 6 de septiembre de 2010 y el 14 de diciembre del mismo año. Las dos reuniones tuvieron lugar en el despacho del Canciller. La primera a las 10.30 y la segunda a las 11. Y en el objeto de la reunión, el registro detalla “reunión de trabajo”. Según pudo saber PERFIL de fuentes gubernamentales, Schoklender acudió a Timernan, que había asumido meses antes, para pedirle financiamiento internacional para la obra de las Madres y también para que, a través de las embajadas, lo ayudara a exportar el modelo de las casas que hacía a través de Meldorek SA al exterior. No se sabe qué contestó Timerman.
PERFIL se comunicó con el vocero del Canciller y no obtuvo respuesta. También llamó a la oficina de prensa de la Cancillería y no devolvieron el llamado. El jueves, Timerman fue uno de los funcionarios que opinó para defender a Hebe. Expresó su “total y absoluta confianza por Hebe y por las Madres, y por nadie más”.
Aunque nadie duda de la honestidad de Hebe, muchos se preguntan qué hará con Pablo, que quedó como apoderado y fue imputado por el fiscal Di Lello.
http://www.perfil.com/ediciones/2011/6/edicion_577/contenidos/noticia_0022.html