SE DICTARON EN TODO EL PAIS 58 CONDENAS POR TRATA DE PERSONAS DESDE LA SANCION D ELA LEYEl dato fue dado a conocer este miércoles en el lanzamiento del Plan Provincial de Lucha contra la trata de personas. De esa cantidad de condenas, 54 fueron por explotación sexual.
Por Rosana Villegas
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“De los casos judicializados por el delito de trata de personas, ya se han aplicado en el país 58 condenas, de las cuales 54 son por explotación sexual. Desde la sanción de la ley (en el 2008), se logró rescatar a más de 2.700 personas que eran víctimas de este tipo de delitos”, confió ayer Marcelo Luis Colombo, el fiscal coordinador de la Unidad de Asistencia para la Investigación de Secuestros Extorsivos y Trata de Personas (Ufase), quien llegó a Mendoza para el lanzamiento del Plan Provincial de Lucha contra la trata de personas, que incluirá un 0-800 para facilitar la denuncia anónima.
Si bien desde el Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos asumieron que no cuentan con registros de víctimas de tratas de personas en la provincia, sí se puede afirmar que al menos cuatro de esos condenas se aplicaron en Mendoza. Fue precisamente el Tribunal Oral Federal Nº2 de San Rafael el que ordenó que los cuatro acusados (dos hombres y dos mujeres) pasaran más de 4 años presos por el delito de explotación sexual. El caso fue reflejado por Diario UNO el 10 de mayo del año pasado.
En el lanzamiento del plan, el mismo ministro Guillermo Elizalde admitió: “La trata de personas es un delito federal legislado desde el 2008 en el que el Estado siempre ha llegado tarde. Lo que queremos ahora es anticiparnos y el mejor modo es visibilizarlo y explicitar en qué consiste. No podemos ser hipócritas, cuando hablamos de que existe trata laboral y sexual es porque existe un cliente que se aprovecha de esta situación”.
Sin embargo, uno de los mayores problemas a los que se enfrentan quienes buscan combatir este delito es la imposibilidad real que tienen las víctimas de trata para denunciar la penosa situación en que se encuentran. “En este sentido, el Estado no puede quedarse a esperar la denuncia, sino que tiene que salir a buscarlas y eso se hace generando relaciones con las ONG, es decir con el sector civil, que son adonde acuden las víctimas antes de llegar a la Justicia”, apuntó Colombo y agregó que, en el caso de la trata laboral de personas, el trabajo de la AFIP ha colaborado sustancialmente para desnudar estas explotaciones.
“Lo que buscamos con este plan, para el cual hemos armado lo que se podría llamar el primer equipo de rescate del país, es dar un abordaje integral al tema, lo que significa no sólo desnudarlo, sino también brindarle un acompañamiento a la persona que pueda ser rescatada para que tenga un trabajo digno y que no necesite volver a caer en esta situación de esclavitud, sea laboral o sexual”, concluyó Elizalde.
En el lanzamiento del plan, el mismo ministro Guillermo Elizalde admitió: “La trata de personas es un delito federal legislado desde el 2008 en el que el Estado siempre ha llegado tarde. Lo que queremos ahora es anticiparnos y el mejor modo es visibilizarlo y explicitar en qué consiste. No podemos ser hipócritas, cuando hablamos de que existe trata laboral y sexual es porque existe un cliente que se aprovecha de esta situación”.
Sin embargo, uno de los mayores problemas a los que se enfrentan quienes buscan combatir este delito es la imposibilidad real que tienen las víctimas de trata para denunciar la penosa situación en que se encuentran. “En este sentido, el Estado no puede quedarse a esperar la denuncia, sino que tiene que salir a buscarlas y eso se hace generando relaciones con las ONG, es decir con el sector civil, que son adonde acuden las víctimas antes de llegar a la Justicia”, apuntó Colombo y agregó que, en el caso de la trata laboral de personas, el trabajo de la AFIP ha colaborado sustancialmente para desnudar estas explotaciones.
“Lo que buscamos con este plan, para el cual hemos armado lo que se podría llamar el primer equipo de rescate del país, es dar un abordaje integral al tema, lo que significa no sólo desnudarlo, sino también brindarle un acompañamiento a la persona que pueda ser rescatada para que tenga un trabajo digno y que no necesite volver a caer en esta situación de esclavitud, sea laboral o sexual”, concluyó Elizalde.