DETIENEN A UN LÍDER DEL CARTEL DE JUÁREZ
José Antonio Acosta Hernández, alias "el Diego", reconoció haber ordenado 1500 asesinatos
Lunes 01 de agosto de 2011
CIUDAD DE MEXICO.- En otro fuerte revés para los carteles del narcotráfico, la policía mexicana anunció ayer la captura de José Antonio Acosta Hernández, alias "el Diego", el sanguinario líder de uno de los brazos armados del cartel de Juárez y al que se le atribuye haber ordenado 1500 asesinatos
La detención de Acosta, un violento ex policía, fue calificada por el presidente Felipe Calderón en su cuenta de Twitter como el "máximo golpe" de la operación en Ciudad Juárez, que comenzó en abril de 2010 cuando unos 5000 policías fueron desplegados para combatir la violencia de la droga.

Las autoridades mexicanas identificaron a Acosta como el líder de La Línea, una banda de asesinos a sueldo y policías corruptos que actúan como sicarios del poderoso cartel de Juárez.
El jefe de los sicarios, de 33 años, fue capturado el viernes en la violenta ciudad del estado de Chihuahua junto con uno de sus guardaespaldas, pero las autoridades recién confirmaron el arresto minutos antes de presentarlo ayer en una conferencia de prensa. Con una camisa de mangas largas, Acosta entró rengueando, escoltado por dos policías federales enmascarados, y se paró ante las cámaras por unos pocos minutos.
Apodado "el Diego", Acosta le dijo a la policía federal que él mismo había ordenado 1500 asesinatos. Los investigadores piensan que orquestó un ataque el año pasado que causó la muerte de una empleada consular de Estados Unidos, su esposo y el marido de otra trabajadora consular en Ciudad Juárez.
Entre los otros notorios crímenes que reconoció Acosta se encuentran la detonación de un coche bomba en julio de 2010 y una masacre en la que murieron 15 personas -en su mayoría adolescentes- en una fiesta, ambos en Ciudad Juárez, considerado uno de los lugares más violentos del mundo. En 2010 murieron allí 3097 personas y hasta ayer los registros contabilizaban 1300 muertes.
Como ex policía estatal, Acosta construyó su propio imperio criminal, no sólo como líder de una pandilla de sicarios, sino también extorsionando a empresarios y realizando secuestros a cambio de grandes rescates.
"Sin duda la detención de «el Diego» es un golpe importante para el gobierno de México, era una de las personas que, por sus acciones, han tenido más violencia y radicalidad en la disputa que tienen por el poder en Chihuahua el cartel de Juárez y el del Pacífico", dijo Ramón Pequeño, el director de la división antidrogas de la policía federal.
Según el funcionario, entre las víctimas del delincuente se encuentran policías de los tres poderes del gobierno, integrantes de grupos rivales, de su misma organización a quienes les perdió la confianza y otras personas no vinculadas con grupos criminales a quienes se privó de la vida por equivocación al pensar que se trataba de integrantes del cartel del Pacífico.
Según cifras oficiales, la violencia ligada al crimen organizado ha dejado más de 41.000 muertos en México desde diciembre de 2006, cuando el presidente Felipe Calderón, apenas llegado al poder, lanzó un operativo antidrogas en el que participan más de 50.000 militares.