EN CORRIENTES HAY UNAS 100 MIL PERSONAS SIN TECHO Sólo en la ciudad hay 24 asentamientos. En su mayoría, se trata de terrenos fiscales que fueron ocupados. Las organizaciones sociales advierten que el número va en aumento y exhortan una respuesta del Estado.
El déficit de viviendas en la Capital correntina se agudiza cada vez más, y en consecuencia, el número de asentamientos poblacionales en sectores alejados continúa en constante crecimiento. Según estadísticas de la Subsecretaría de Tierras del Municipio, existen unos 24 terrenos, en su mayoría fiscales, ocupados por más de 10 mil personas de escasos recursos.
Estas nuevas comunidades se ubican a la vera del río y en los predios más alejados de la zona urbana. Según señalan desde el movimiento Barrios Unidos, gran parte de los ocupas conforman núcleos familiares que llegan desde el interior provincial, aunque también hay extranjeros y capitalinos.
Desde la organización social apuntan a que la situación es preocupante considerando que miles de familias correntinas viven en el hacinamiento y sin tener cubiertas en su totalidad algunas necesidades básicas como agua potable, cloacas y luz. Todas cuestiones elementales que hacen a la calidad de vida mínima que a las que cualquier persona tiene derecho a acceder.
El caso del asentamiento “Las Casillas” da muestra fehaciente del aumento de este tipo de complejos habitacionales precarios.
Hace un año, después de una inundación provocada por grandes lluvias, un centenar de familias de los barrios la Olla, Loma Linda, Caracolero y Ongay, decidieron ocupar un terreno privado de dos manzanas ubicados en el vértice de las avenidas Tacuarí y Cartajena. Ahora, luchan por regularizar su situación y la urbanización del terreno.
Este predio de propiedad privada que se encuentra frente a los barrios Laguna Seca y Paloma de la Paz, se encontraba totalmente abandonado hace años.
Las familias cansadas del hacinamiento, las inundaciones y las promesas, construyeron de manera precaria sus casillas y se ubicaron en el lugar dispuestos a pelear por un pedazo de terreno.
En la actualidad, a un año de la instalación se pueden ver distintas construcciones de materiales y también casillas de madera y chapa de cartón, y los mismos vecinos se organizaron para realizar extensiones precarias de las redes de agua y luz eléctrica.
Testimonio
Fabiana Zabala (24 años), madre soltera de 2 niñas, educadora popular y dirigente del movimiento Barrios Unidos recuerda: “Fueron llegando de distintos barrios cercanos, ante una gran inundación y cansados de vivir en muy malas condiciones; no teníamos otra alternativa que pelear por vivir dignamente, lo hicimos fundamentalmente por nuestros chicos y hemos logrado mejorar nuestra calidad de vida a pesar de muchas necesidades”.
“Los vecinos se organizaron, se parceló en terrenos de 10x10 m y solidariamente entre todos se extendió la red de agua y de energía eléctrica, para contar con los servicios básicos”, sostuvo.
“También con la ayuda del movimiento Barrios Unidos pusimos una copa de leche en mi casa que funciona los días domingo a la mañana y a la que asisten mas de 50 chicos”, agregó.
12/12/2010
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