TAMBIÉN ITALIA ABRIÓ LAS PUERTAS A UN RESCATE
Miércoles 11 de julio de 2012 | Publicado en edición impresa
La debacle europea

Monti reconoció que, como Madrid, Roma podría necesitar ayuda financiera de la UE
BRUSELAS.- Después de Irlanda, Portugal, Grecia y España, la ola de rescates podría alcanzar también a Italia, la tercera economía de la zona euro, según admitió ayer el primer ministro Mario Monti, que abrió las puertas a una ayuda mediante la adquisición de bonos de deuda soberana para aliviar la presión de los mercados.

En una actitud contrapuesta a la asumida por el presidente español, Mariano Rajoy, que en los primeros meses del año se empeñó en negar la necesidad de una ayuda hasta que el rescate europeo se impuso en los hechos, Monti hizo saber que, llegado el caso, Italia podría solicitar "un respaldo temporal con adquisiciones en el mercado secundario y primario de títulos".
El premier italiano aclaró que este respaldo sería para "contener las oscilaciones de los spread (entre los bonos italianos y los alemanes) y no una ayuda para sanear "desequilibrios" y pagar los salarios de los empleados públicos, como en casos de rescates anteriores.
"Confío aún en que nuestro país, habiéndose puesto en el duro pero ampliamente compartido camino de las cuentas en orden, no se prepare a recibir intervenciones como los financiamientos a Grecia o Irlanda. Puede haber interés en una intervención que permita el apoyo temporal de títulos emitidos con el fin de contener las fluctuaciones de los spread", sostuvo Monti tras una reunión de los ministros de Finanzas de la Unión Europea.
De todos modos, afirmó que si bien no está a la vista la necesidad de un escudo "antispread", se trata de una medida que no puede excluirse para más adelante. "Sería osado decir que Italia no tendrá nunca necesidad de este o de aquel fondo. El principio de la prudencia induce a no decirlo", indicó.
El jefe de gobierno aseguró que eso no se contempla por ahora, y descartó recurrir en lo inmediato a los fondos de rescate europeos para comprar deuda italiana. Y para distanciarse de Grecia e Irlanda, dijo que un país que solicite ayuda de los fondos de rescate no será sujeto de ninguna supervisión externa, pero tendrá que demostrar que estuvo en el camino correcto para mejorar las finanzas públicas y avanzar con las reformas.
Bajar la presión
A fines de junio, la zona euro había aceptado que los fondos de rescate como el FEEF o su sucesor, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), puedan comprar títulos de deuda de los países azotados por los mercados, como quería Monti. En ese momento el premier descartó recurrir a los fondos de rescate, pero saludó el avance obtenido tras una pulseada con varios dirigentes, entre ellos la canciller alemana Angela Merkel.
El objetivo de esta medida, cuando se requiera ponerla en práctica, es hacer bajar la presión de los mercados para los países como Italia, cuyos intereses de préstamo rondan el 6%, un nivel difícilmente soportable a largo plazo.
El viceministro de Economía de Italia, Vittorio Grilli, dijo ayer que las frágiles condiciones del mercado implicaban que la intervención de compra de bonos de parte de los fondos de rescate podría ser útil para países que no tienen grandes desequilibrios y trabajan para cumplir con todas sus metas.
Y los italianos saben que no están a salvo de sobresaltos. El Fondo Monetario Internacional indicó ayer en un informe que Italia sigue corriendo riesgo de contagio en la zona euro a pesar de las "ambiciosas" reformas adoptadas por el gobierno para reducir el déficit y reactivar el crecimiento.
El FMI elogió al gobierno de Monti por "la agenda ambiciosa de reformas", pero advirtió que existen "riesgos de que las previsiones se deterioren" ante la difícil situación financiera y económica.
"Poner en marcha rápida y enérgicamente esas reformas es clave, porque si el apoyo popular disminuye, la situación se dificulta", afirmó Kenneth Kang, responsable de la misión del FMI en Italia, al mencionar la reforma del sistema de pensiones y los ajustes.
EL DESEMPLEO EN ALZA
PARIS (ANSA).- Unas 48 millones de personas están sin empleo en los 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que pronosticó que el desempleo continuará en "alto" nivel, por lo menos, hasta finales de 2013.
En la zona euro, por ejemplo, el desempleo se elevó al 11,1% en mayo, aunque en países como España es más del doble (24,6%), mientras que en Estados Unidos alcanzó el 8,25 por ciento.
En cambio, en la mayoría de las economías emergentes, con excepción de Sudáfrica, los mercados de trabajo han "resistido bastante bien la crisis", dice el informe de la organización sobre las perspectivas del empleo en 2012.
"El desempleo en la zona OCDE seguirá siendo alto", en torno al "7,7% en el último trimestre de 2013" frente al 7,9% de mayo de 2012, informó ayer la OCDE, que tiene su sede en París.
En sintonía con los sombríos pronósticos para la economía global, la organización también advirtió sobre el aumento del desempleo de larga duración.
"Un demandante de empleo de cada tres lleva sin trabajo 12 meses o más" en la zona OCDE, que incluye a México y Chile entre sus países miembros. Pero la proporción sube al 44% en la Unión Europea.
"Para recuperar la tasa de empleo anterior a la crisis habrá que crear 14 millones de empleos en la zona OCDE", estimó el grupo.