ARZOBISPO IRLANDES DENUNCIA ENCUBRIMIENTO A ABUSADORES SEXUALES
Dublín, 4 sep (PL) El arzobispo irlandés Diarmuid Martin afirmó hoy que existe una conspiración en los más altos niveles de la Iglesia Católica para proteger a los abusadores sexuales, sobre quienes recaen denuncias de violaciones ocurridas en décadas pasadas.

  Martin declaró en medio de un intercambio de acusaciones entre políticos irlandeses, la Diócesis de Dublín y el Vaticano que el número de los involucrados es poco, pero el daño causado por éstos es horrendo.
Ellos pueden tener amigos en otras partes de la Iglesia Irlandesa, en la sociedad irlandesa y en el Vaticano. Queda por nosotros ver dónde están y tengo la responsabilidad de que en Dublín no haya cabida para quienes violen nuestras leyes de protección de los niños, aseveró en declaraciones al diario dominical Sunday Independent.
Los pronunciamientos del prelado sumaron más tensiones al debate que ha generado un informe de una investigación sobre los abusos sexuales perpetrados por curas irlandeses de la diócesis de Cloyne entre 1996 y 2009, y la reacción del Vaticano.
Denuncias similares se multiplicaron hace dos años en Estados Unidos, Alemania, Austria, Holanda, Italia y Bélgica, que se remontan a las décadas del 80 y 90 del pasado siglo, e incluso antes.
La Santa Sede expresó este sábado en un comunicado que estaba "mortificada, arrepentida y avergonzada" por lo que sucedió en la Iglesia Irlandesa, pero negó un encubrimiento a los sacerdotes pederastas, como afirma el reporte publicado en julio último.
El canciller y vice primer ministro de Irlanda, Eamon Gilmore, dijo que la carta del Nuncio apostólico de 1997 sirvió de pretexto a algunos para evitar la colaboración con las autoridades civiles de su país en las indagaciones sobre los casos de abusos.
La misiva guarda relación con una circular de la Congregación de la Doctrina de la Fe, la cual al parecer impedía las denuncias de curas a la justicia civil.
El abuso sexual de menores constituye un crimen atroz y condenable por lo que las cuestiones precisadas en los documentos no deben obviar las obligaciones de las personas que ocupaban puestos de responsabilidad y debían de actuar con rapidez ante los abusos e informar, arguyó Gilmore.
Sin embargo, consideró seria la respuesta del Vaticano a las solicitudes de información, en alusión a un documento entregado este sábado por la Santa Sede, sin ofrecer detalles de su contenido.
Al intervenir ante el Parlamento acerca de la magnitud de las denuncias contra la Iglesia Irlandesa, el primer ministro Enda Kenny denunció en julio que las violaciones y torturas a los niños fueron minimizadas o manejadas para defender la primacía de la institución, su poder, posición y reputación.
Maeve Lewis, director del capítulo irlandés de la campaña contra el abuso infantil, consideró decepcionante la respuesta de la Iglesia Católica de Roma.
Una vez más el Vaticano no toma responsabilidad por una cultura que prevalece en la iglesia católica y que facilita el abuso sexual de niños, afirmó.
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