DESDE LA ARGENTINA, UN PACTO DE SILENCIO
El Gobierno evita condenar la violencia
13 de junio de 2011 Martin Kanenguiser LA NACION
La acertada estrategia de la Argentina de abrir mercados en Africa del Norte y Medio Oriente desde el fin de la convertibilidad generó en los últimos meses un pacto de silencio del Gobierno con varios regímenes autoritarios en esa zona, a contramano de la defensa de los derechos humanos invocada por Cristina Kirchner como pilar de su gestión. La Argentina destina el 8% de sus exportaciones totales a la zona, básicamente alimentos, acompañados por tubos con y sin costura. En su conjunto, ya superaron a las exportaciones locales a Estados Unidos.
Desde 2005, el incremento de las ventas a los países inmersos en la crisis árabe se multiplicó: a Libia, el 140%; a Egipto, el 80%; Argelia, el 120%, y a Túnez, el 100%.
Por lo tanto, el Gobierno y las empresas observan con gran atención el desarrollo de los acontecimientos en esa zona. "Cautela", según los expertos en comercio exterior Diana Tussie, Marcelo Elizondo y Mauricio Claverí, ha sido la estrategia del Poder Ejecutivo para observar pasivamente las rebeliones acontecidas en esos países, donde se registraron cientos de muertos por la represión.
Las razones de esta actitud responden a cuestiones de corto y mediano plazo. En el corto, al impacto del aumento del precio del petróleo sobre la balanza energética argentina, que se encamina a un nuevo déficit. En el mediano, porque los expertos coincidieron en señalar que no será fácil redireccionar las exportaciones a otras regiones, en caso de que la crisis se profundice.
Claverí, de Abeceb, dijo que "en términos del intercambio comercial, primero hizo subir el precio del petróleo y generó una huida de los inversores del mercado de acciones para refugiarse en oro y petróleo, pero luego comenzó a tener efecto sobre las cantidades vendidas en la cosecha del agro".
La directora del Programa de Instituciones Económicas Internacionales de Flacso, Diana Tussie, destacó que "el fuerte dinamismo comercial que mostró la zona en conflicto por el aumento del poder de compra, pero al mismo tiempo ahora refleja que es inestable; antes se podía apostar a que los precios de las exportaciones iban a seguir creciendo como el petróleo, pero ahora se va a achicar mucho la capacidad de compra hasta que se reordene el tablero regional".
En cambio, el experto Roberto Russell consideró que el Gobierno actúa frente a la represión con una dosis mayor de ideología que de pragmatismo. "Está jugando más lo ideológico, para diferenciarse del resto de Occidente, con una línea que no es coherente con la defensa de los derechos humanos, que es su principal bandera", indicó el académico de la Universidad Di Tella.
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