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EMILIANO ESTABA AMENAZADO Y NO SE SUICIDÓ
según su novia, el testigo clave del triple crimen fue asesinado TRAS SU DECLARACIÓN
María Helena Ripetta
La mujer pide que sea esclarecida la muerte del joven cuyo cadáver apareció en las vías del ferrocarril Urquiza. Avanzan las pericias en la causa a cargo del fiscal Bidone. Habría más detenciones
pierriProtagnistas. Arriba, el abogado querellante Miguel Angel Pierri (izquierda) y el fiscal Juan Bidone (derecha).
Mientras avanzan las pericias en la casa en la cual podrían haber sido ejecutados Sebastián Forza, Leopoldo Bina y Damián Ferrón, siguen declarando los acusados de ser los autores materiales del triple crimen y se esperan más detenciones, crecen las sospechas sobre el trágico final de la vida de Emiliano Nicolás Marcos, el testigo clave de la causa.
“No se suicidó. No estaba deprimido. Tengo cartas de tres días antes diciendo lo contento que estaba porque iba a ser papá”, dijo Natalia, la pareja de Emiliano, quien fue encontrado muerto junto a las vías del tren en Villa del Parque, el último 15 de noviembre.

Natalia, tres días después de la muerte de Emiliano, perdió su embarazo de tres meses y medio. También tuvo un preinfarto. “Todo por esto, por tanta injusticia”, dice a Crítica de la Argentina desde la casa donde vivían juntos desde hacía dos años.

“Esa misma noche habíamos estado con su mamá hasta las cuatro de la mañana festejando el embarazo. Después ella se fue, y él bajó a comprar cigarrillos y no volvió más”, recuerda, y su voz se quiebra al otro lado del teléfono. “Estaba feliz, era un embarazo muy buscado. Él había ido a ver a un especialista para hacer tratamiento porque hacía un año que buscábamos y no quedaba, pero finalmente no fue necesario”, comenta.

Según ella, Emiliano había recibido una amenaza en el teléfono fijo de su casa: “Fue más o menos 15 días antes de que lo mataran. Le dijeron algo y cortó. Para mí, desestimó delante de mí la amenaza para que no me preocupara. No me dejaba salir a la calle porque tenía miedo”.

Emiliano había dejado de trabajar en la farmacia en la que estaba y había decido contarle a la Justicia lo que sabía. “De (Ariel) Vilán me dijo que lo habían matado, que no se había suicidado”, recuerda Natalia, en referencia al otro testigo que once días después de que aparecieron los cuerpos de Forza, Bina y Ferrón cayó desde el balcón del departamento de sus padres. Emiliano le había dicho al abogado Miguel Ángel Pierri que no quería terminar como Vilán, que estaba muy asustado, que él también era testaferro de un empresario farmacéutico. Conocía a Forza y Ferrón, corroboró datos de sus actividades y sus deudas. Y, en un aporte fundamental para el caso, identificó el teléfono del detenido Martín Lanatta.

El 17 de septiembre, Emiliano había cumplido 26 años, su novia le regaló zapatillas, que estrenó recién días antes de morir. Esa noche las llevaba puestas y no tenían ni una mancha. “El certificado de defunción dice politraumatismo con hemorragia interna y externa. Yo lo vi y no tenía nada. No había sangre. Estaba como dormido. Las zapatillas no tenían ni un raspón, tampoco la ropa. No estaba quebrado. Cómo puede ser que lo haya arrollado un tren. Para mí lo mataron y lo tiraron ahí”, dice, sin dudar, Natalia. Emiliano era profesor de educación física y estudiaba bioquímica. “Él era retranquilo. Pero estaba nervioso, muy asustado. Voy a seguir hasta el final para saber quién fue. Yo no tengo más nada. Perdí a mi bebé, perdí a mi pareja. Pero si me llega a pasar algo, ya saben que de quién es la culpa”, advierte Natalia, que recién desde ayer cuenta con custodia. El hombre al que hace referencia aún no está tras las rejas, pero el fiscal Bidone analiza su pedido de detención.

La investigación.
Entre los próximos pedidos de detención, podría estar el del autor intelectual del crimen, quien se sumaría a los ya apresados Martín y Cristian Lanatta, y los también hermanos Víctor y Marcelo Schillaci. En el taller de Cristian en Quilmes, donde se sospecha que las víctimas estuvieron cautivas antes de ser asesinadas, se realizó un peritaje con Luminol y se hallaron rastros que podrían ser de sangre.

Tanto Martín Lanatta y los hermanos Schillaci se declararon inocentes en sus indagatorias. Lanatta admitió conocer a Forza, pero negó haberle vendido efedrina adulterada. Los Schillaci conocían a Forza, pero sólo por cuestiones vinculadas a los autos.

Aníbal Fernández se defiende

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró que no conoce a Martín Lanatta, uno de los detenidos por el triple crimen de General Rodríguez. Asimismo, adelantó que presentará una querella contra dos diputados de la Coalición Cívica que lo vincularon con el sospechoso. Por su parte la fuerza opositora anunció que pedirá el juicio político contra Fernández, por los vínculos entre el oficialismo y empresarios ligados al tráfico de efedrina y a los homicidios de Forza, Ferrón y Bina.

“Juro por mis hijos que no lo conozco, no lo vi en mi vida (...) no es un hombre de participación política, no existe”, manifestó Fernández a Radio Continental.

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