Megaoperativo en Rosario
Los vinculan con venta de droga, asaltos, ataques, lesiones y amenazas. Fueron detenidos 13 miembros.
Los llaman “Los Cuatreros” y en el barrio donde imponen su ley con violencia los vinculan con narcotráfico, asaltos, ataques, lesiones y amenazas. La banda había hecho pie en Cabín 9, en el extremo oeste del Gran Rosario, y los vecinos vivían aterrados: el grupo usurpaba viviendas para continuar con sus negocios.
Un megaoperativo de la Policía santafesina logró ayer la detención de 13 de sus integrantes. La Justicia, que tenía 18 investigaciones abiertas contra miembros de la banda, cree haber dado un paso clave para frenarla. Fueron 25 allanamientos –participaron 250 agentes– en los que se secuestraron una pistola calibre 22, dos tumberas, un rifle de aire comprimido y un auto que podría haber sido usado para cometer delitos. Aunque el fiscal Fernando Dalmau planteó que el grupo “podría tener relación con el tráfico de estupefacientes”, en los allanamientos no se encontró droga. La Policía dio en cambio con otro curioso material: una importante cantidad de bolsas de PVC –sustancia que se utiliza para estirar estupefacientes– que habrían sido robadas de la subcomisaría 18° de Rosario. Ese dato derivó en otra investigación para conocer el accionar de la anterior cúpula de esa seccional.
“Los Cuatreros” son una banda que desde hace años mantiene en vilo a Cabín 9. En septiembre de 2014, un operativo policial golpeó al grupo, pero no logró impedir que siga funcionado. Los vecinos relataron en ese momento que en muchas casas se colocaban chapas en las aberturas y tiraban colchones en el suelo para dormir ante el riesgo de ser heridos en los tiroteos que protagonizaban los integrantes de la banda y sus enemigos.
Tras los allanamientos de 2014 sólo uno de sus integrantes fue condenado en un juicio abreviado por la tenencia de un arma civil. Logró una pena de ejecución condicional. Debía cumplir con algunos requisitos: romper el vínculo con la banda y alejarse del barrio. El fiscal confirmó ayer que ese joven no fue encontrado en los allanamientos.
“Buscaban intimidar a los vecinos para que hicieran abandono de las viviendas y poder ocuparlas. Los amedrentaban de distintas maneras, principalmente con disparos a las propiedades, y tenemos a varias personas heridas con arma de fuego”, explicó el fiscal.
La Policía vinculaba a “Los Cuatreros” con un homicidio que se cometió en la zona. Un típico ajuste cometido por el control del territorio. El fiscal Dalmau precisó que había un pedido de captura por un crimen contra un miembro de la banda, pero que la orden no estaba vigente. Otro había estado involucrado en una causa por intento de homicidio, aunque luego se cambió la carátula a lesiones agravadas por el uso de arma de fuego.
La Justicia definía anoche cuántos de los 13 seguían detenidos. “Siete u ocho, independiente de los antecedentes, van a quedar presos por el tipo de delito que se le va a imputar, con un mínimo de 5 años de prisión. Es el núcleo duro de la banda”, anticipó Dalmau.
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