LA POLICÍA VOLVIÓ A DESALOJAR A LOS INDIGNADOS QUE DECIDIERON PASAR LA NOCHE EN LA PUERTA DEL SOL
La policía española volvió a desalojar en la madrugada de este martes a un centenar de jóvenes que hacían vigilia en la madrileña Puerta del Sol, desafiando a las autoridades, para conmemorar el primer aniversario del movimiento, que tiene previsto celebrar con actividades en toda España.
Al igual que las anteriores jornadas de movilización por el aniversario del 15-M, un pequeño grupo de indignados que decidió pasar la noche en la Puerta del Sol, a pesar de la prohibición de las autoridades de quedarse más allá de las 22 horas, fue desalojado por la policía.
Esta vez el operativo policial se saldó con entre 8 y 10 detenidos, según las fuerzas de seguridad, que se suman a los 20 arrestados durante la madrugada del domingo y el lunes, de los cuales 9 fueron liberados acusados de desobediencia y resistencia a la autoridad, por lo que no se podrán acercar a las manifestaciones.
El nuevo desalojo tuvo lugar sobre las 4 de la madrugada, cuando la policía irrumpió en una asamblea que celebraban un centenar de jóvenes en la Puerta del Sol.
Unos diez jóvenes que se resistieron agarrándose entre ellos y encadenados a los monumentos de la plaza, fueron arrestados. Las detenciones también tuvieron lugar en zonas aledañas a la Puerta del Sol, hacia donde corrieron algunos de los indignados, indicaron miembros de este grupo a través de las redes sociales.
En Barcelona, en cambio, cerca de un centenar de personas pernoctaron en la Plaza Cataluña por tercer día consecutivo sin que se registraran incidentes.
Las autoridades regionales de Cataluña, a diferencia de las de Madrid, que no permiten acampar a los manifestantes, aseguraron que los indignados tienen permiso para ocupar la plaza hasta hoy, cuando se cumple exactamente un año de la irrupción del 15-M (15 de mayo) en la escena política.
En tanto, los indignados tienen previsto cerrar hoy los tres días de movilización para celebrar su aniversario con numerosas acciones reivindicativas en defensa de la educación y sanidad pública, la dación en pago -entrega de vivienda para saldar deuda hipotecaria- y en contra de las ayudas a la banca.
Tras la manifestación multitudinaria del pasado sábado, coordinada a nivel global, que tuvo a la madrileña Puerta del Sol y Plaza Cataluña de Barcelona como símbolos, el 15-M perdió fuerza en los días siguientes, cuando la actividad se centró en charlas y debates temáticos para exponer las iniciativas y proyectos desarrollados en este último año.
Los propios indignados creen, sin embargo, que el movimiento está más fuerte que nunca, y que combina momentos de gran movilización, con manifestaciones multitudinarias, con otros de activismo político, que es menos visible pero al que cada vez se suman más ciudadanos.
El gobierno del derechista Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy ya advirtió a los indignados que no va a tolerar que vuelvan a ocupar el espacio público de forma permanente como hace un año, cuando miles de personas ocuparon las principales plazas de España durante un mes.
Esta noche será un nuevo punto de inflexión, ya que los indignados decidirán si continúan con la movilización en las plazas o se retiran a seguir trabajando en los barrios para seguir construyendo un proyecto colectivo desde la ciudadanía y al margen de los canales partidistas.
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