GRECIA EVALÚA FORMAR UN GOBIERNO SIN POLÍTICOS PARA SEGUIR EN LA EUROZONA14-05-12
Bajo la intensa presión internacional, el presidente heleno Karolos Papulias propuso una salida "a la italiana", con un gabinete formado por "personalidades alejadas de la política apoyado por el Parlamento"
Crédito foto: AP
En una jornada marcada por las presiones internacionales y el nerviosismo de los mercados, Papulias propuso una solución de urgencia que no despierta simpatías entre los políticos, con la que piensa evitar la celebración de unas nuevas elecciones en junio y una salida del país de la zona euro. Inspirado en el Ejecutivo del italiano Mario Monti -un tecnócrata al que se le pidió salvar de la quiebra a Italia-, el presidente heleno propuso un gobierno de tecnócratas, algo que, por el momento, no fue rechazado y que será objeto de nuevas negociaciones el martes entre todos los partidos con representación parlamentaria, salvo el neonazi Amanecer Dorado. La del martes será la novena jornada de negociaciones tras las elecciones legislativas.
En la reunión del lunes estuvieron presentes Evangelos Venizelos -líder del partido socialista Pasok, tercero en los comicios-, Antonis Samaras -jefe del conservador Nueva Democracia, el más votado en las legislativas del 6 de mayo- y Fotis Kuvelis -líder de Izquierda Democrática (Dimar), que consiguió 6,1% de los votos-. Tras el encuentro, Venizelos se manifestó favorable a la idea del presidente, Samaras dijo estar dispuesto a considerarla, y Kuvelis lo rechazó de plano, aunque participará en la reunión del martes.
"El presidente de la República, en un último esfuerzo, ha propuesto la formación de un gobierno de personalidades con amplio apoyo parlamentario", explicó Venizelos. "En ese sentido estamos dispuestos a apoyar un gobierno así, aunque en principio no estamos a favor de gobiernos de tecnócratas", añadió. "Un gobierno así significa la derrota de la política", consideró Kuvelis. El gobierno de tecnócratas tendría como tarea flexibilizar y renegociar a largo plazo las medidas de austeridad drásticas impuestas a Grecia a cambio de la asistencia financiera de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los líderes políticos tienen tiempo hasta el jueves para llegar a un acuerdo, pues de lo contrario estarán obligados a convocar nuevos comicios en un mes, algo que desvela a mercados, inversores y políticos griegos y europeos, que ansían que Grecia siga aplicando los ajustes exigidos a cambio de la asistencia financiera externa que recibe desde hace dos años, y sin la cual el país caería en default y se vería obligado a abandonar la zona euro.
Con esta situación, Grecia sigue prácticamente en el mismo punto de partida, con pocas opciones de pactar un gobierno de unidad nacional. Principalmente, el empantanamiento de las negociaciones se debe a las grandes diferencias entre los partidos griegos sobre la necesidad de desligarse o no -y cómo- del memorándum firmado entre el Gobierno de coalición previo a las elecciones (Pasok-ND) y la Unión Europea sobre las medidas de austeridad a cambio de los préstamos internacionales. Kuvelis, Samarás y Venizelos se han mostrado dispuestos a renegociar el memorándum, mientras que el resto de partidos exigen su inmediato abandono.
El ajuste tiene por delante un escollo para nada menor: el voto de los griegos. Si bien ningún partido logró la mayoría necesaria para gobernar solo, casi el 70% los votos de las legislativas fue para fuerzas pequeñas de izquierda y derecha pero todas "antiajuste". Nueva Democracia, Pasok y Dimar representan juntos la mayoría de los escaños en el Parlamento, es decir 168 de 300, por lo que podrían formar un nuevo gobierno. Sin embargo, Kuvelis pone como condición sine qua non la participación de la izquierda radical Syriza, segunda fuerza más votada, que se opone a las medidas de austeridad dictadas por Europa y que se ha negado hasta ahora a formar parte de esta coalición aunque sí participará en la reunión del martes.
