APUNTAN A LA POBREZA COMO LA PRINCIPAL CAUSA
Jueves, 26 de Noviembre de 2009(((((EL DATO))))): Según un estudio de la Asociación “Conciencia”, las principales causas que llevan al trabajo infantil son la pobreza, la naturalización del trabajo de los niños, la permisividad de los padres y las escuelas sin contención.
ESTEBAN MONTGAILLARD
ENVIADO ESPECIAL
Si bien la cuestión afecta en particular a las provincias del NOA, Misiones, Chaco y Formosa, el interior de Corrientes no es ajeno a la problemática del trabajo infantil en las explotaciones rurales, sobre todo en los campos donde se desarrolla la agricultura familiar y en sectores de economías regionales, como el caso del tabaco. Expertos en el tema y asociaciones que nuclean a los trabajadores del campo coinciden que se trata de una cuestión cultural, y señalan el eje del problema en la pobreza. Por su parte, una Organización No Gubernamental (ONG) realiza distintos programas en el interior de la provincia para fomentar la erradicación de este problema y que los niños vuelvan a las escuelas.
El flagelo del trabajo infantil en áreas rurales fue analizado ayer en la ciudad de Buenos Aires, en el marco de la jornada “El campo no es cosa de chicos”, organizada por la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), la Asociación “Conciencia” y el Círculo Argentino de Periodistas Agrarios (Capa). Capacitadores, estudiosos del tema, funcionarios nacionales, docentes y gremialistas del campo, dejaron en claro que el problema del trabajo infantil está latente en todo el país, y que el NEA y el NOA son las zonas donde más niños y adolescentes trabajan en explotaciones rurales, ya sea para ayudar a sus padres o para generar otro ingreso para el hogar.
Una encuesta realizada en 2006 por distintos estamentos oficiales de la Nación, determinó que en la región NOA, Misiones, Chaco, Formosa, Buenos Aires y Mendoza, sobre un total de seis millones de niños y adolescentes de entre 5 y 17 años, el 6,5% desarrollaba trabajos en áreas rurales, ya sea para subsistencia, autoconsumo o para generar algún ingreso en el hogar. En este aspecto, las zonas más problemáticas son los campos donde se practican economías regionales y agricultura familiar, donde el trabajo infantil está muy arraigado y –sostienen los profesionales- pasó a ser una cuestión cultural.
Si bien desde los organismos oficiales y no oficiales no cuentan con datos estadísticos sobre el trabajo infantil en los campos de Corrientes, los expertos que participaron ayer de la charla en Buenos Aires informaron que la provincia muestra importantes índices en este flagelo. En este caso, los sectores donde abundan estos casos son las economías regionales, como el caso del tabaco, donde existen pequeñas explotaciones que muchas veces son manejadas por familias que ponen a trabajar a los hijos. Otro sector donde se ve a muchos niños realizando labores de grandes es en la economía familiar, en la cual los pequeños ayudan a sus padres en las explotaciones para consumo del núcleo familiar.
En este caso, la secretaria de Igualdad de oportunidades y Género de la Uatre, Carolina Llanos, explicó que de los relevamientos que realizó el sindicato que nuclea a los trabajadores rurales, existen más de 300.000 niños trabajando en los campos de la Argentina. “Es un problema en el que estamos trabajando para llegar a una solución y que los chicos vayan a la escuela, en vez de trabajar en los campos de sus padres o contratados por productores”, dijo la dirigente oriunda de Santiago del Estero. Además, destacaron el nuevo marco legal que busca erradicar el trabajo infantil, que en la jornada de ayer fue expuesto por la titular de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil, Pilar Rey Méndez. (ver aparte)
Por su parte, un grupo de profesionales de la Asociación “Conciencia”, con el auspicio de algunas empresas privadas (las dos firmas tabacaleras más importantes del NOA y algunas otras vinculadas al campo) explicó cómo llevan adelante en las provincias de Salta y Jujuy el programa Porvenir, que brinda asistencia y contención a más de 1.400 niños hijos de productores tabacaleros de la zona, mediante el cual buscan erradicar la problemática del trabajo de los niños. En este caso, además de los contenidos curriculares habituales, los chicos y adolescentes aprenden computación, idiomas y manualidades (entre otras) con docentes que también son capacitados por los profesionales de la ONG.
Ante la necesidad de terminar con el trabajo infantil en la Argentina, los disertantes coincidieron en la dificultad de esta tarea. Esta cuestión se da debido a que la modalidad de trabajo de los niños en las chacras está arraigada en las zonas rurales desde los orígenes de la nación y está en la idiosincrasia de la población rural. “La causa principal del trabajo infantil es la pobreza. Tenemos que buscar soluciones laborales para los padres, para que manden a sus hijos a la escuela y no a trabajar a las chacras”, remarcó Virginia Vicente, de la Asociación “Conciencia”.
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