NARCOTRÁFICO: TERRITORIO, BANDAS Y FRONTERAS29 de abril
Un crimen dispara historias y recorridos. La banda liderada por Rodríguez y su hijo Maxi, acribillado en Corrientes y Pellegrini, traspuso los límites y se topó con Sergio Pared.
Alberto Carpintero | Cruz el Sur
Sergio Alberto Pared era petiso, macizo, con un cuello casi tan ancho como su cabeza, y usaba el pelo muy corto. A los 50 años había mantenido inmaculado su prontuario, hasta enero pasado, cuando le asentaron una denuncia por amenazas. Un mes después, el 14 de febrero, lo mataron de un tiro en el corazón frente a su granja de Doctor Riva al 2700. Pese a que hubo un intento por ubicar el móvil del crimen en una diferencia por “burros”, habida cuenta de su pasión por los caballos y la timba, pronto la hipótesis principal se corrió a “un asunto de drogas”. El principal acusado es un muchacho apodado Pollo, sindicado miembro de la banda de los Quemados, organización asentada a cinco cuadras del lugar del homicidio. Aunque no parece haber vinculaciones entre los casos, Maxi Rodríguez, alias Hijo del Quemado o Quemadito, había sido ultimado en la céntrica esquina de Pellegrini y Corrientes nueve días antes que Pared. Tanto el Pollo, que estuvo procesado en el caso Walter Cáceres, aquel adolescente asesinado mientras regresaba a Rosario en un micro de Newell’s que fue emboscado en barrio Las Flores, como el otro imputado, un tal Macaco, se mantenían hasta anoche prófugos..
“No había muchos como él: tipos que han vendido drogas los últimos veinte años pese a que cambian los dueños de los territorios y por lo tanto tienen que comprarle a alguien diferente según quién mande. A los viejos como él los respetaban. Pero siempre aparece alguien que no los respeta más”, opinó un vocero de la investigación sobre el caso en cuestión. El mismo portavoz señaló que su socio histórico fue el dueño de una concesionaria ubicada en el borde norte de barrio Hospitales, quien falleció hace poco.
Una hija de Pared está presa por drogas y él iba a visitarla cada sábado, dijo la misma fuente, que añadió: “A mediados del año pasado andaba preocupado. Habían pasado unos días desde que la Bonaerense le volteó un centro de distribución a la banda de los Monos, detrás del Casino, y después de la mojada de oreja a la Policía provincial se esperaban allanamientos a mansalva para quienes no tenían emprendimientos muy grandes”.
Le atribuían a Pared haberse quejado por entonces de que la sección Inteligencia (ubicada junto a la comisaría 4ª) no tenía “códigos ni respetaba los acuerdos”, por lo cual analizaba irse un tiempo “al norte” a manejar algún camión, como lo había hecho en otras ocasiones, ya que tenía carné “de quinta”.
Fue la brigada operativa Rosario (ubicada sobre la seccional 3ª) la que en diciembre pasado y “tras una investigación de tres meses” allanó un comercio en Doctor Riva en 2700 y, tras detener a una adolescente de 15 años y a otra de 17, se incautó de 145 envoltorios de cocaína y 87 tubos con la misma sustancia, aunque esta de mejor calidad: la llamada alita de mosca. El almacén donde se hizo el procedimiento está ubicado a una decena de cuadras de la Jefatura de Policía.
La trama en el sudoeste
Para diciembre de 2012 hacía ya once meses que Sergio Rodríguez, alias Quemado, había sido detenido en Entre Ríos bajo la acusación de liderar a los ejecutores del Triple Crimen ocurrido en Moreno y Doctor Riva, a 700 metros de la casa de Pared, el 1º de enero de 2012. El ataque fue una represalia a una agresión armada sucedida horas antes sobre el Quemadito, quien pudo sobrevivir.
Se le atribuía la autoría intelectual de la balacera sobre Maxi Rodríguez a Ezequiel Villalba, el Negro, a quien se presume fueron a buscar los Quemados esa trágica noche de Año Nuevo. El Negro Eze, denunciaron desde el Frente Darío Santillán, se paseó con la connivencia de la seccional 15ª por el barrio los 80 días que siguieron a la Masacre de Villa Moreno, hasta que decidió entregarse en Tribunales para hacer frente a la imputación por el ataque sobre el Quemadito. A Villalba lo sindicaban como quien disputaba territorio vinculado con el dinero del narcotráfico a los Quemados, en una modalidad de robo que se conoce como mejicaneada. Por aquel ataque sobre Maxi, el Negro Eze tiene falta de mérito.
