SIRIA: LOS COMBATES SE ACERCAN A DAMASCO
Lunes 29 de agosto de 2011
Reprimen un intento de marchar a la capital
AMMAN.- En una muestra del avance del levantamiento rebelde en Siria pese a la sangrienta represión lanzada por el presidente Bashar al-Assad, que dejó 2200 personas muertas desde marzo, fuerzas leales al régimen se enfrentaron ayer cerca de un suburbio de Damasco contra militares desertores que se negaron a disparar en una protesta.

Se trata de las primeras deserciones cerca de la capital, donde se localiza el núcleo duro de las fuerzas de Al-Assad. Decenas de soldados desertaron y huyeron a Al-Ghouta, una zona de terrenos agrícolas, luego de que las fuerzas leales al mandatario dispararan a una multitud cerca del suburbio de Harasta, en Damasco, para evitar que marcharan hacia la capital, según relataron residentes.
"El ejército lleva toda la noche disparando armas pesadas en Al-Ghouta y les respondieron con rifles más pequeños", dijo, por teléfono, un residente de Harasta. Siria expulsó a los medios independientes desde que, en marzo, comenzó la revuelta contra Al-Assad, por lo que las informaciones provenientes de ese país mayormente surgen de afirmaciones de testigos directos de los disturbios.
Presión
Tras cinco meses de revuelta, Al-Assad está bajo presión por la represión de las protestas callejeras y el asesinato de civiles opositores. Si bien las Naciones Unidas y las grandes potencias han exigido reiteradamente el cese del derramamiento de sangre en Siria, ayer se agregaron a los cuestionamientos la Liga Arabe y el presidente turco Abdullah Gül, un ex aliado del régimen sirio.
En un encuentro que tuvo lugar en El Cairo, la Liga Arabe, que ayer se reunió por primera vez para tratar la situación en Siria desde el inicio de la insurrección, decidió enviar a Damasco a su secretario general, Nabil al-Arabi, para impulsar reformas, y pidió en un documento el cese de la represión "antes de que sea demasiado tarde".
Los delegados sirios en el organismo protestaron por el hecho de que la Liga hiciera público un comunicado, "pese a que la reunión terminara con un acuerdo sobre el hecho de que no se difundiera ninguna nota o se hiciera una declaración ante la prensa".
"Estamos muy tristes. Se dice que los incidentes terminaron y después otras 17 personas mueren. ¿Cuántos serán hoy? Claramente, hemos llegado a un punto donde cualquier cosa sería muy poco y muy tarde. Hemos perdido la confianza [en Siria]", dijo a su vez Gül, en una entrevista.
En tanto, Irán, el más fuerte aliado del régimen sirio, salió ayer en su defensa: el canciller Ali Akbar Salehi advirtió ayer a la OTAN que si ataca a Siria, "se hundirá en un pantano del que no podrá salir".