LAS PRESIONES SOBRE EL FUNDADOR DE WIKILEAKS CRECEN EN TODOS LOS FRENTES
Ginebra/Londres.— El fundador de Wikileaks, Julian Assange, parece estar cada vez más cercado después de que su portal difundiera los polémicos cables diplomáticos de las embajadas de EEUU. El banco suizo Swiss Post clausuró ayer la cuenta bancaria del periodista australiano, al que acusó de haber proporcionado información falsa sobre su lugar de residencia. Asimismo, el abogado de Assange aseguró ayer que su cliente está buscando reunirse con la policía del Reino Unido, después de que las fuerzas de seguridad británicas recibieran una orden de arresto europea contra el fundador de Wikileaks, quien está acusado de violación y acoso sexual en Suecia. Se cree que Assange se encuentra escondido en el sureste de Inglaterra.
Assange había acreditado la ciudad suiza de Ginebra como lugar de residencia, pero no se pudo demostrar un domicilio en el país helvético, condición imprescindible para poder abrir una cuenta en el Swiss Post. Según un portavoz del proveedor de servicios financieros del Swiss Post, PostFinance, ahora se intentará contactar con Assange para saber dónde desea que se le transfieran los fondos. De no conseguirlo, éstos serán derivados a una cuenta bloqueada hasta que alguien acreditado los reclame.
Miles de euros. El golpe del banco suizo supone la congelación de unos 31.000 euros que pertenecían a fondos personales y otros previstos para la defensa legal de Assange. A esto habría que agregar otros 60.000 euros congelados por PayPal la semana pasada.
El portal de pagos PayPal canceló la cuenta para transferencias online de la plataforma Wikileaks. La cuenta fue cerrada por una “infracción contra las condiciones de uso”, señaló la empresa, propiedad de Ebay. Las condiciones para contar con una cuenta en PayPal excluyen los servicios en caso de que éstos sean usados para “actividades ilegales”.
Arresto en puerta. Mientras tanto, la fiscalía estatal sueca confirmó ayer que entregó toda la información solicitada por la policía británica en relación a una orden de arresto contra Assange.
Según la BBC, cuando la policía británica localice a Assange, el australiano tendrá 24 horas para comparecer ante los jueces. Sobre el fundador de Wikileaks pesa una orden de extradición a Suecia, donde los fiscales quieren interrogarlo por acusaciones sobre delitos sexuales que él siempre negó. De acuerdo a Assange, las acusaciones son un complot de EEUU para encarcelarlo.
El abogado británico del periodista, Mark Stephens, dijo ayer que su cliente está en proceso de pactar una reunión con la policía de Gran Bretaña. “Julian Assange no ha sido acusado de nada”, dijo Stephens a la BBC. “Estamos en proceso de arreglar una reunión con la policía por mutuo acuerdo para facilitar ese interrogatorio que se necesita”, añadió. El abogado no dio detalles sobre cuándo será la reunión.
La posición de Australia. Por su lado, el secretario de justicia de Australia, Robert McClelland, dijo ayer que Assange tiene derecho a regresar a su país natal y recibir ayuda consular de las autoridades australianas si es arrestado en otro país. “Pero Australia también está obligada a ayudar a cualquier investigación penal sobre las actividades de Assange”, aclaró McClelland.
El gobierno australiano condenó la filtración de documentos secretos por parte de Wikileaks, argumentando que atenta contra la seguridad de EEUU y sus aliados.
Entretanto, los servidores en Suecia que dan servicio a Wikileaks fueron blanco al parecer de un ataque cibernético. Wikileaks asegura que posee varios respaldos, y que incluso un ataque cibernético efectivo no necesariamente ralentizaría o anularía la página.
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