ACUSAN A PIÑERA DE MANIPULAR DATOS
Martes 04 de septiembre de 2012
Denuncian que el gobierno presionó a la Cepal para alterar la medición de pobreza
Por Carlos Vergara
SANTIAGO, Chile.- Una áspera polémica se desató en el país luego de que se develaran supuestas presiones del Ministerio de Desarrollo Social chileno a la Comisión Para América Latina y el Caribe (Cepal) con el fin de que este organismo recalculara las estadísticas de pobreza.

Con este nuevo cálculo, las cifras finalmente revelaron una baja y fueron presentadas a mediados de julio como un éxito de gestión por el presidente Sebastián Piñera.
Sin embargo, una investigación periodística del sitio Ciperchile.cl reveló una minuta oficial en la cual el ministerio solicitaba a la Cepal -organismo que colabora con el gobierno en el procesamiento de los datos- que corrigiera los números originales de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) e incluyera una pregunta adicional, lo que habría redundado en que el índice bajara de un 15% inicial a 14,4%.
La nueva cifra fue exhibida por el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, y por todo el oficialismo como un fuerte avance en la lucha contra la pobreza, en contraste con el magro 15,1% registrado en el último estudio de 2009, durante la administración de Michelle Bachelet.
La pregunta de la discordia, la hoy famosa "y11", ausente en las encuestas anteriores, hacía referencia a los ingresos de familiares no remunerados, desocupados e inactivos, y coincidió con la entrega de un bono en dinero a las familias más pobres por parte del actual gobierno.
El debate motivó, entre otras críticas, un furibundo editorial en el diario El Mercurio por parte del columnista Carlos Peña, titulado "El ministro Lavín pasó los límites", en el que conminó a Piñera a pedirle la renuncia al histórico dirigente.
"Ahora se sabe que Lavín disfrazaba la realidad [...] Ocultó, de manera deliberada, información relevante para evaluar la conducta del gobierno. ¿En qué gobierno un ministro puede ocultar a los ojos de todos información relevante y seguir en el cargo como si nada?", preguntó Peña en su duro editorial.
Durante un acto en Rancagua, Piñera defendió a Lavín. "Tanto las cifras que dio a conocer el Ministerio de Desarrollo Social como las cifras que dio a conocer la Cepal muestran que la pobreza está disminuyendo", dijo el presidente.
El ex jefe de la división de estudios de desarrollo social del cuestionado ministerio Andrés Hernando, que solicitó a la Cepal recalcular los índices, reconoció la manipulación.
"No sabía que el gobierno utilizaría esos datos para afirmar que se estaba ante una baja histórica. Cuando se hizo el anuncio, me sentí usado por el ministro Lavín. Yo advertí que la baja de la pobreza no era significativa", dijo Hernando.
La propia Cepal debió salir al paso para aclarar la situación. En un comunicado, anunció que revisará la continuidad de su colaboración con el gobierno de Chile, en la que participa desde su creación, en 1987.
"La Cepal lamenta el uso que se ha hecho de su prestigio institucional durante los debates que se han suscitado a partir de la divulgación de las cifras de pobreza por parte del Ministerio de Desarrollo Social y revisará la continuidad de esta colaboración", anunció, al explicar que es responsabilidad del gobierno chileno "definir los alcances temáticos de la encuesta y difundir los resultados".
También hubo otra consecuencia no menor: el fin de semana presentó su renuncia el economista Juan Carlos Feres, jefe de la unidad de estadísticas sociales de la Cepal y nexo con el gobierno en la encuesta Casen.
Con todo, los ánimos están lejos de apaciguarse. El presidente de la Comisión de Superación de la Pobreza de la Cámara baja, el diputado opositor Fuad Chahín, anunció ayer que diversos economistas, expertos de la Cepal y Lavín serán citados al Congreso para explicar los alcances de la supuesta manipulación de datos.
"Es un atentado al corazón de la fe pública", dijo Chahín, respaldado por el presidente del Senado, el socialista Camilo Escalona, que acusó al gobierno de faltar a la verdad.