PALIZAS, HUMILLACIONESY VIOLACIONES A LOS DETENIDOS EN VENEZUELA
 LUNES, 24 DE FEBRERO DE 2014
Tres españoles entre los que denuncian torturas en centros de detención de Caracas
Los abogados del Foro Penal Venezolano gestionan las numerosas denuncias de torturas, aunque el silencio administrativo suele ser la respuesta que reciben
También fueron agredidos periodistas y transeúntes que no se estaban manifestando
ALICIA HERNÁNDEZ (CARACAS) "Mi hijo fue torturado. Le aplicaron descargas eléctricas en los genitales, en el cuello, en todo el cuerpo, hasta que se desmayaba". Es el testimonio de Ana, nombre ficticio. No quiere dar el real por miedo. Ya ha recibido llamadas para que no hable ni cuente nada a los medios. Su hijo, al que llamaremos David, de nacionalidad española y venezolana, fue uno de los primeros detenidos en las protestas de Venezuela, el 12 de febrero en Parque Carabobo. "Señora, es el Gobierno. Su hijo está detenido en Plaza Venezuela", le dijeron a Ana, pero colgaron enseguida sin darle más explicaciones. Ella ya sabía que estaba preso porque, justo cuando lo agarraron, David logró darle al botón de rellamada y decirle unas palabras confusas a su madre. Ya no se pudo comunicar más con él hasta que lo soltaron 30 horas después.
Ni siquiera le informaron sobre el centro de reclusión en el que se encontraba. "Fui a Plaza Venezuela, sabía que estaba allí, pero me lo negaron en todo momento. Luego un amigo me dijo que lo trasladaron a El Helicoide [sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, Sebin]. De allí pasó al Palacio de Justicia para hacer la audiencia". En ese periplo estuvo encerrado en un habitáculo de 2 por 3, compartido con otros estudiantes y autores de delitos de asesinato. Le golpearon, le dieron con palos por todo el cuerpo, golpes en las rodillas, en la espalda, en las costillas y le pusieron bolsas de plástico en la cabeza. Desde donde estaba, escuchaba los tester de corriente que previamente le habían aplicado a él y los gritos de otros compañeros. Terror en voltios.
No solo fue la tortura física. En el tiempo de reclusión los agentes le dijeron a David que el Sebin estaba en su casa "violando a tu madre, a tu hermana, que estudia Odontología, a tu hermanita pequeña, de 9 años", dando datos precisos que aumentaron el nivel de estrés sufrido por el estudiante. "Los golpes sanan, pero está muy afectado emocionalmente, pasa terror por la noche. El primer día, después de soltarlo, tuve que dormir con él", relata Ana con los ojos aguados.
"Los golpes sanan, pero está muy afectado emocionalmente, pasa terror por la noche", asegura la madre de uno de los jóvenes torturados
La fiscal al cargo dio orden para que lo viera un médico forense, pero a Ana no la dejaron entrar para ver cómo revisaban a su hijo. Le hicieron un informe aparte, por médicos privados, para tener registro de todo y poder llevar la denuncia a instancias internacionales. "Le han imputado los cargos de alteración del orden público e instigación al delito. Fue uno de los primeros casos y había que denunciar fuera, porque aquí no es posible, no hay justicia", relata Ana.
"Fui a hablar con el cónsul de España. Mi hijo puede ir allá, pero no veo que haya ninguna protección. No le procuran el viaje ni nada, me dicen que se vaya con sus propios medios. Además, no existe la figura de exiliado político, porque es ciudadano español. Mis padres son de Orense", asegura.
Más denuncias de torturas a españoles
No es el único ciudadano con nacionalidad española que denuncia haber sido torturado. El otro es Juan Manuel Carrasco, estudiante de Carabobo, quien asegura que fue violado analmente con un fusil. "Mi hijo fue vilmente maltratado, humillado, violado, vejado por los del uniforme verde", declaró su madre a la prensa. "Ingresa refiriendo hemorragia rectal (rectorragia), dolor abdominal, con defensa y contractura, maniobra de Blumber (sic) positiva. Se solicita tomografía axial computarizada de abdomen con contraste, motivo por el cual se solicita endoscopia superior e inferior, exámenes de laboratorio y hospitalización para tratamiento parenteral (hidratación antibioticoterapia intravenosa, dieta absoluta. Diagnóstico: hemorragia digestiva inferior, abdomen agudo, deshidratación moderada", reza el informe médico independiente hecho a Carrasco, quien también tiene la nacionalidad venezolana.

"No puedo aceptar ni creer que el Gobierno español le dé más protección a su ciudadano que el Gobierno de Venezuela. Mi hijo fue tratado como un perro sarnoso. Que le pidan perdón a Dios a ver si él lo hace, porque yo por ahora no los puedo perdonar. Destruyeron la vida de mi hijo y de otros muchachos, nos destruyeron como familia. No lo puedo aceptar", sostiene su madre.
