PRESIDENTE DE SIRIA HABLA DE "CONSPIRACIÓN", PERO NO ANUNCIA REFORMAS
Muchos esperaban el anuncio de reformas.
En un discurso ante el Parlamento, el presidente de Siria, Bashar al-Assad, dijo que su país es víctima de "una gran conspiración", pero no anunció reformas concretas.
Hablando por primera vez a la nación desde el estallido, el 18 de marzo, de una ola de protestas en favor de la introducción de reformas democráticas, el mandatario aseveró que se trata de "obra de conspiradores" que intentan crear "inestabilidad en Siria y en los países árabes".
Al-Assad aclaró que se dieron "claras instrucciones" a las fuerzas de seguridad de no agredir a los manifestantes.
Y aunque reconoció la necesidad de introducir reformas, no anunció ninguna concreta y menos, como se venía especulando, el levantamiento de la Ley de Emergencia vigente desde 1963, que prohíbe convocar manifestaciones.
Ley de emergencia
Desde la semana pasada, varios funcionarios se refirieron a la posibilidad que se levantase esa norma, una de las principales demandas de los manifestantes.
Impuesta tras el golpe de Estado que llevó al partido Baaz al poder, la ley otorga poderes especiales a las fuerzas de seguridad para interrogar a detenidos, controlar las comunicaciones privadas e imponer la censura a los medios de comunicación.
El presidente pronunció su discurso un día después de la renuncia del primer ministro Mohamed Nayi Otri, quien ejercía el cargo desde 2003.
La dimisión coincidió con manifestaciones multitudinarias a favor de gobierno en las principales ciudades de Siria.
Según datos de organizaciones humanitarias y la disidencia, en los últimos días un centenar de personas han muerto en el país durante protestas en reclamo de mayores libertades.
El gobierno de Damasco sostiene que los muertos son una treintena y acusa a fuerzas extranjeras de fomentar las manifestaciones que tienen como epicentro la sureña ciudad de Deraa.
Desafío
Las protestas de Deraa son consideradas como el mayor desafío que ha tenido Al-Assad desde que asumió el cargo en 2000, tras la muerte de su padre, Hafiz.
Muchos analistas consideraron el discurso de este miércoles como una prueba crucial que podría determinar el liderazgo de Al-Assad y el futuro de Siria.
El periodista de la BBC Jim Muir explica que Damasco ha apuntado principalmente hacia Israel, país al que acusa de ser el origen de más de un millón de mensajes telefónicos de texto que han urgido a los sirios a usar las mezquitas como bases para fomentar conflictos.
Según Muir, al igual que los otros países árabes, "Siria está plagada de corrupción de alto nivel y clientelismo vinculados con la represión política aplicada por los servicios de seguridad bajo leyes de emergencia draconianas en vigencia durante casi 50 años".
Hay un factor adicional: el poder se concentra en manos de la minoría alauita (una rama del Islam chiíta), a la que pertenece Al-Assad, lo que genera resentimientos entre la mayoritaria comunidad sunita.
Según Muir, a favor del gobierno están particularmente "su postura nacionalista y la firmeza en contra de Israel y en ocasiones contra los poderes occidentales", lo que le ha granjeado apoyo entre la población.
Miércoles, 30 de marzo de 2011
BBC
Redacción
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/03/110330_siria_asad_discurso_parlamento_reformas.shtml