"Un gobierno sin Syriza no tendrá el apoyo necesario del pueblo", subrayó Kuvelis. Aunque no pide una salida del euro, Syriza quiere romper con el plan de saneamiento de la economía griega elaborado por la Unión Europea y el FMI a cambio del plan de rescate. Reclama además el cese del pago de una parte de la deuda, la anulación de algunas medidas ya tomadas y nuevas medidas de crecimiento. Es más: incluso ha llegado a proponer el retorno a un devaluado dracma.
Ante unas nuevas elecciones en junio, todos los sondeos dan como gran favorito a Syriza, con un 20,5% de los votos. De ser así, y tal cual indica la legislación electoral griega, la fuerza ganadora lograría 50 diputados más que los que le correspondería por los votos. Si a este caudal se le suman los escaños de alguna formación antiajuste aliada, podría llegar a 151 de las 300 bancas del Parlamento, la mayoría necesaria para gobernar.
El antecedente italiano
En noviembre de 2011, Italia se hundía por el peso de su deuda y el jefe de gobierno Silvio Berlusconi, desacreditado por una serie de escándalos sexuales y procesos judiciales, era acusado de minar la credibilidad del país ante las instituciones europeas. El presidente Giorgio Napolitano aceptó la dimisión del Cavaliere, que acababa de perder la mayoría parlamentaria, y propuso para al presidente de la prestigiosa Universidad Bocconi de Milán, Mario Monti, como su sucesor. Con 68 años, este hombre ponderado, comisario europeo durante 10 años (1994-2004), tenían reputación de ser competente e independiente.
Monti formó un gobierno compuesto exclusivamente por expertos: un prefecto en el Ministerio del Interior, un almirante en Defensa, un magistrado en Justicia, un ex embajador en Relaciones Exteriores, un empresario en el Desarrollo Económico, un especialista en derecho social en Relaciones Sociales... Él asumió las funciones de presidente del Consejo (gobierno), así como las carteras de Economía y Finanzas.
De ese modo, obtuvo rápidamente el apoyo de las dos principales fuerzas políticas del país, hasta ese momento antagonistas: el Pueblo de la Libertad (PDL, centro-derecha) de Berlusconi y el Partido Demócrata (PD), principal formación de izquierdas. Sólo el ala más izquierdista del PD y, sobre todo, la Liga Norte, partido beligerante contra la inmigración, no apoyaron a ese gobierno de tecnócratas.
Con un amplio respaldo parlamentario, Monti comenzó a aplicar un draconiano programa de reformas sobre las pensiones y, sobre todo, una cura de austeridad sin precedentes. Hasta él mismo se mostró sorprendido cuando sus impopulares medidas no provocaron manifestaciones ni huelgas masivas.
Medio año después de la llegada al poder de "Super Mario", en abril, se vieron los primeros signos de cansancio en la población: Monti ve cómo su índice de popularidad cae por segundo mes consecutivo un 4%, aunque se sigue manteniendo en el 51%. Las últimas elecciones municipales parciales, cuya segunda vuelta se celebra el próximo fin de semana, significaron el hundimiento del PDL, un aumento moderado del PD y, sobre todo, una abstención en masa y el auge del movimiento liderado por el cómico Beppe Grillo, beligerante con los partidos tradicionales.
Otra fuente de inquietud es el aumento de las "tensiones sociales": un incremento de suicidios de empresarios, agobiados por las deudas, y de trabajadores despedidos, así como ataques contra las oficinas de impuestos. La semana pasada un atentado contra el patrón de Ansaldo Nucleare, que resultó herido, recordó los ataques terroristas de los años 1970. El atentado fue reivindicado por una célula anarquista como venganza por sus camaradas detenidos en Grecia.
Europa en alerta
El tabú de una salida de Grecia de la zona euro parece haberse roto en Europa, donde se endurece el mensaje para que Atenas aplique la austeridad pese al descontento de la calle y el caos político.
