CRISIS POR LAS USURPACIONES / EL NEGOCIO INMOBILIARIO DETRÁS DE LAS TOMAS DE TIERRAS
Denuncian la venta de lotes en Retiro
Un referente de la villa 31 reveló que desconocidos piden hasta $ 10.000 por parcela en el nuevo asentamiento junto a la terminal
Lunes 20 de diciembre de 2010
Ocupantes del predio tomado desde hace una semana en cercanías de la villa 31, en Retiro, comenzaron ayer a vender lotes de ese terreno hasta "en 10.000 pesos cada uno", según denunció el presidente de la asociación civil Los Principitos, Juan Domingo Romero, que reveló así la existencia de un verdadero negocio inmobiliario detrás de la usurpación.
Romero, que también dirige la radio El Milenio Continúa, de la villa 31, calculó en "800" a las personas que permanecen asentadas en las cinco hectáreas pertenecientes a la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF), dependiente del gobierno nacional, situadas en el cruce de la avenida Ramos Mejía y la calle 14, en las adyacencias de la terminal de ómnibus.
"Están vendiendo lotes por 5000, 8000 y 10.000 pesos cada uno", reveló Romero, al referirse a algunos de los protagonistas de la toma.
Luego, el dirigente barrial calculó en 800 a las personas que ocupan el predio y agregó que "son oriundas, en un 90 por ciento, de Perú, Paraguay y Bolivia".
Recordó que la cantidad de usurpadores había llegado a "1200", pero se había reducido cuando la Policía Federal desalojó anteayer el tramo más cercano a las vías, luego de que trabajadores de la línea San Martín del ferrocarril realizaran una huelga para denunciar el peligro que implicaba la instalación de las casillas en proximidades de las vías del tren, que explota la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia (Ugofe SA).
Los usurpadores, según coincidieron varias fuentes consultadas por La Nacion, son personas que alquilan habitaciones en las villas 31 y 31 bis, y reclaman la construcción de viviendas propias, porque ya no pueden afrontar los costos del alquiler (ver aparte).
En el gobierno porteño veían ayer con preocupación la prolongación en el tiempo de la toma. Funcionarios de primera línea temían que, si el gobierno nacional (al que pertenecen las tierras y, a la vez, las fuerzas de seguridad que podrían controlar la ocupación) no emitía señales claras de condena al asentamiento, iba a ser muy difícil erradicarlo.
Mientras tanto, aguardaban alguna resolución judicial que ordenara el desalojo del predio. Ayer había versiones que indicaban que el juez federal Ariel Lijo estudiaba una denuncia en ese sentido.
Por su parte, los vecinos de Villa Lugano también seguían esperando el desalojo del asentamiento en terrenos del club Albariño.
Ambas ocupaciones sucedieron a la masiva toma del parque Indoamericano, donde se instalaron 5688 personas durante 10 días. Sólo abandonaron el predio luego de que los gobiernos porteño y nacional anunciaran un plan de viviendas al que no podrían acceder quienes hubieran usurpado tierras.
Tensa calma en Quilmes
En el partido bonaerense de Quilmes, donde hay ocho predios tomados por ocupan¬tes provenientes de distintos lugares, la situación durante el fin de semana fue calma luego de que la policía frustrara un nuevo intento de usurpación en un sector de la villa La Matera.
Fueron los propios vecinos de La Matera quienes llamaron a la policía y evitaron que se asentaran familias que pretendían ocupar esas tierras, situadas entre un terraplén y la calle 812, dijo Osvaldo Tondino, presidente de la Federación de Asociaciones de Fomento de la Provincia de Buenos Aires, quien estuvo en el lugar el sábado, luego del conato de toma.
No hay punteros identificados en ese caso y la versión más fuerte indica que se trata de vecinos del propio asentamiento que viven hacinados en las parcelas que ocuparon originalmente sus familias y buscaban ocupar nuevos terrenos, como ocurrió en otros lugares de la provincia en los que se produjeron ocupaciones.
La secretaria de Desarrollo Social bonaerense, Valeria Isla, dijo a La Nacion que en la mayoría de los casos las ocupaciones son concretadas por vecinos de barrios cercanos, como personas jóvenes que vivían con sus padres y que buscan trasladarse con sus familias fuera de los estrechos límites de esas viviendas.
El intendente quilmeño, Fran¬cisco Gutiérrez, tiene un problema entre manos: su distrito es el que registró más ocupaciones en la provincia luego de lo ocurrido en el Indoamericano, mientras que en otros partidos más populosos no hubo tomas o hubo muy pocas.
Las autoridades de Desarrollo Social y de Planeamiento de la comuna están concretando un relevamiento de los usurpadores en el distrito, dijo Isla.

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1335118