LA ARMADA SIRIA ATACA LA CIUDAD MEDITERRÁNEA DE LATAKIAdomingo 14 de agosto de 2011
AMÁN (Reuters) - La Armada siria disparó el domingo sobre la ciudad portuaria de Latakia, según algunos habitantes, mientras el presidente Bashar el Asad amplía su ofensiva militar para aplastar las protestas contra su mandato.
Desde el inicio del mes sagrado de Ramadán el 1 de agosto, las fuerzas del Gobierno han entrado en las grandes ciudades del país donde los manifestantes demandan más libertades políticas y el fin de los 41 años de mandato de la familia Asad, dijeron activistas de derechos humanos.
"Puedo ver las siluetas de dos grandes navíos. Están disparando contra los vecindarios de Al Raml, Al Filistini y Al Shaab", dijo un testigo a Reuters por teléfono desde Latakia, donde hace tres meses entraron tanques y vehículos blindados para aplastar a la oposición en los barrios suníes de la ciudad.
"Este es el ataque más intenso a Latakia desde la revuelta. Quienquiera que saque la cabeza por la ventana se arriesga a ser acribillado. Quieren terminar para siempre con las protestas", sostuvo, agregando que unas 20.000 personas se han estado congregando a diario en la ciudad tras las oraciones nocturnas por Ramadán.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que 21 civiles murieron el domingo en la ciudad. Las muertes se produjeron después de que las fuerzas de seguridad mataran a tiros a 20 personas durante las manifestaciones del viernes por todo el país.
Un responsable de Naciones Unidas ha dicho que las fuerzas de Assd han asesinado hasta 2.000 civiles desde el inicio de la revuelta en marzo.
La Organización de Cooperación Islámica de 57 miembros llamó el sábado a una detención inmediata de la campaña militar contra los manifestantes. El presidente estadounidense, Barack Obama, y el rey saudí Abdulá reiteraron sus llamamientos a detener los ataques militares.
Obama también habló con el primer ministro británico, David Cameron, y ambos exhortaron a un cese inmediato de los ataques de las fuerzas de Asad, indicó la Casa Blanca.
También señaló que Obama y Cameron "consultarán sobre futuros pasos en los próximos días", lo que podría resultar en más sanciones contra Asad, con Washington llamando a Europa y China a estudiar sanciones a la industria petrolera de Siria, una fuente clave de ingresos para la jerarquía gobernante.
Las autoridades sirias han expulsado a la mayoría de la prensa independiente desde el inicio de las revueltas, lo que ha dificultado la verificación en terreno de los eventos.
Asad, de la minoría alauí siria, ha dicho en reiteradas ocasiones que se enfrenta a una conspiración extranjera para dividir al país de 20 millones de habitantes. Las autoridades culpan a "grupos terroristas armados" de las muertes y dicen que unos 500 policías y soldados han perdido la vida.
"Este es el ataque más intenso a Latakia desde la revuelta. Quienquiera que saque la cabeza por la ventana se arriesga a ser acribillado. Quieren terminar para siempre con las protestas", sostuvo, agregando que unas 20.000 personas se han estado congregando a diario en la ciudad tras las oraciones nocturnas por Ramadán.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que 21 civiles murieron el domingo en la ciudad. Las muertes se produjeron después de que las fuerzas de seguridad mataran a tiros a 20 personas durante las manifestaciones del viernes por todo el país.
Un responsable de Naciones Unidas ha dicho que las fuerzas de Assd han asesinado hasta 2.000 civiles desde el inicio de la revuelta en marzo.
La Organización de Cooperación Islámica de 57 miembros llamó el sábado a una detención inmediata de la campaña militar contra los manifestantes. El presidente estadounidense, Barack Obama, y el rey saudí Abdulá reiteraron sus llamamientos a detener los ataques militares.
Obama también habló con el primer ministro británico, David Cameron, y ambos exhortaron a un cese inmediato de los ataques de las fuerzas de Asad, indicó la Casa Blanca.
También señaló que Obama y Cameron "consultarán sobre futuros pasos en los próximos días", lo que podría resultar en más sanciones contra Asad, con Washington llamando a Europa y China a estudiar sanciones a la industria petrolera de Siria, una fuente clave de ingresos para la jerarquía gobernante.
Las autoridades sirias han expulsado a la mayoría de la prensa independiente desde el inicio de las revueltas, lo que ha dificultado la verificación en terreno de los eventos.
Asad, de la minoría alauí siria, ha dicho en reiteradas ocasiones que se enfrenta a una conspiración extranjera para dividir al país de 20 millones de habitantes. Las autoridades culpan a "grupos terroristas armados" de las muertes y dicen que unos 500 policías y soldados han perdido la vida.