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06villaUNA AMPLIA RED DE ILEGALIDAD CON EJE EN LA VILLA 1-11-14
Jueves 24 de noviembre de 2011 | Publicado en edición impresa
Se descubrió una fábrica de indumentaria falsificada en una propiedad de varios pisos
Por Gabriel Di Nicola  | LA NACION
La organización no dejaba nada librado al azar. La red para la venta de indumentaria ilegal en la zona de Once tenía su punto de partida en la villa 1-11-14, en el Bajo Flores, donde se descubrió una edificación que funcionaba como lugar de fabricación y almacenamiento central de mercadería que llegaba a las manos de puesteros y manteros después de pasar por eslabones intermedios como entregadores, choferes y recaudadores.
Así lo estableció un dictamen de la fiscal de la Cámara Penal, Contravencional y de Faltas N° 2, Sandra Guagnino, y su colega Martín López Zavaleta, después de una investigación de detectives del área Contravenciones y Faltas de la Policía Metropolitana. Además, se sospecha que la organización era proveedora de la megaferia La Salada, en cercanías de Puente La Noria.
En el dictamen, los fiscales pidieron nueve allanamientos, entre ellos la propiedad donde se estaba el centro de fabricación y almacenamiento y depósitos, donde la organización guarda la mercadería antes de ser entregada a los manteros.
Sólo en los depósitos allanados en la zona de Once, los investigadores secuestraron mercadería por un valor de 2.000.000 de pesos.
Según informaron a LA NACION fuentes judiciales, el allanamiento en la villa 1-11-14 se hizo en la casa 155 de la manzana 25, donde se descubrió un taller textil clandestino de varios plantas.
"La propiedad donde se hizo el procedimiento tenía cuatro pisos. En tres de ellos funcionaba el taller ilegal con diez trabajadores. Secuestramos varias máquinas; una de ellas servía para falsificar las etiquetas y hologramas de Adidas. También se decomisó una importante cantidad de indumentaria", explicó una fuente de la causa.
Se sospecha que detrás de la red descubierta hay un persona que oficia de capitalista, pero aún no pudo ser identificada.
La investigación de los fiscales López Zavaleta y Guagnino comenzó el 12 de septiembre pasado, cuando se intentó determinar "el accionar de un grupo de personas que se dedicaba a actividades lucrativas no autorizadas en el espacio público". Se trataba de los manteros que instalan sus puestos en cercanías de la estación de trenes de Once y venden indumentaria deportiva.
La pesquisa dio los primeros resultados, cuando los investigadores descubrieron que en una galería comercial de la avenida Rivadavia al 2700 existían depósitos de donde era retirada la mercadería para después instalar los puestos. Estos lugares fueron denominados "depósitos intermedios".
Según el dictamen fiscal, la mercadería era retirada en bolsones por una sola persona, denominada "entregador", que hacía de coordinador con los "puesteros". La venta se hacía siempre en cercanías de los "depósitos intermedios" para tener tiempo de guardar todo ante un operativo policial. Los investigadores descubrieron un modus operandi similar en otra galería, situada en Bartolomé Mitre al 2700.
Entregador y recaudador
"El entregador, después de retirar los bolsones de los depósitos intermedios, les da la mercadería a los empleados de la organización y los puesteros y establece dónde deberá ser instalado cada puesto ambulante", se sostuvo en el dictamen fiscal, al que tuvo acceso LA NACION.
Por encima del entregador existía una pieza fundamental dentro de la red de venta ilegal, según los fiscales: el recaudador, la persona que pasaba por cada puesto para reunir el dinero obtenido por los manteros.
La mercadería llegaba a los depósitos intermedios de Once en vehículos utilitarios que salían de la villa 1-11-14, agregaron las fuentes judiciales.
"Logramos descubrir a la organización con todos sus eslabones", explicó a LA NACION la fiscal Guagnino, que en las próximas horas imputaría a varios sospechosos.
EN VOZ ALTA
"Nos manifestarnos contra una actividad ilegal y ante un Estado ausente. Seguiremos con el corte de Corrientes hasta las últimas consecuencias."
ARIEL FRIDMAN. Dueño de un local de indumentaria
"Trabajo en esta galería desde el año 64 y hoy ni siquiera abrí caja. ¡Y afuera venden de todo! Es hora de que se haga algo porque uno paga para estar acá."
ANDRÉS HERRERO. Dueño de un local de bijouterie
"La peatonal Florida es la columna vertebral del turismo de la ciudad y ni siquiera se puede caminar con tantos puestos en la calle; esto es un desastre."
ALBERTO DESTEFANO. Dueño de un local de cueros

http://www.lanacion.com.ar/1425874-una-amplia-red-de-ilegalidad-con-eje-en-la-villa-1-11-14

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