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ilarraz1LOS CURAS QUE EN 2010 DENUNCIARON A ILARRAZ POR ABUSOS EN EL SEMINARIO DE PARANÁ, TAMBIÉN SERÁN CITADOS A DECLARAR EN PRÓXIMOS DÍAS
Son ocho sacerdotes que le reclamaron al entonces arzobispo, a través de una carta
18/09/2012
Maulión se sorprendió con la denuncia de los curas en el 2010.
Varios de los curas de la Diócesis de Paraná, que en septiembre del 2010, le reclamaron al entonces arzobispo, monseñor Mario Maulión, que se adoptaran medidas por “los abusos cometidos por sacerdotes a menores” y específicamente mencionaron el caso del sacerdote Justo José Ilarraz, serían citados a declarar por la Justicia entrerriana, en el marco de la causa iniciada por orden del procurador general del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, Jorge García. La decisión fue reconocida a ANALISIS DIGITAL por fuentes judiciales y las citaciones se producirían en los próximos días.
Por D. E. (de ANALISIS DIGITAL)
El 15 de septiembre de 2010 un grupo de ocho curas con funciones en Paraná, le enviaron una carta al entonces arzobispo de esta capital, monseñor Mario Maulión. En el escrito, al que accedió ANALISIS DIGITAL, se le indicaba la “gran preocupación” por los “abusos cometidos por sacerdotes a menores confiados a su ministerio. Sobre todo, nos preocupa la creciente notoriedad que uno de los casos está teniendo entre la gente de nuestras parroquias: el del padre Justo Ilarraz, quien fuera formador del Seminario Menor a principios de los 90”, remarcaron en la nota de una carilla. La valiente decisión de los sacerdotes es tenida muy en cuenta por los magistrados que llevan la investigación judicial desde el viernes último, tras la publicación de la revista, ya que se considera una prueba importante, además de el contenido del Juicio Diocesano iniciado en 1992 por el entonces arzobispo de Paraná, monseñor Estanislao Esteban Karlic, actual cardenal de la Santa Sede y escondido durante dos décadas.
La presentación del escrito se produjo poco después de una reunión mantenida por los presbíteros –quienes son de una nueva generación, que ronda entre los 35 y 40 años- con el propio Maulión, quien no ocultó su sorpresa al enterarse de lo que le contaban respecto al accionar de Ilarraz. “A mi monseñor Karlic nunca me dijo nada de esto, cuando hizo el traspaso del mando”, respondió sorprendido Maulión, actualmente jubilado y con residencia en Rosario, quien quedó al frente del Arzobispado de Paraná en el 2003.
En la carta de los curas –todos ellos en funciones en diferentes barrios de Paraná y en localidades vecinas- se le indicaba a Maulión: “Nuestra preocupación es doble. Por un lado, el hecho de que el padre Ilarraz continúe ejerciendo el ministerio sacerdotal, sin que se le haya aplicado ninguna sanción canónica ni haya sido convenientemente investigado y juzgado por la autoridad civil. Es un hecho que quien padece pedofilia puede cambiar solo con mucha dificultad. En todo caso –se agregaba- es una imprudencia y así lo confirma la praxis actual de la Iglesia, que siga ejerciendo el ministerio y estando en contacto con fieles, con los cuales puede volver a ocurrir lo mismo que aquí en Paraná”. Los sacerdotes recordaron incluso, en el escrito a Maulión, “las rotundas afirmaciones de Benedicto XVI en su viaje a los Estados Unidos, al decir que no hay lugar en el sacerdocio ni en la vida religiosa, para quienes dañan a los jóvenes”.
Asimismo, expresaron su preocupación por “el hecho de que el silencio de las autoridades eclesiásticas sea interpretado por nuestra feligresía como un acto de encubrimiento o complicidad. Creemos que tarde o temprano el caso va a salir a la luz y tememos por el impacto negativo que pudiera tener para la fe de nuestros creyentes y la confianza que depositan en nosotros. Nos parece que prolongar el silencio, a la larga, pueda dañar mucho más la imagen de la Iglesia en Paraná, que reconocer los sucesos y nuestra parte de responsabilidades en los mismos”.
Más adelante reclamaron a Maulión “una acción que con toda claridad ponga de manifiesto nuestra profunda aversión a lo sucedido, nuestra disponibilidad a que se lleven a cabo las acciones legales pertinentes, tal como lo ha pedido el Santo Padre, en cuanto a que los responsables de estos males deben ser llevados a la Justicia y nuestro sincero empeño en que estos hechos no vuelvan a ocurrir nunca más”.
Maulión se comprometió a adoptar medidas, pero, al parecer, nunca las pudo concretar, ya que se jubiló el 3 de noviembre de 2010, o sea dos meses después de ingresada la carta y fue reemplazado por monseñor Juan Puíggari, quien fuera prefecto del Seminario Mayor entre 1984 y 1992 y no desconocía los hechos, ya que fue él quien receptó la primera denuncia por abuso de menores en el establecimiento religioso.
http://www.analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=171905

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