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07pobrezacbaLA POBREZA EN CÓRDOBA AFECTA AL 23,1%
Domingo 30 de julio de 2012  La Voz
Pasó del 21,1% en 2010 al 23,1 en 2011, según el Barómetro de la Deuda Social Argentina. ONG advierten más demanda en comedores.
por Lucas Viano
 Abejita picarona. Tiene registrados a 50 niños para almorzar, pero comen varios más.
La pobreza se estabiliza en Gran Córdoba a pesar de los buenos indicadores económicos del país en los últimos años. Instituciones sociales y algunos indicadores estadísticos privados señalan que más hogares no alcanzan a cubrir las necesidades mínimas de alimentación y otros servicios básicos (ver El problema tiene nombre: inflación, por Laura González).
Las razones: madres y padres adolescentes que no completan sus estudios secundarios y no consiguen trabajos estables, la suba de precios producto de la inflación y la inmigración en condiciones precarias.
Según datos del Barómetro de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), Gran Córdoba fue el único conglomerado urbano en el que aumentó el porcentaje de personas en hogares indigentes y pobres entre 2010 y 2011.
El estudio tomó datos no oficiales “aunque conservadores” para determinar que una familia es indigente cuando sus ingresos son menores a 309 pesos por miembro, en 2010, y 360 pesos en 2011. En tanto, la línea de la pobreza se fijó en 578 pesos per cápita en 2010 y en 720 pesos en 2011. De esta forma Córdoba pasó de tener 6,8 por ciento de personas en hogares con indigencia en 2010 a 8,9 por ciento en 2011. Las personas en hogares pobres pasaron de ser el 21,1 por ciento en 2010 al 23,1 por ciento en 2011. Es probable que en 2012 se acentúe el deterioro.
En el resto del país estos indicadores bajaron. “Probablemente tenga que ver con particularidades de Córdoba en lo que hace a cuestiones como el mercado de trabajo, u otras”, arriesga Dan Adaszko, autor del trabajo. “El aumento que se aprecia en Córdoba no es estadísticamente significativo. Puede deberse a lo que técnicamente se llama error muestral, aunque significa que Córdoba se mantuvo estable”, aclara.
Con 5,7 por ciento (pasó de 13,9 a 8,2), Tucumán fue el conglomerado urbano que más puntos de indigencia bajó entre 2010 y 2011, seguido por el Gran Buenos Aires con 3,8 (de 9 a 5,2).
Gran Mendoza bajó cuatro puntos (de 24,8 por ciento a 20,8) las personas que viven en hogares pobres y lideró este ítem entre las ciudades del interior. Gran Buenos Aires tenía en 27,1 por ciento de personas pobres. En 2011 bajó 5,7 puntos.
Entre 2010 y 2011 y a nivel nacional, la pobreza y la indigencia bajaron del 26,6 al 21,9 por ciento y del 9,2 al 5,4 por ciento, respectivamente.
“En el descenso de la indigencia incidieron la recuperación económica después de 2009 y la asignación universal por hijo. En el caso de la pobreza este último programa no tuvo tanto impacto sino, fundamentalmente, los dos años de fuerte crecimiento económico (2010 y 2011). Si no fuese por la inflación, es probable que el descenso de estos indicadores habría sido mayor”, sostiene Adaszko.
Desde las ONG. En el comedor comunitario “La abejita picarona” la demanda aumentó 30 por ciento, en especial de familias jóvenes (ver Hay más hambre el lunes).
Desde Cáritas también perciben un incremento en las personas que piden ayuda.
“Hay un aumento sobre todo de madres jóvenes, solas y con varios menores a cargo, quienes con la asignación pagan su alquiler, pero no les queda resto para el alimento cotidiano”, explican desde Cáritas.
Desde la organización de la Iglesia Católica advierten que el esquema de familia ha cambiado. “Antes las mamás podían dejar los menores a cargo de una abuela para ir a trabajar. Hoy las familias se encuentran más desintegradas, muchas mamás ya no cuentan con ese apoyo”, explican.
También observan abuelas con nietos a cargo (por orden judicial) que a su vez tiene hijos menores de edad. “Al incrementarse el número de niños, se dificulta la posibilidad de buscar trabajo”, señalan desde Cáritas. Allí coinciden en que los jóvenes son los que están engrosando la lista de nuevos pobres: “No hay trabajo y falta capacitación para poder conseguirlo. Los jóvenes se sienten muy desorientados, ya que además son conscientes de que sólo logran acceder a un nivel de trabajo precario e inestable, que no resuelve sus necesidades”.
A su vez, Córdoba recibe muchos inmigrantes del interior provincial, de otras provincias y hasta de otros países con la esperanza de que aquí estarán mejor.
El barómetro de la UCA también midió los ingresos familiares (incluye salarios, pero también otras entradas como rentas y subsidios, por ejemplo) de los diferentes años y los corrigió para eliminar el efecto distorsivo de la inflación y poder comparar el poder de compra.
En Córdoba, esta cifra pasó de 4.030 pesos en 2010 a 4.274 pesos en 2011, con lo cual el incremento fue del seis por ciento. En las otras urbes los incrementos fueron del 7,7 por ciento en Mendoza, al 11,5 en Gran Buenos Aires.
El aumento de la pobreza que marca el barómetro de la UCA coincide con un menor incremento en los ingresos familiares en Córdoba respecto de otras ciudades. No es casual.
“La pobreza y la indigencia miden si un hogar logró con sus ingresos adquirir una determinada canasta de bienes. Cuanto más suban los ingresos reales mayor será la capacidad de adquirir esa canasta y, por tanto, de salir de la pobreza”, apunta Adaszko.
Cuatro ideas de Cáritas
Educación. Se debe trabajar con énfasis en la educación, en la capacitación para ambos sexos, para que estas personas puedan conseguir empleo, pero también es necesario luchar contra la precarización laboral, señalan desde la asociación católica.
Viviendas. Son imprescindibles planes de viviendas coherentes y accesibles para la población más carenciada, que contemplen sus necesidades y posibilidades.
Lugares de tránsito. Faltan lugares de tránsito, no sólo para personas que se encuentran en situación de calle, sino para familias, para madres solas con niños, para jóvenes y parejas excluidos de los hogares. Espacios en los que además de la asistencia inmediata pueda hacerse con cada uno un trabajo de contención y acompañamiento hasta que la persona pueda resolver su situación.
Guarderías. Hacen falta más guarderías y jardines de estimulación en las barrios populares en los que las mamás y papás que trabajen puedan dejar a sus niños.
Contactos. Para contactarse con Cáritas, llamar al (0351) 429-0530. En Internet, www.caritascordoba.org.ar. Para comunicarse con el comedor “La abejita picarona”, llamar al (0351) 153-057982.

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