UN ESCÁNDALO DE PEDOFILIA EN CHILE TUVO SU COLETAZO EN SAN LORENZO - SANTA FE
Cuatro personas fueron detenidas ayer en esa ciudad del sur provincial. Todo comenzó en el país transandino, donde fue detenida una mujer que abusaba sexualmente de su hija de 4 años y su hijo de 3, frente a una cámara web.
Una mujer de 34 años fue detenida en Chile, en febrero de este año, cuando abusaba de sus pequeños hijos, de 4 y 3 años, frente a una cámara web. Los investigadores siguieron los rastros hasta llegar a la ciudad santafesina de San Lorenzo, donde ayer fueron arrestadas cuatro personas, en un procedimiento conjunto llevado adelante por agentes de Interpol, de la Policía Federal y Provincial.
Marta Verónica L.F., de 34 años y nacionalidad chilena, se desempañaba a principio de año como secretaria de una empresa de “alto prestigio” en la ciudad de Puente Alto, en el país transandino.
Su propia hermana, de 44 años y titular de la compañía, detectó -a través de un sistema de control que puso en funcionamiento para monitorear a sus empleados- que Marta ofrecía a sus pequeños hijos para videos de pederastia.
El 20 de enero de 2010, la Sección de Delitos Sexuales y Menores de la policía de Santiago de Chile comenzó la investigación.
Se determinó entonces que el 11 de enero, Marta había mantenido contacto vía correo electrónico con una dirección de Argentina. La mujer había involucrado en el texto a su hija de 4 años y a su hijo de 3.
En un primer momento, Marta ofreció a su hija para un casting, porque supuestamente el correo argentino correspondía a una productora italiana con sede en nuestro país. Esta agencia estaba interesada en contar con fotografías de la menor (con rasgos orientales, porque su padre es japonés) y poco después le pide a Marta que “eleve los tonos”, para la producción de una serie denominada Fretarnity Erotic. Concretamente, pedían fotos de corte erótico de la pequeña, a cambio de la suma de 9 mil dólares.
Marta aceptó entonces la propuesta y además puso a disposición a su hijo, de 3 años. La “productora” replicó luego que necesitaba ver a sus hijos en actos eróticos, a través de una cámara web. Fue así que la mujer concurrió el 18 de enero a un ciber-café con sus pequeños. En conexión directa con los argentinos, primero ella les practicó sexo oral a los chicos y luego hizo que ellos le hicieran lo mismo.
Días más tarde, Marta recibió un llamado telefónico en su trabajo. Era un hombre con acento argentino que se identificó como “Gio”, quien le propuso grabar en Chile una película pornográfica con los menores, por lo que estaba dispuesto a pagar 25 mil dólares. Luego de una breve negociación, el trato se cerró por 30 mil.
“Gio” puso luego una condición: quería ver nuevamente a los niños teniendo sexo frente a una webcam. Marta accedió, pero el 3 de febrero fue apresada “in fraganti” por personal policial.

La conexión argentina

Una vez a salvo los niños, Interpol de Chile solicitó colaboración de la Policía Federal Argentina y de la Agrupación de Unidades Especiales de la Unidad Regional XVII (Departamento San Lorenzo).
Con la ayuda de peritos y una operadora de Internet, se pudo determinar que el correo con el cual se contactaba la depravada chilena era utilizado desde dos direcciones de la ciudad de San Lorenzo.
Con las respectivas órdenes judiciales, los uniformados allanaron entonces una casa de calle San Juan al 600 y otra de calle Poucel al 1100.
En los procedimientos fueron detenidos Claudio A. (38 años), su concubina Adriana V. (33) y los suegros de ésta última. Además, los investigadores secuestraron dos CPU, una notebook y un pendrive.
En las máquinas incautadas no se encontró material pornográfico de ninguna clase, pero en la notebook marca LENOVO G500 se localizó una carpeta oculta y con clave de seguridad. Al ser abierta, los peritos hallaron en el interior elementos probatorios.
Además, personal especializado de esta Agrupación de Unidades Especiales halló otra carpeta oculta con fotos de diversa índole, donde aparecen menores y mayores de edad.
Los investigadores estiman que no se encontró material pornográfico en las máquinas incautadas porque los apresados borraron todos los rastros, al hacerse público el escándalo en Chile, donde los medios dedicaron mucho espacio a la cobertura del tema.

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