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36economiaeeuuDESPUÉS DE LA TORMENTA, LOS PROBLEMAS SIGUEN EN EE.UU.
Domingo 22 de enero de 2012 | Publicado en edición impresa
Perspectiva global
Por Nouriel Roubini  | Para LA NACION
NUEVA YORK.- Los indicadores macroeconómicos de los Estados Unidos han sido mejores de lo esperado en los últimos meses. La creación de empleo se ha acelerado. Los indicadores de los sectores de manufactura y servicios han mejorado de forma moderada. Incluso la industria de la vivienda ha mostrado algunas señales de vida.
Y el crecimiento del consumo ha sido resistente. Sin embargo, a pesar de los datos favorables, su crecimiento económico seguirá débil y por debajo de la tendencia a lo largo de 2012. ¿Por qué no son creíbles las buenas noticias económicas recientes?
En primer lugar, los consumidores siguen sufriendo problemas de ingresos y están limitados por las deudas. La renta disponible ha crecido modestamente, por los recortes de impuestos y las transferencias. Esto no es sostenible: tarde o temprano será necesario reducir los pagos de transferencias y elevar los impuestos para reducir el déficit fiscal. Los datos de consumo ya se están debilitando en relación con un par de meses atrás.
Al mismo tiempo, el crecimiento del empleo sigue demasiado mediocre como para hacer mella en la tasa de desempleo general y en las rentas del trabajo. El país necesita crear al menos 150.000 puestos por mes de modo constante sólo para estabilizar esa tasa. Más de 40% de los desempleados es ahora de larga duración, lo que reduce sus posibilidades de recuperar un trabajo decente. Incluso las empresas siguen buscando formas de recortar.
El aumento de la desigualdad de los ingresos también limitará el crecimiento del consumo, a medida que las proporciones del ingreso pasen desde quienes muestran una mayor propensión marginal a gastar (trabajadores y los menos ricos) a los que tienen una mayor propensión marginal a ahorrar (empresas corporativas y hogares ricos).
Además, se acabará el rebote reciente en el gasto de inversión (y vivienda), con sombrías perspectivas para este año, a medida que caduquen los beneficios fiscales, las firmas esperen los llamados "riesgos de cola" (sucesos de alto impacto y baja probabilidad), y la insuficiencia de la demanda final mantenga bajos los índices de uso de la capacidad. Y la mayor parte de los gastos de capital seguirá destinándose a tecnologías que ahorran mano de obra.
Al mismo tiempo, incluso tras seis años de recesión en el ámbito de la vivienda, el sector está en estado de coma. La demanda de nuevas casas ha caído un 80% en relación con su máximo y es probable que el ajuste de precios a la baja siga en 2012 mientras la oferta de unidades nuevas y existentes siga excediendo la demanda. Hasta 40% de los hogares con una hipoteca (20 millones) podría terminar con un valor patrimonial negativo en sus casas. Así, es probable que siga el círculo vicioso de las ejecuciones hipotecarias y la baja de precios, y, con tantos hogares tan limitados por falta de crédito, la confianza del consumidor, si bien tendrá cierta mejora, seguirá débil.
Dado el crecimiento anémico de la demanda interna, la única oportunidad de que el país se acerque a su tasa de crecimiento potencial sería reducir su gran déficit comercial. Sin embargo, las exportaciones netas serán un lastre para el crecimiento en 2012, por varias razones:
1) El dólar tendría que debilitarse aún más, algo improbable debido a que muchos bancos centrales siguieron a la Reserva Federal en implementar "flexibilización cuantitativa" adicional, con la probabilidad de que el euro siga bajo presión a la baja y China y otros países emergentes sigan interviniendo para impedir que sus monedas suban muy rápido.
2) El menor crecimiento de muchas economías avanzada significará una menor demanda de exportaciones de los Estados Unidos.
3) Es probable que los precios del petróleo se mantengan elevados, por los riesgos geopolíticos en Medio Oriente, encareciendo la importación energética estadounidense.
4) Habrá una carga fiscal importante en 2012, y el estancamiento político en el período previo a las elecciones presidenciales impedirá a las autoridades hacer frente a los problemas fiscales en el largo plazo.
Teniendo en cuenta la perspectiva a la baja para el crecimiento económico de los Estados Unidos, se espera que la Fed participe en otra ronda de flexibilización cuantitativa. En cualquier caso, la política monetaria puede abordar sólo los problemas de liquidez, y los bancos tienen exceso de reservas. Más importante aún, el país -y otras economías avanzadas- está en un ciclo de desapalancamiento. Una recesión causada por demasiada deuda y apalancamiento requerirá de un largo período de gastar menos y ahorrar más.
Por último, están los riesgos de cola que hacen que los inversores, las empresas y los consumidores se comporten con máxima cautela. Teniendo en cuenta todos estos riesgos, las empresas, los consumidores y los inversores tienen un fuerte incentivo para esperar y hacer poco. El problema es que cuando suficiente gente espera y no actúa, aumentan el mismo riesgo que están tratando de evitar.
80%
Es lo que ha caído la demanda de nuevas casas con respecto a sus niveles máximos; otra señal de que bajarán más los precios.
© Project Syndicate, 2012
El autor preside Roubini Global Economics y es profesor de la Universidad de Nueva York.

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