FUERTE DERROTA ELECTORAL PARA MERKEL
Lunes 14 de mayo de 2012 |
Su partido tuvo el peor desempeño en la historia en el estado más poblado del país, Renania del Norte-Westfalia; otro avance de los piratas
Por Laura Lucchini  | Para LA NACION
13-05-12
BERLIN.- Nadie podría haber pronosticado un peor resultado para el partido de la canciller alemana, Angela Merkel. Por primera vez en la historia, los democristianos de la CDU se quedaron ayer con un escaso 26% de los votos en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia.

Las elecciones en la región más poblada de Alemania y una de las más industrializadas fueron interpretadas como un verdadero referéndum sobre la canciller y sus políticas de austeridad, cuestionadas en varios países de Europa. Tras las señales llegadas la semana pasada desde Francia, con el triunfo del socialista François Hollande, y desde Grecia -que aún no pudo formar gobierno (ver Pág. 3)-, esta vez le tocó a Merkel enfrentar la derrota en su propio país, con el peor desempeño de su partido desde la Segunda Guerra Mundial.

La de ayer fue una victoria clara de la oposición. Los socialdemócratas del SPD cosecharon el 39%, y los Verdes, socios naturales en una coalición de izquierda, el 11,4%. Esto significa que, a pesar del sorprendente resultado del Partido Pirata (7,8%) y la recuperación de los liberales, que alcanzaron el 8,5%, la centroizquierda tiene una mayoría suficiente para gobernar en el Parlamento de Düsseldorf.

Si existe un estado donde las elecciones son una prueba para los comicios federales de 2013, ése es Renania del Norte-Westfalia, y Merkel sufrió una derrota rotunda. "Este resultado me obliga a renunciar a la presidencia de la CDU en Renania del Norte-Westfalia", dijo Norbert Röttgen, flamante ministro del Medio Ambiente en el gobierno federal y el elegido de Merkel para ser el candidato.

El diario Frankfurter Allgemiene Zeitung (FAZ) había pronosticado que para Röttgen valía "el límite del 30%": debajo de esa cifra lo mejor para él sería la renuncia, y así fue.

Röttgen, cuya carrera política parecía imparable, cometió varios errores graves en su campaña electoral. Después de la convocatoria a elecciones anticipadas, fue enviado por Merkel para intentar "salvar" al partido en la región. Sin embargo, cuando se le preguntó si lideraría la oposición en el Parlamento de Düsseldorf, es decir renunciando a su cargo de ministro, no pudo dar una respuesta clara.

Después del desastroso resultado de ayer, algo quedó claro: "Ya nadie habla de Röttgen como posible sucesor de Merkel", sentenciaba ayer FAZ, el principal diario conservador.

"No logré hacer llegar nuestros temas a la población", admitió el candidato conservador, y añadió: "Es una derrota que duele". El resultado es en parte su responsabilidad, pero no estuvo solo en la derrota.

En 2010, la candidata socialdemócrata y ganadora de las elecciones de ayer, Hannelore Kraft, ya había logrado algo que parecía imposible: que el SPD terminara con el histórico liderazgo conservador en la región. Entre las principales razones de su victoria estuvo el descontento de la población por la actitud de Merkel hacia Grecia: eran los comienzos de la crisis y la canciller se resistía a conceder ayudas a Atenas.

A Kraft, sin embargo, sólo le alcanzaron los votos para formar un gobierno de minoría, que gozaba del apoyo externo de los liberales y que logró impulsar algunas decisiones importantes en educación, pero que cayó antes del final de su mandato.

Ayer, como en 2010, Grecia pesó en las urnas: la semana pasada los griegos castigaron en las urnas a los partidos que apoyaron la austeridad impuesta por Berlín. Además, la victoria de Hollande, que hizo campaña en contra de la austeridad de Merkel, fue otra derrota política para la canciller. Ahora, tras los resultados de las elecciones regionales, se espera que Berlín suavice sus posiciones.

"La victoria no tiene que ver conmigo sino con nuestros contenidos. Nuestra unidad fue el secreto de esta victoria", dijo ayer Kraft. Algunos analistas advirtieron ayer que, aunque grave, la derrota tendrá repercusiones limitadas en Berlín debido a que gran parte de la agenda de campaña es localista.

Pero ningún político sensato podría ignorar un mensaje tan evidente expresado por 18 millones de habitantes. El líder de la oposición, Sigmar Gabriel, advirtió: "Merkel ya no tiene perspectivas de poder para 2013". Añadió, además, que los resultados obligan a Europa a cambiar la trayectoria y perseguir el crecimiento: "La victoria de Hollande le da un enorme impulso al desafío de lograr un pacto de crecimiento. Este es un cambio de dirección al que Merkel se tiene que adaptar".

El triunfo del SPD y los Verdes es un empujón para la centroizquierda de cara a 2013. El partido tiene que decidir hasta qué punto apoya a Merkel en su política europea, ya que la CDU los necesita para sacar adelante el pacto fiscal en el Parlamento. Pero frente a estos resultados, los socialdemócratas podrían ir al enfrentamiento directo.