18 de julio de 2018 • 02:20
Con pobreza permanente no se puede tener un país que funcione. Por eso, no alcanza con focalizarnos en la optimización del dinero o el déficit fiscal o el tipo de cambio, o la tasa de interés mientras descuidamos la pobreza. Para ello se requieren dosis de inversión que permitan incrementar la ocupación a cifras muy distintas de las que hoy proyectamos.
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- ECONOMÍA Y FINANZAS - ARGENTINA