MANIFESTANTES IRANÍES ASALTAN LA MISIÓN BRITÁNICA EN TEHERÁN Y PIDEN QUE SE EXPULSE AL EMBAJADOR agencias / teherán Día 29/11/2011
Unos 200 estudiantes queman banderas del Reino Unido y lanzan «cócteles molotov» contra la sede diplomática en protesta por la adopción de sanciones contra el programa nuclear de Irán.
Unos 200 estudiantes queman banderas del Reino Unido y lanzan «cócteles molotov» contra la sede diplomática en protesta por la adopción de sanciones contra el programa nuclear de Irán.
Unos 200 manifestantes iraníes han asaltado este martes la Embajada británica en Teherán, donde han arrancado la bandera de Reino Unido y la han cambiado por la de Irán, según informa la agencia France Presse. Los asaltantes, contrarios a las sanciones adoptadas contra Irán por su polémico programa nuclear, han lanzado «cócteles molotov» en el interior de la sede diplomática, desencadenando un incendio en uno de los edificios del complejo. Además, han saqueado documentos oficiales, han lanzado piedras contra los cristales y han quemado banderas británicas e israelíes, según imágenes retransmitidas por televisión.
Horas después del primer asalto -lograron acceder al recinto en otras dos ocasiones, tras sendas intervenciones policiales- los manifestantes decidieron abandonar los dos complejos de la Embajada británica que habían ocupado y cesaron sus protestas, según informan los medios locales. «Después de que las fuerzas de seguridad dieran un ultimátun a los estudiantes, la protesta ha acabado en el principal recinto británico», en el centro de la capital, informó la agencia Fars.
El incidente se produjo al término de una manifestación de estudiantes frente a la legación británica convocada por organizaciones universitarias ultraconservadoras del régimen islámico, en contra del Gobierno de Londres, con el que Teherán ha decidido reducir el nivel de sus relaciones diplomáticas. Los empleados de la delegación británica han tenido que huir del edificio por la puerta trasera, según la agencia iraní Mehr.
«¡Vamos a apoderarnos de la Embajada!»
Después de que las fuerzas de seguridad iraníes lograran expulsar a los manifestantes que irrumpieron en el recinto, un nuevo grupo de estudiantes islámicos volvió a asaltar la sede pasadas las tres de la tarde, hora española. Posteriormente, los estudiantes volvieron a asaltar la sede, donde retuvieron a seis miembros de su personal, según la agencia local Fars. Pese a la actuación de la policía, que rodeó la legación -situada en una amplia finca del norte de Teherán-, los manifestantes lograron encaramarse al muro de la embajada con banderas y pancartas y un grupo numeroso entró en las instalaciones. Unas 200 personas entraron en el recinto de la embajada. Varias de ellas fueron detenidas por los agentes, que los retuvieron en el jardín de la legación, según la agencia iraní Mehr.
A media que pasaban las horas, el número de manifestantes concentrados delante de la sede diplomática aumentaba, exigiendo a las autoridades la liberación de sus compañeros. Los concentrados, estudiantes ultraconservadores del régimen islámico, han hecho público un comunicado en el que exigen que se expulse de inmediato al embajador y que se rompan las relaciones con el Reino Unido, país al que denominan «el zorro viejo». «¡Vamos a apoderarnos de la Embajada británica!», gritaban los estudiantes.
También afirman que no tienen intención de retirarse del lugar y propugnan la ocupación permanente de la embajada británica, como sucedió con la de Estados Unidos el 4 de noviembre de 1979, que duró 444 días y llevó a la ruptura de relaciones de Washington con Teherán.
Dos semanas para marcharse
El incidente se produce dos días después de que el Parlamento iraní ratificase por amplia mayoría una ley para rebajar el nivel de las relaciones con el Reino Unido al rango de encargado de negocios, lo que supone la retirada de embajadores. La ley pasó ayer, lunes, su último trámite, al ser convalidada como constitucional por el Consejo de Guardianes de la Revolución iraní, por lo que, según su propio texto, el Ministerio de Exteriores tiene dos semanas para aplicarla y reducir al mínimo las relaciones políticas y económicas con el Reino Unido.
La reducción de las relaciones se produce en respuesta a la decisión británica, adoptada el pasado día 21, de imponer nuevas sanciones financieras y a las industrias petrolera y petroquímica de Irán, medidas que también acordaron en esa fecha Canadá y Estados Unidos. Las sanciones se deben a la sospecha manifestada por el Organismo Internacional de Energía Atómica de que el programa nuclear iraní tiene una vertiente militar. Teherán ha negado tajantemente estas acusaciones y asegura que es exclusivamente civil, con fines pacíficos.
La UE estudia también la imposición de nuevas sanciones a Irán, mientras que Rusia las ha considerado ilegales e inadecuadas y ha señalado que merman las posibilidades de establecer una negociación con Teherán respecto a su programa nuclear.
