14.05.2018Crece la preocupación en EEUU por que las Fuerzas Armadas de Irán capturen la base militar que el país norteamericano mantiene en Al Tanaf, al sureste de Siria, según fuentes gubernamentales a las que ha tenido acceso The Washington Post.
Los temores de la Casa Blanca podrían hacer que se extendiese la campaña contra la presencia de las fuerzas iraníes en territorio sirio, en un momento en el que el presidente estadounidense, Donald Trump, había prometido "abandonar Siria muy pronto" debido a que Washington ya había cumplido con su misión de acabar con el Estado Islámico —grupo terrorista prohibido en Rusia y otros países—.
El destino final de la base de Al Tanaf ilustra bien "la confusión" que caracteriza la respuesta de Trump a la creciente "influencia política y militar" de Teherán en toda la región, subraya The Washington Post, que recuerda que la base se estableció allí para luchar contra grupos armados y recuperar el control sobre el paso fronterizo de Abu Kamal, de gran valor estratégico por ubicarse cerca de la frontera con Irak. Sin embargo, Trump también prometió que lucharía contra la presencia de Irán, que unido al Ejército sirio había frustrado los planes estadounidenses de avanzar hacia el noroeste. Trump acusó entonces a Teherán de "fomentar la violencia" y "avivar el derramamiento de sangre y el caos" en todo Oriente Medio.
"La presencia de Estados Unidos en Al Tanaf debería hacer que Trump se preguntase cuánta sangre está dispuesto a derramar y a qué precio para contrarrestar el aumento de la presencia militar de Irán", escribe The Washington Post.
La base estadounidense de Al Tanaf destaca por estar apartada de cualquier asentamiento o infraestructura. Está rodeada de kilómetros y kilómetros de desierto, motivo por el cual hasta ahora era relativamente fácil de defender. "Es como estar en Marte. Allí solo hay desierto y una carretera", afirma un oficial estadounidense al definir la base.
Sin embargo, en mayo de 2017 los aviones de guerra estadounidenses abrieron fuego contra un columna de tropas leales a Asad entre las que había milicias apoyadas por Irán. Ocurrió cerca de Al Tanaf. Unas semanas más tarde, un caza estadounidense volvió a dispararles mientras intentaban asegurar sus posiciones cerca de la base y al mes siguiente el Ejército norteamericano derribó dos drones iraníes que volaban alrededor de ella.
Un alto funcionario del Departamento de Estado que habló para el medio bajo la condición de anonimato definió esos episodios como "una semanas aterradoras". El Pentágono optó entonces por aumentar la vigilancia aérea sobre la base y armó a sus tropas con armas antitanque para defenderse mejor contra posibles ataques blindados iraníes.
"Es desconcertante que Estados Unidos esté ocupando una zona de prácticamente 55 kilómetros en Al Tanaf […] sin el consentimiento del Gobierno sirio. Es una zona que incluye el infame campo de refugiados de Rukban, donde hay militares de grupos armados ilegales que se mueven libremente cerca de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos", declaró en marzo a Sputnik el asesor del secretario del Consejo de Seguridad ruso, Alexandr Venedíktov.
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