BERLUSCONI PROTAGONIZÓ OTRO INSÓLITO EXABRUPTO
Viernes 02 de septiembre de 2011
Escucha telefónica / Más problemas para el Premier
En un diálogo con un editor, hizo una crítica descarnada de Italia
ROMA.- En una conversación telefónica del 13 de julio pasado, Silvio Berlusconi le confió a Valter Lavitola -director del diario socialista Avanti, actualmente investigado por presunto chantaje al premier- que estaba cansado de "este país de mierda", del que pensaba irse "dentro de unos meses".

La conversación, de unos 15 minutos, fue interceptada sobre una línea telefónica celular de Panamá, que el mismo Lavitola le habría dado a Berlusconi para evitar ser escuchado por la magistratura, y en ella se discuten diferentes casos judiciales en los que estuvo implicado el primer ministro italiano
Sobre el caso de la presunta asociación ilícita P4, que habría sido integrada por el premier, Berlusconi dijo: "No me puede importar menos este caso, porque soy tan transparente, tan limpio en mis cosas, que no hay nada que me pueda causar molestias ¿comprendes?"
"Yo soy uno que no hace nada que pueda ser visto como un delito, por lo que estoy del todo tranquilo. Todo lo que se puede decir es que cojo. Es la única cosa que se puede decir", siguió.
"Me ponen micrófonos donde quieren, me controlan los llamados telefónicos, no me importa nada de nada, porque yo en unos meses me voy a hacer lo que se me dé la gana en algún otro lado, me voy de este país de mierda, que me da ganas de vomitar. Punto, y se acabó", agregó.
Berlusconi aprovechó la ocasión para criticar a los magistrados que lo investigan. "Lo que me hicieron es una cosa demasiado terrible, demasiado grande: son 25 años de trabajo destruidos", dijo. Y agregó: "Es una cochinada inverosímil".
Lavitola ha sido acusado judicialmente y es objeto de una orden de captura por un asunto de extorsión contra Berlusconi, en el que se lo considera sospechoso junto con el empresario Giampaolo Tarantini, que fue detenido junto con su esposa ayer por la mañana.
Las detenciones revivieron el escándalo de prostitución que dominó los titulares en 2009, cuando Patrizia D'Addario, una acompañante conectada con Tarantini, denunció que le habían pagado para asistir a fiestas en la residencia privada de Berlusconi en Roma. "Se encontraron indicios graves y consistentes de repetidos pagos a la pareja Tarantini de sumas en efectivo y otros beneficios de naturaleza financiera por parte de Silvio Berlusconi", indicó la oficina de los fiscales en un comunicado.
Según la fiscalía de Nápoles, el jefe de gobierno habría dado 500.000 euros y luego sumas menores cada vez para que Tarantini dijera en su proceso que Berlusconi no estaba enterado de que las jóvenes eran pagadas para prostituirse .