La semana pasada, la crisis política llevó a que varios políticos europeos -sobre todo alemanes- comenzaran a hablar por primera vez en público sobre una posible salida del país del euro. La posibilidad fue reconocida hoy por primera vez por un miembro del Banco Central Europeo (BCE), el titular del Banco Central de Bélgica. "Un divorcio nunca es algo bueno, puedes hacer las cosas de una manera amable, pero pueden llegar a ponerse feas y difíciles. Supongo que un divorcio amistoso, si alguna vez fuera necesario, sería posible, pero aun así lo lamentaría", afirmó Luc Coene en una entrevista concedida al diario británico Financial Times.
Los líderes de la Eurozona ya dieron a entender que si Grecia no respeta escrupulosamente las condiciones del plan de rescate internacional están preparados para dejarla salir del euro, aunque esa decisión pueda desestabilizar todo el proyecto de moneda única. "Queremos que Grecia permanezca en el euro", aseguró la vocera de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde, antes de la reunión, pero recordó la advertencia del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso: "Si un miembro del club no respeta las reglas, lo mejor es que se vaya del club".
"Dejé perfectamente claro que nadie mencionó una salida de Grecia del área euro. Estoy fuertemente en contra (de eso). Somos 17 estados miembros siendo copropietarios de nuestra moneda común", aseguró el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y reiteró que estaba consciente de los esfuerzos hechos por Grecia en base a su acuerdo de rescate con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, aunque argumentó que no eran momentos para "relajar los esfuerzos de reformas".
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, señaló que el segundo rescate es un "pacto de solidaridad", pero advirtió de que esta solidaridad es "un camino de doble sentido" e hizo un llamamiento a Atenas a cumplir con los compromisos adquiridos.
"Grecia tiene que cumplir las exigencias. No tenemos un acuerdo con el Gobierno sino con el país y por eso tienen que cumplir los compromisos", señaló el ministro luxemburgués, Luc Frieden.
"Tenemos un acuerdo y eso significa que se deben cumplir las exigencias. Entonces fluye dinero. Si no se cumplen esas exigencias entonces tampoco fluye dinero", declaró por su parte la ministra austríaca de Finanzas, Maria Fekter.
Un mensaje similar lanzó el ministro de Finanzas irlandés, Michael Noonan, quien fue el único que dejó la puerta abierta a renegociar los términos del programa con Grecia, al instar a Atenas a cumplir con el mismo "con las variaciones que consideren necesarias".
El vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani, manifestó el lunes que "el euro es una moneda en debate" pero que en su opinión, "Grecia no va a salir del euro" y "Europa va a trabajar en favor del euro". "El euro es la moneda europea hoy y mañana", afirmó Tajani, también comisario de Industria y Empresas.
Fuente: AFP - DPA - EFE - Reuters - Telam
En la reunión del lunes estuvieron presentes Evangelos Venizelos -líder del partido socialista Pasok, tercero en los comicios-, Antonis Samaras -jefe del conservador Nueva Democracia, el más votado en las legislativas del 6 de mayo- y Fotis Kuvelis -líder de Izquierda Democrática (Dimar), que consiguió 6,1% de los votos-. Tras el encuentro, Venizelos se manifestó favorable a la idea del presidente, Samaras dijo estar dispuesto a considerarla, y Kuvelis lo rechazó de plano, aunque participará en la reunión del martes.
"El presidente de la República, en un último esfuerzo, ha propuesto la formación de un gobierno de personalidades con amplio apoyo parlamentario", explicó Venizelos. "En ese sentido estamos dispuestos a apoyar un gobierno así, aunque en principio no estamos a favor de gobiernos de tecnócratas", añadió. "Un gobierno así significa la derrota de la política", consideró Kuvelis. El gobierno de tecnócratas tendría como tarea flexibilizar y renegociar a largo plazo las medidas de austeridad drásticas impuestas a Grecia a cambio de la asistencia financiera de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los líderes políticos tienen tiempo hasta el jueves para llegar a un acuerdo, pues de lo contrario estarán obligados a convocar nuevos comicios en un mes, algo que desvela a mercados, inversores y políticos griegos y europeos, que ansían que Grecia siga aplicando los ajustes exigidos a cambio de la asistencia financiera externa que recibe desde hace dos años, y sin la cual el país caería en default y se vería obligado a abandonar la zona euro.