Un vocero policial dio una versión acerca de esta disputa: “El territorio de los Quemados siempre fue de Lagos al oeste, lo que coincide con las seccionales 18ª y 19ª, que dependen de la inspección 8ª. Y del otro lado de la avenida es territorio de la comisaría 15ª, que forma parte de la inspección 3ª. De Lagos al este estaba Pared. Y es sabido que cada vez que alguien cruza algún límite vienen los tiros”.
La ejecución de Pared
Poco después de las ocho de la mañana del 14 de enero pasado, dijeron numerosos testigos en sede policial y judicial, pasó por Doctor Riva al 2700, entre Lagos y Callao, un Chevrolet Astra negro con dos personas. Desde allí alguien disparó un certero plomo, al parecer calibre 9 milímetros, que dio en la tetilla izquierda de Pared, quien cayó junto a un mural de Newell’s y agonizó un rato hasta fallecer poco después en el Heca.
Según dijeron los testigos en el Juzgado de Instrucción 10ª, los atacantes fueron Leandro Vinardi, alias Pollo y de 27 años, y un tal Walter, apodado Macaco, a quienes conocen del barrio. Al Pollo lo buscaron en la casa donde creció, en barrio Tío Rolo, pero no estaba y desde entonces, al igual que Macaco, el sindicado autor material, se mantienen prófugos.
Caso Walter Cáceres
Walter Cáceres tenía 14 años la madrugada del 4 de febrero de 2010 cuando el micro en el que viajaba de regreso a su casa, tras acompañar a la barra brava de Newell’s al partido entre ese equipo y Huracán, fue blanco de una emboscada a balazos sobre la autopista, a la altura de barrio Las Flores. Según la pesquisa, se utilizó al menos una pistola ametralladora y la agresión fue repelida desde los micros.
Como consecuencia de la balacera murió Cáceres, y resultaron heridos Carlos Muratovic y Diego Malcovic, quien fuera asesinado por un balazo efectuado por un efectivo del Comando Radioeléctrico el 24 de febrero de 2011 a una cuadra del boliche Soho, de Salta y Alvear. Esa misma noche y en ese mismo lugar, Maxi Rodríguez, el Quemadito, denunció haber sido extorsionado por efectivos de la mencionada repartición.
La investigación por el asesinato de Cáceres se destrabó a partir de una denuncia por violencia doméstica de la concubina del principal sospechoso: Carlos Fleitas, alias Chino, hoy de 30 años. A partir de esa denuncia cayeron muchos de sus allegados, entre ellos el Pollo y Daniel Delgado, apodado Teletubi.
Pollo y Teletubi quedaron comprometidos por una serie de contactos telefónicos que mantuvieron con Fleitas la noche de la emboscada y fueron procesados por la jueza Raquel Cosgaya como coautores de homicidio y lesiones graves. También Pollo fue investigado en una causa por asociación ilícita que se desprendió del expediente principal, donde fue sobreseído, al igual que en el caso por el asesinato, ya que fue desvinculado semanas antes del juicio oral que se desarrolló en diciembre de 2011 y que terminó con todos los sospechosos absueltos.
Teletubi, por su parte, es uno de los cinco procesados por el Triple Crimen y que se sentarán en el banquillo de los acusados en un próximo juicio oral y público. Días atrás, al confirmar los encausamientos firmados por el juez Juan Andrés Donnola, la Cámara Penal giró las actuaciones a la Justicia federal para que investigue una posible conexión de los Quemados con la comisaría 19ª para la venta de estupefacientes.
En el mismo debate por la Masacre de Villa Moreno estarán imputados de encubrimiento e incumplimiento de deberes tres policías. Uno de ellos, el titular de la inspección 3ª, comisario Eduardo Carrillo, se reunió con la novia del Quemadito, Sofía L., casi en forma paralela al Triple Crimen, en la esquina de Doctor Riva y Lagos, a pocos metros de donde trece meses después ejecutaron a Pared.
http://www.diariocruzdelsur.com.ar/noticia/noticia/id/12542