VIERNES 08 DE ABRIL DE 2016
Los 40 allanamientos ordenados ayer por el juez Lijo son el inicio de las megacausas que agruparán las investigaciones por zonas y no por casos aislados; se incautaron paco y marihuana; 13 detenidos
Trece detenidos, más de 30 kilos de marihuana y 20.000 dosis de paco secuestrados, una granada incautada y 40 allanamientos con 500 policías son las cifras conocidas del gran operativo ejecutado ayer en las villas 31 y 31 bis, de Retiro. Pero ese ingreso masivo en uno de los asentamientos más emblemáticos de la ciudad tiene un significado más profundo: la aparición de las "causas madre" en casos de narcotráfico.
Ésa será la forma en que se focalizará la lucha contras las drogas. Quienes conocen los entretelones del caso habían advertido el cambio de paradigma. Las autoridades buscan salir del esquema de pesquisas aisladas sobre una línea de venta de drogas para pasar a causas macro que permitan golpear a la vez en toda una zona. Ayer fue el comienzo de la "causa villa 31-31 bis", tal como antes se unificaron expedientes en la causa Riachuelo, el mejor antecedente para el nuevo enfoque.
El juez federal Ariel Lijo ordenó el procedimiento con blancos múltiples que agruparon varias investigaciones que se seguían en forma paralela. Así se avanzó en un día sobre los dos principales grupos narcos: los peruanos emigrados de la villa 1-11-14 y los paraguayos conocidos como "Los Sampedranos", además de presionar a otra banda liderada por bolivianos. En todos los casos, también con mano de obra argentina.
"Estas bandas se valen de numerosos inmuebles en el interior de la villa, a tal punto que toman manzanas enteras, y así estructuran sectorizadamente los lugares de venta, de acopio y de ocultamiento de estupefacientes", consignó Lijo en su resolución. Al operativo se lo bautizó Barrios Seguros y las autoridades del Ministerio de Seguridad esperan replicarlo en la Capital y en el interior.
Ayer se vio en Retiro el paso inicial del modelo elegido: saturación policial, desalojo narco por presencia sostenida y apertura a la ayuda social. Trescientos policías se quedarán allí, pues la experiencia observada en las favelas de Río de Janeiro está presente en la toma de decisiones.
En las palabras de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quedó claro por qué fue elegida la villa 31 para la presentación del plan antinarco. La funcionaria explicó que en la ciudad de Buenos Aires la tasa de homicidios es de 6,8 cada 100.000 habitantes y en el asentamiento lindero con la Estación Terminal de Ómnibus -cuyo movimiento ayer no se vio afectado- esa tasa se eleva a 76. Con niveles de homicidios como los de América Central, es la zona porteña más violenta.
"El objetivo no es sólo los allanamientos del día de hoy [por ayer], sino también comenzar un plan que ha sido exitoso en otras ciudades de América latina, como Río de Janeiro, México, Medellín, para que haya barrios libre de droga", dijo Bullrich en su recorrida por las villas 31 y 31 bis.
Entre rejas y miedo
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La larga caminata de la ministra por los pasillos del asentamiento fue en sí misma la señal de una renovada presencia estatal en el lugar. Allí viven 40.000 personas y el temor cotidiano puede verificarse sin necesidad de palabras; sólo debe observarse que cada propiedad protege sus ingresos, ventanas y balcones con rejas más robustas que las usadas en cualquier otro barrio porteño. Todo está enrejado en la villa 31.
Las calles interiores tienen una separación de unos tres metros entre fachadas enfrentadas, piso consolidado y docenas de comercios primarios que, en general, sirven de base para la construcción en altura. No hay allí una sola casa de un piso; la mayoría tiene al menos tres plantas con accesos externos por pequeñas escaleras tipo caracol. Delante de una de las canchas de fútbol, en el barrio Carupé de la villa 31, se eleva el esqueleto de un futuro edificio de seis pisos. La autopista Arturo Illia es casi el techo de muchas construcciones. Y en esa zona se realizó la mayoría de los allanamientos.
Al lado de una despensa la policía fue recibida ayer con dos tiros de 9 mm. Fue el único momento de tensión, comentaron quienes estuvieron allí, cuando un grupo de agentes comenzó a forzar una reja que cerraba un pasillo de 20 metros. En la construcción trasera se vendía droga. El narcomenudeo y sus disputas territoriales imponen sus códigos de convivencia violenta. Siete asesinatos ocurrieron este año. Ajustes de cuentas. Delivery de muerte. "El gran problema social es el narcomenudeo, la monetización de las drogas", explicó a LA NACION el jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Roncaglia.
"Fue un operativo exitoso, que se completará con políticas sociales", agregó el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, mientras recorría la villa. Al paso de los funcionarios varios vecinos agradecían. "Es bueno que estén acá, pero no se vayan", le dijo Jonathan, uno de los vecinos, a la ministra. "Esto no es contra la gente que vive acá, sino contra los que se aprovechan de las condiciones de la zona para vender drogas", repetía Bullrich a los vecinos que la saludaban.
Fuente:
http://www.lanacion.com.ar/1887278-con-operativos-masivos-comenzo-en-la-villa-31-el-plan-antidrogas