Con esta situación, Grecia sigue prácticamente en el mismo punto de partida, con pocas opciones de pactar un gobierno de unidad nacional. Principalmente, el empantanamiento de las negociaciones se debe a las grandes diferencias entre los partidos griegos sobre la necesidad de desligarse o no -y cómo- del memorándum firmado entre el Gobierno de coalición previo a las elecciones (Pasok-ND) y la Unión Europea sobre las medidas de austeridad a cambio de los préstamos internacionales. Kuvelis, Samarás y Venizelos se han mostrado dispuestos a renegociar el memorándum, mientras que el resto de partidos exigen su inmediato abandono.
El ajuste tiene por delante un escollo para nada menor: el voto de los griegos. Si bien ningún partido logró la mayoría necesaria para gobernar solo, casi el 70% los votos de las legislativas fue para fuerzas pequeñas de izquierda y derecha pero todas "antiajuste". Nueva Democracia, Pasok y Dimar representan juntos la mayoría de los escaños en el Parlamento, es decir 168 de 300, por lo que podrían formar un nuevo gobierno. Sin embargo, Kuvelis pone como condición sine qua non la participación de la izquierda radical Syriza, segunda fuerza más votada, que se opone a las medidas de austeridad dictadas por Europa y que se ha negado hasta ahora a formar parte de esta coalición aunque sí participará en la reunión del martes.
"Un gobierno sin Syriza no tendrá el apoyo necesario del pueblo", subrayó Kuvelis. Aunque no pide una salida del euro, Syriza quiere romper con el plan de saneamiento de la economía griega elaborado por la Unión Europea y el FMI a cambio del plan de rescate. Reclama además el cese del pago de una parte de la deuda, la anulación de algunas medidas ya tomadas y nuevas medidas de crecimiento. Es más: incluso ha llegado a proponer el retorno a un devaluado dracma.
Ante unas nuevas elecciones en junio, todos los sondeos dan como gran favorito a Syriza, con un 20,5% de los votos. De ser así, y tal cual indica la legislación electoral griega, la fuerza ganadora lograría 50 diputados más que los que le correspondería por los votos. Si a este caudal se le suman los escaños de alguna formación antiajuste aliada, podría llegar a 151 de las 300 bancas del Parlamento, la mayoría necesaria para gobernar.
El antecedente italiano
En noviembre de 2011, Italia se hundía por el peso de su deuda y el jefe de gobierno Silvio Berlusconi, desacreditado por una serie de escándalos sexuales y procesos judiciales, era acusado de minar la credibilidad del país ante las instituciones europeas. El presidente Giorgio Napolitano aceptó la dimisión del Cavaliere, que acababa de perder la mayoría parlamentaria, y propuso para al presidente de la prestigiosa Universidad Bocconi de Milán, Mario Monti, como su sucesor. Con 68 años, este hombre ponderado, comisario europeo durante 10 años (1994-2004), tenían reputación de ser competente e independiente.
Monti formó un gobierno compuesto exclusivamente por expertos: un prefecto en el Ministerio del Interior, un almirante en Defensa, un magistrado en Justicia, un ex embajador en Relaciones Exteriores, un empresario en el Desarrollo Económico, un especialista en derecho social en Relaciones Sociales... Él asumió las funciones de presidente del Consejo (gobierno), así como las carteras de Economía y Finanzas.
De ese modo, obtuvo rápidamente el apoyo de las dos principales fuerzas políticas del país, hasta ese momento antagonistas: el Pueblo de la Libertad (PDL, centro-derecha) de Berlusconi y el Partido Demócrata (PD), principal formación de izquierdas. Sólo el ala más izquierdista del PD y, sobre todo, la Liga Norte, partido beligerante contra la inmigración, no apoyaron a ese gobierno de tecnócratas.
Con un amplio respaldo parlamentario, Monti comenzó a aplicar un draconiano programa de reformas sobre las pensiones y, sobre todo, una cura de austeridad sin precedentes. Hasta él mismo se mostró sorprendido cuando sus impopulares medidas no provocaron manifestaciones ni huelgas masivas.
