ITALIA, ENVUELTA EN LA DESCONFIANZA
Domingo 14 de agosto de 2011
El país tiene la mayor deuda en relación con el PBI de Europa, después de Grecia; ya se especula con que subirá la edad de jubilación y aumentará el costo de la salud pública
ROMA.- Mientras siguen las reuniones de emergencia esta semana en oficinas parlamentarias y directorios que están normalmente vacíos en agosto, los italianos parecen haber sido tomados por sorpresa.

Conscientes de que sus finanzas públicas durante mucho tiempo tambalearon sobre un terreno poco firme, están perplejos y apabullados por lo rápido que Italia quedó marcada como el eslabón débil de la zona euro. El miércoles, las acciones en Milán cayeron el 6,6 por ciento.
"Todos sabemos muy bien que la economía italiana está débil", dijo Pietro Scanzano, director de servicios médicos de la agencia nacional de salud de Italia, en la ciudad de Rieti, mientras esperaba un tren en la estación terminal de Roma.
Para muchos italianos, la turbulencia del mercado no refleja la realidad de los dueños de casas, por lo general parsimoniosos, de la tercera economía de la zona euro, después de Alemania y Francia.
"No estamos tan mal", dijo Ferdinando Angelini, un mecánico de máquinas industriales, que vive en Roma. Para Andrea Tomat, presidente de Confindustria, en Venecia, la cámara empresarial de una de las regiones más productivas de Italia, eso no es sorprendente. "Los individuos ven que les va bien en su mundo por lo que tienen una percepción positiva de la vida", dijo. "Mucho antes de la crisis mundial, el crecimiento italiano iba a la zaga de Europa y su deuda estaba por los cielos", dijo Mario Baldasarri, un legislador de oposición, que encabeza el comité de finanzas del Senado.
"Los problemas pueden haber aumentado, pero son los mismos que antes, cuando no había crisis global", agregó.
Los interrogantes sobre la solvencia de Italia, su pesada deuda pública y su estancado crecimiento a lo largo de la última década han sido endémicos en el discurso nacional desde hace años. Representando el 120 por ciento del producto bruto interno, su razón de deuda pública es la segunda entre las más altas de Europa, después de la de Grecia. Mientras tanto, se prevé que el PBI real crecerá sólo el uno por ciento este año, según Eurostat, ente de estadísticas de la Unión Europea.
Los italianos pueden haberse visto sacudidos por las últimas reacciones de los mercados, pero no son ningunos extraños a las caídas económicas.
"Nuestros políticos sólo piensan en sí mismos; no tienen contacto con las necesidades tangibles del país", dijo Sandra Sabatino, viuda que vive en Florencia, que agregó que ella recibe menos de 400 euros por mes, o US$ 569, de la pensión de su marido, luego de que él aportó 40 años.
También hay un comienzo de comprensión de que los logros sociales del período de posguerra, que incluyen el acceso universal a la salud, educación, jubilaciones y otros servicios sociales, tienen costos que quizás ya no se puedan cubrir en el mismo grado. "No hay duda de que este terremoto nos está haciendo considerar cuáles pueden ser nuestras legítimas expectativas para nuestro nivel de vida", dijo Tomat.
La nueva atención puesta en los recursos en baja también provocó un debate sonoro respecto de la financiación de la clase política italiana y sus extensos costos operativos. Eso probablemente tenga influencia en la disposición de los italianos a aceptar las duras medidas, incluidos un aumento de la edad de jubilación y mayores aportes individuales al costo de la salud pública.
Se ha impuesto cierto pragmatismo. El gasto en vacaciones para 2011 ha caído entre el 10 y el 20%, según Tullio Galli, gerente general de Assoturismo, asociación de empresas del rubro. "La gente está asustada y, por lo tanto, lo piensa dos veces antes de hacer las valijas -dijo-. Hasta que no veamos cómo termina la cosa, no habrá mucho entusiasmo por irse de vacaciones."
Traducción de Gabriel Zadunaisky