EL RÉGIMEN IRANÍ, MÁS CERCA DE LA BOMBA NUCLEAR

21-07-12

Un experto afirmó a Infobae América que Irán está en condiciones de fabricar el artefacto. El nuevo programa de submarinos sería la fachada ideal para enriquecer el uranio al 90%

Crédito foto: AP
El avance de Irán en su programa nuclear es indudable. Las sanciones económicas en su contra, aunque efectivas, no lograron frenarlo. En ese escenario, son muchos los actores de la política internacional que se preguntan cuándo llegará el "día D", aquel en el que el régimen iraní confirme ante el mundo la tenencia de una bomba atómica.

Un especialista, bajo condición de anonimato, afirmó en diálogo con Infobae América que ese momento no está tan lejano. "La cantidad de centrífugas que posee -15 mil- no son suficientes para el programa civil porque se requieren 35 mil más", indicó y aseguró que ese número sí es útil para un sistema bélico.

Destacó que las informaciones acerca de que Irán está buscando vendedores de uranio son ciertas y que esa es otra prueba de la finalidad militar de sus planes. Teherán cuenta con reservas de ese metal que adquirió a Sudáfrica en la década de 1970 y que son suficientes para un reactor con finalidad científica. Sin embargo, señaló el experto, reiniciaron la búsqueda de nuevos vendedores del material.

"La diferencia en el enriquecimiento de uranio para uno u otro fin es la tecnología, el cómo lo hacen", consideró. "El año pasado, Irán llegó al 20% en la planta de Natanz. Allí tiene 9.200 centrífugas y 6200 kilogramos de uranio enriquecido al 3,5% (gas) que puede convertirse al 90% siendo suficiente para construir una bomba", explicó.

"En Fordo, sólo se pueden poner 3 mil centrífugas, algo que sería inviable para un reactor de energía civil, pero sí para una bomba. Allí, los iraníes tienen 150 kilogramos enriquecidos al 20%, que podrían reutilizarse para la fabricación de cuatro artefactos", agregó utilizando datos surgidos del último informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

Infobae América consultó acerca la capacidad real que tiene el régimen iraní para convertir la tenencia de una bomba en una ojiva nuclear, es decir, en un dispositivo que sirva para atacar a otro país.

El  especialista en seguridad internacional relacionó los numerosos sistemas de misiles que posee Irán con este objetivo. "Crearon muchos programas después de la guerra con Irak. Y ya sabemos lo que sucede: tener algo abre el apetito de tener más", señaló.

"Ellos compran los programas, los estudian y repiten, pero readaptándolos a sus necesidades. Hoy día Israel es la excusa pero tienen misiles que pueden dispararse a todas las direcciones posibles, desde Europa hasta China", detalló.

Agregó que el hecho de que Irán invierta en ellos un billón de dólares al año mientras afronta una prolongada crisis económica, refleja la importancia de esos sistemas para el régimen. "Si destinaron tanto dinero por qué no pensar que, en un futuro, tendrán un uso no convencional", sugirió.

La mayor proporción de ese dinero ingresa al país mediante la comercialización del petróleo y del gas; un sector al que la comunidad internacional está atacando mediante las sanciones dispuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU y que son reforzadas por medidas unilaterales que toman los EEUU y países de la Unión Europea, principalmente.

"Es muy importante frenarlos con presión económica", señaló pero consideró "preocupante que ni un solo país de América Latina se haya sumado" a esa forma de bloqueo. "La comunidad internacional es muy lenta pero Irán es muy rápido. Para ellos el programa nuclear es una cuestión de Estado, hace intocable al régimen, es un paraguas para proteger sus actividades fuera de Irán", destacó.

La cuestión del tiempo parece ser fundamental en el conflicto por el plan atómico iraní. Mientras el alerta y las disposiciones internacionales contra él son relativamente recientes, Teherán lleva 30 años trabajando en él, desde 1982.

En estas tres décadas, los científicos iraníes fueron avanzando paralelamente en los dos aspectos centrales para la fabricación de una bomba: el material (uranio altamente enriquecido) y el equipo explosivo.

"Al llegar al 20% aprendieron el cómo. Pero necesitan decidir si avanzan al 90% que es lo necesario", advirtió el experto a Infobae América. "Eso aún no lo sabemos. Lo que sí conocemos es que ya tienen una excusa para hacerlo: el 12 de junio pasado, el subcomandante de la Marina, Abbas Zamini, anuncio el inicio de la construcción de submarinos de propulsión nuclear".

"Para eso se necesita combustible nuclear enriquecido entre el 60  y el 90%", explicó. No obstante, "todavía deben aprender a convertir ese gas en material para una bomba".

Un proceso que, en su opinión, demorará por tiempo los planes Irán y que dará a la comunidad internacional una prórroga para unificar posición y tomar una medida unánime en el Consejo de Seguridad que paralice de por vida el fin bélico del programa nuclear.