ZoomNews no ha podido tener datos del tercer ciudadano español que asegura que fue torturado. Tampoco ha podido contactar con la Embajada de España en Venezuela para conocer su versión de los hechos.
Sin comida, agua, ni atención médica
El Foro Penal Venezolano, organización sin ánimo de lucro conformada por abogados con una red de asistencia gratuita en todo el país, se ha encargado en estos doce días de atender las denuncias y llevar los casos de la mayoría de los detenidos a causa de las manifestaciones. "En más de 15 años es la primera vez que tenemos tantas detenciones en tan poco tiempo. Hemos tenido una labor de 24 horas", aclaró su director, Alfredo Romero.
"Hay asesinatos con tratos crueles e inhumanos, abusos de las Fuerzas Armadas. Uno de los más graves, el caso de Geraldine Moreno, muerta por perdigonazos en la cara", resaltó Romero. "A pesar de la gravedad del asunto, no encontramos respuesta de la Fiscalía General del Estado, ni del Defensor del Pueblo. Instamos a los organismos internacionales a que investiguen esto, porque hay 18 casos de tortura, declarados en audiencias, pero hay más de 40 casos en total".
Melanio Escobar: "Ha habido violaciones graves de los derechos humanos. Les han hundido la cabeza en gasolina, otro tiene costillas fracturadas, todos están llenos de morados"
"Les llevamos agua y comida, porque no les dieron nada durante toda su reclusión. Compramos el jamón y el queso que peor pinta tenía, para que a los guardias no les provocara, porque si no, no llega a los chamos, ellos se lo comen. También les llevamos pasta de dientes y cepillos. A los policías les dimos también para que no se los quedaran", relata Melanio Escobar, periodista que ha acompañado todo el proceso de detención de los estudiantes de modo altruista.
Cuenta que durante el encierro, no se les dio atención médica, "solo entró un médico de la embajada española, que no quiso dar su nombre. Fue en el Core 5 y nos dijo que los muchachos estaban bien". En el caso de S. B., otro estudiante, su situación se agravó. Entró con una lesión en la pierna y se agravó. Pero no es lo más grave que encontró Escobar. "Ha habido violaciones graves de los derechos humanos. Les han hundido la cabeza en gasolina, otro tiene tres costillas fracturadas por los golpes, todos están llenos de morados. Uno me cuenta que lo tomaron entre dos funcionarios del CICPC (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas) e hicieron cola hasta 40 funcionarios para golpearlo. Todo esto en el centro de Parque Carabobo". La mayoría de los detenidos, al igual que David, tienen prohibido manifestarse y declarar a los medios.
También a periodistas
Pero las vejaciones no se dan solo en los centros de reclusión. En las manifestaciones se reprime duramente con bombas lacrimógenas y perdigones de plástico y metal. En algunos casos, antes de ser detenidos, a algunos manifestantes los golpearon. Eduardo Leal no se manifestaba, iba a trabajar. Este fotoperiodista portugués se encontraba con su cámara en el Parque Carabobo el pasado 12 de febrero: "De repente me atacaron, me dieron un golpe en la parte izquierda de la cara. Intento correr, trato de huir, no entendía nada porque creía que me robaban. Caí al suelo. Recuerdo que aseguré la cinta de la cámara en la mano, pero me siguen golpeando y quedo inconsciente. Luego no recuerdo más. Vuelvo a ser consciente en el CICPC", rememora Leal, quien asegura que no es capaz de saber nada más, aunque sus magulladuras demuestran los abusos sufridos. Le robaron la cámara y el lente que cargaba con él. Descarta el robo común, porque no le quitaron ni un céntimo de lo que llevaba encima.
P.C. ni siquiera se estaba manifestando. Venía de comer con sus amigos y caminaron hasta el metro de Chacaíto, único abierto cerca de donde se encontraban. Se escuchaban las detonaciones a lo lejos, pero la zona estaba tranquila. De repente pasaron motorizados de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y empezaron a lanzar perdigonazos a todos. "Había señoras corriendo que salían del Centro Comercial Lido y niños. Vimos como aprovecharon para robar celulares. Me dispararon pero de lejos, solo me dio una esquirla", apunta. A un amigo le dieron en las dos rodillas: "Para que no sigas corriendo", le espetaron.
Trató de correr pero empezaron a perseguirlo. Dos PNB, uno por delante y otro por detrás, le cortaron el paso. Viéndose acorralado, levanto las manos. "¿Me vas a disparar?". La respuesta fue un perdigonazo por la espalda que le ha dejado numerosos boquetes, como se puede ver en la imagen que acompaña esta información.
El balance del Foro Penal Venezolano es de 539 detenciones en todo el país: 138 sometidos a procesos penales, 19 privados de libertad, 18 torturados con declaración en audiencia, más de 40 torturas sin denuncia "por miedo", y 7 muertos "responsabilidad del Estado", según los abogados de este organismo. Estas cifras son del domingo en la mañana. Pero mutan a cada rato, porque las denuncias no paran de llegar.

http://www.zoomnews.es/206558/actualidad/mundo/venezuela-denuncias-torturas