Medio año después de la llegada al poder de "Super Mario", en abril, se vieron los primeros signos de cansancio en la población: Monti ve cómo su índice de popularidad cae por segundo mes consecutivo un 4%, aunque se sigue manteniendo en el 51%. Las últimas elecciones municipales parciales, cuya segunda vuelta se celebra el próximo fin de semana, significaron el hundimiento del PDL, un aumento moderado del PD y, sobre todo, una abstención en masa y el auge del movimiento liderado por el cómico Beppe Grillo, beligerante con los partidos tradicionales.
Otra fuente de inquietud es el aumento de las "tensiones sociales": un incremento de suicidios de empresarios, agobiados por las deudas, y de trabajadores despedidos, así como ataques contra las oficinas de impuestos. La semana pasada un atentado contra el patrón de Ansaldo Nucleare, que resultó herido, recordó los ataques terroristas de los años 1970. El atentado fue reivindicado por una célula anarquista como venganza por sus camaradas detenidos en Grecia.
Europa en alerta
El tabú de una salida de Grecia de la zona euro parece haberse roto en Europa, donde se endurece el mensaje para que Atenas aplique la austeridad pese al descontento de la calle y el caos político.
La semana pasada, la crisis política llevó a que varios políticos europeos -sobre todo alemanes- comenzaran a hablar por primera vez en público sobre una posible salida del país del euro. La posibilidad fue reconocida hoy por primera vez por un miembro del Banco Central Europeo (BCE), el titular del Banco Central de Bélgica. "Un divorcio nunca es algo bueno, puedes hacer las cosas de una manera amable, pero pueden llegar a ponerse feas y difíciles. Supongo que un divorcio amistoso, si alguna vez fuera necesario, sería posible, pero aun así lo lamentaría", afirmó Luc Coene en una entrevista concedida al diario británico Financial Times.
Los líderes de la Eurozona ya dieron a entender que si Grecia no respeta escrupulosamente las condiciones del plan de rescate internacional están preparados para dejarla salir del euro, aunque esa decisión pueda desestabilizar todo el proyecto de moneda única. "Queremos que Grecia permanezca en el euro", aseguró la vocera de la Comisión Europea, Pia Ahrenkilde, antes de la reunión, pero recordó la advertencia del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso: "Si un miembro del club no respeta las reglas, lo mejor es que se vaya del club".
"Dejé perfectamente claro que nadie mencionó una salida de Grecia del área euro. Estoy fuertemente en contra (de eso). Somos 17 estados miembros siendo copropietarios de nuestra moneda común", aseguró el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, y reiteró que estaba consciente de los esfuerzos hechos por Grecia en base a su acuerdo de rescate con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, aunque argumentó que no eran momentos para "relajar los esfuerzos de reformas".
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, señaló que el segundo rescate es un "pacto de solidaridad", pero advirtió de que esta solidaridad es "un camino de doble sentido" e hizo un llamamiento a Atenas a cumplir con los compromisos adquiridos.
"Grecia tiene que cumplir las exigencias. No tenemos un acuerdo con el Gobierno sino con el país y por eso tienen que cumplir los compromisos", señaló el ministro luxemburgués, Luc Frieden.
"Tenemos un acuerdo y eso significa que se deben cumplir las exigencias. Entonces fluye dinero. Si no se cumplen esas exigencias entonces tampoco fluye dinero", declaró por su parte la ministra austríaca de Finanzas, Maria Fekter.
Un mensaje similar lanzó el ministro de Finanzas irlandés, Michael Noonan, quien fue el único que dejó la puerta abierta a renegociar los términos del programa con Grecia, al instar a Atenas a cumplir con el mismo "con las variaciones que consideren necesarias".
El vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani, manifestó el lunes que "el euro es una moneda en debate" pero que en su opinión, "Grecia no va a salir del euro" y "Europa va a trabajar en favor del euro". "El euro es la moneda europea hoy y mañana", afirmó Tajani, también comisario de Industria y Empresas.
Fuente: AFP - DPA - EFE - Reuters - Telam