PROTESTAS ANTINUCLEARES EN JAPÓN A LOS 6 MESES DEL TERREMOTOdomingo 11 de septiembre de 2011
TOKIO (Reuters) - Las protestas antinucleares tomaron el domingo las calles de Tokio y otras ciudades para señalar los seis meses pasados desde el terremoto y el tsunami de marzo, y mostrar su indignación por la gestión que hizo del Gobierno de la crisis nuclear provocada por las fusiones de núcleo en la central de Fukushima.
En una de las protestas más grandes, unas 2.500 personas marcharon frente a la sede del operador de la planta, Tokyo Electric Power Company, y crearon una "cadena humana" en torno al edificio del Ministerio de Comercio que supervisa la industria nuclear.
El seísmo de magnitud 9,0 y el tsunami que sacudieron la costa nordeste del país dejaron 20.000 muertos o heridos y dañaron la planta de Fukushima, provocando la peor crisis nuclear desde Chernóbil.
El accidente que provocó el miedo a la radiación y la contaminación suscitó amplias peticiones de Japón que ponga fin a su dependencia de la energía nuclear, en un país propenso a los terremotos.
Los manifestantes, que marcharon al ritmo de tambores, pidieron que se cierren por completo las centrales nucleares de Japón y un cambio en la política oficial hacia las fuentes de energía alternativas.
Entre los manifestantes había cuatro jóvenes que declararon el inicio de una huelga de hambre de 10 días para presionar por el cambio en la política nuclear japonesa.
"Creo que es muy importante que la generación joven exprese su oposición a la energía nuclear, y para dejar clara nuestra opinión necesitamos ponernos en juego y por eso hemos decidido llevar a cabo una huelga de hambre durante 10 días", afirmó Naoya Okamoto, de 20 años.
Los medios japoneses informaron de protestas similares en otras ciudades de todo Japón, en un día en el que muchos ofrecieron plegarias por los muertos del pasado 11 de marzo.
El seísmo de magnitud 9,0 y el tsunami que sacudieron la costa nordeste del país dejaron 20.000 muertos o heridos y dañaron la planta de Fukushima, provocando la peor crisis nuclear desde Chernóbil.
El accidente que provocó el miedo a la radiación y la contaminación suscitó amplias peticiones de Japón que ponga fin a su dependencia de la energía nuclear, en un país propenso a los terremotos.
Los manifestantes, que marcharon al ritmo de tambores, pidieron que se cierren por completo las centrales nucleares de Japón y un cambio en la política oficial hacia las fuentes de energía alternativas.
Entre los manifestantes había cuatro jóvenes que declararon el inicio de una huelga de hambre de 10 días para presionar por el cambio en la política nuclear japonesa.
"Creo que es muy importante que la generación joven exprese su oposición a la energía nuclear, y para dejar clara nuestra opinión necesitamos ponernos en juego y por eso hemos decidido llevar a cabo una huelga de hambre durante 10 días", afirmó Naoya Okamoto, de 20 años.
Los medios japoneses informaron de protestas similares en otras ciudades de todo Japón, en un día en el que muchos ofrecieron plegarias por los muertos del pasado 11 de marzo.