UNA PROTESTA ISLAMISTA EN EGIPTO TERMINA CON MAS DE SESENTA MUERTOS
Las víctimas tienen heridas de bala en la cabeza y el pecho - Estados Unidos y la Unión Europea exigen contención a las autoridades, acusadas de ejercer "una brutal represión"
Agencias | El Cairo 28.07.2013 | 02:17 Cuatro de los manifestantes abatidos por las fuerzas de seguridad en El Cairo. / reuters Egipto vivió ayer una jornada negra con la muerte de más de 60 personas en choques entre seguidores del depuesto presidente, el islamista Mohamed Mursi, y la policía. Los enfrentamientos alejan cada vez más las esperanzas de una hipotética reconciliación nacional. Las protestas, que también causaron centenares de heridos, se desencadenaron la pasada madrugada y se prolongaron hasta primera hora de la mañana en las inmediaciones de la plaza de Rabea al Adauiya, en el distrito de Ciudad Naser, donde los islamistas mantienen una acampada.
Las versiones sobre lo ocurrido en una de las jornadas más sangrientas desde que iniciaron las protestas para derribar a Mubarak son contradictorias. Los islamistas achacan a la "brutal represión" las decenas de muertos registrados en la batalla campal de más de cinco horas. Los Hermanos Musulmanes rebajaron de 200 a 60 el cómputo de muertos y los heridos de 4.000 a 700. Mientras, las autoridades limitaban las víctimas mortales a 38 y a 180 los heridos.
El Ministerio del Interior culpó de la violencia a los partidarios de Mursi, a los que acusa de iniciar las agresiones al tirar piedras y disparar perdigones contra la policía, que intentó evitar que cortaran uno de los principales puentes de la ciudad. Los Hermanos Musulmanes denuncian que los agentes, apoyados por baltaguiya -matones-, atacaron a los manifestantes, contra los que dispararon con armas de fuego y escopetas de perdigones. La mayoría de las víctimas tiene heridas de bala en la cabeza, el cuello y el pecho.
Las autoridades se preparan ahora para desmantelar "muy pronto" las acampadas de los simpatizantes de Mursi en Rabea al Adauiya y la plaza del Nahda, en Giza. Los manifestantes aseguraron que no se van a mover y que resistirán de forma pacífica. En previsión de una irrupción de las fuerzas del orden, han fortificado la plaza y han levantado barreras con adoquines arrancados de las aceras. A los más de 60 muertos de El Cairo hay que sumar al menos nueve en Alejandría en torno a la mezquita de Al Qaed Ibrahim.
Los disturbios se produjeron tras un viernes de masivas protestas contra del golpe militar que depuso a Mursi. Una marea humana ocupó la plaza Tahrir en respuesta al ultimátum del jefe del Ejército, Abdel Fatah al Sisi, para poner fin al terrorissmo y a su petición de apoyo a las fuerzas del orden. El único representante de las autoridades de transición que ha reaccionado fue el vicepresidente de Exteriores, Mohamed el Baradei, que condenó "el uso excesivo de la fuerza". La prestigiosa institución suní de Al Azhar ha instado a sentarse a la mesa de diálogo porque la alternativa es la destrucción. La comunidad internacional condenó el abuso de la fuerzas y apeló al diálogo. Así lo hicieron la Unión Europea, Francia, Alemania, el Reino Unido. y Estados Unidos.
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