Reino Unido y Rusia condenan el ataque
El Reino Unido ha condenado la «inaceptable" entrada de manifestantes a su embajada en Teherán, que realizaron actos de «vandalismo», y ha pedido al Ejecutivo iraní que defienda a sus diplomáticos destacados en ese país. El Gobierno de Londres ha pedido a sus nacionales en Irán que «se queden en casa» y «adopten un perfil bajo» tras el asalto a la embajada.
Rusia también ha condenado el asalto y ha llamado a las autoridades iraníes a restablecer el orden público en la capital de la república islámica. «Los actos de una multitud de manifestantes cometidos en violación de las normas del derecho internacional [...] son inaceptables y merecen una condena», informó en un comunicado el ministerio ruso de Exteriores.
Horas después del primer asalto -lograron acceder al recinto en otras dos ocasiones, tras sendas intervenciones policiales- los manifestantes decidieron abandonar los dos complejos de la Embajada británica que habían ocupado y cesaron sus protestas, según informan los medios locales. «Después de que las fuerzas de seguridad dieran un ultimátun a los estudiantes, la protesta ha acabado en el principal recinto británico», en el centro de la capital, informó la agencia Fars.
El incidente se produjo al término de una manifestación de estudiantes frente a la legación británica convocada por organizaciones universitarias ultraconservadoras del régimen islámico, en contra del Gobierno de Londres, con el que Teherán ha decidido reducir el nivel de sus relaciones diplomáticas. Los empleados de la delegación británica han tenido que huir del edificio por la puerta trasera, según la agencia iraní Mehr.
«¡Vamos a apoderarnos de la Embajada!»
Después de que las fuerzas de seguridad iraníes lograran expulsar a los manifestantes que irrumpieron en el recinto, un nuevo grupo de estudiantes islámicos volvió a asaltar la sede pasadas las tres de la tarde, hora española. Posteriormente, los estudiantes volvieron a asaltar la sede, donde retuvieron a seis miembros de su personal, según la agencia local Fars. Pese a la actuación de la policía, que rodeó la legación -situada en una amplia finca del norte de Teherán-, los manifestantes lograron encaramarse al muro de la embajada con banderas y pancartas y un grupo numeroso entró en las instalaciones. Unas 200 personas entraron en el recinto de la embajada. Varias de ellas fueron detenidas por los agentes, que los retuvieron en el jardín de la legación, según la agencia iraní Mehr.
A media que pasaban las horas, el número de manifestantes concentrados delante de la sede diplomática aumentaba, exigiendo a las autoridades la liberación de sus compañeros. Los concentrados, estudiantes ultraconservadores del régimen islámico, han hecho público un comunicado en el que exigen que se expulse de inmediato al embajador y que se rompan las relaciones con el Reino Unido, país al que denominan «el zorro viejo». «¡Vamos a apoderarnos de la Embajada británica!», gritaban los estudiantes.
También afirman que no tienen intención de retirarse del lugar y propugnan la ocupación permanente de la embajada británica, como sucedió con la de Estados Unidos el 4 de noviembre de 1979, que duró 444 días y llevó a la ruptura de relaciones de Washington con Teherán.
Dos semanas para marcharse
El incidente se produce dos días después de que el Parlamento iraní ratificase por amplia mayoría una ley para rebajar el nivel de las relaciones con el Reino Unido al rango de encargado de negocios, lo que supone la retirada de embajadores. La ley pasó ayer, lunes, su último trámite, al ser convalidada como constitucional por el Consejo de Guardianes de la Revolución iraní, por lo que, según su propio texto, el Ministerio de Exteriores tiene dos semanas para aplicarla y reducir al mínimo las relaciones políticas y económicas con el Reino Unido.
La reducción de las relaciones se produce en respuesta a la decisión británica, adoptada el pasado día 21, de imponer nuevas sanciones financieras y a las industrias petrolera y petroquímica de Irán, medidas que también acordaron en esa fecha Canadá y Estados Unidos. Las sanciones se deben a la sospecha manifestada por el Organismo Internacional de Energía Atómica de que el programa nuclear iraní tiene una vertiente militar. Teherán ha negado tajantemente estas acusaciones y asegura que es exclusivamente civil, con fines pacíficos.
La UE estudia también la imposición de nuevas sanciones a Irán, mientras que Rusia las ha considerado ilegales e inadecuadas y ha señalado que merman las posibilidades de establecer una negociación con Teherán respecto a su programa nuclear.
Reino Unido y Rusia condenan el ataque
El Reino Unido ha condenado la «inaceptable" entrada de manifestantes a su embajada en Teherán, que realizaron actos de «vandalismo», y ha pedido al Ejecutivo iraní que defienda a sus diplomáticos destacados en ese país. El Gobierno de Londres ha pedido a sus nacionales en Irán que «se queden en casa» y «adopten un perfil bajo» tras el asalto a la embajada.
Rusia también ha condenado el asalto y ha llamado a las autoridades iraníes a restablecer el orden público en la capital de la república islámica. «Los actos de una multitud de manifestantes cometidos en violación de las normas del derecho internacional [...] son inaceptables y merecen una condena», informó en un comunicado el ministerio ruso de Exteriores.