BRASIL RECORTA EL PRESUPUESTO DE 2012 EN US$ 32.000 MILLONESJueves 16 de febrero de 2012 | Publicado en edición impresa
Fuerte ajuste en las cuentas
El gobierno procura reducir la deuda pública y cumplir con la meta de déficit fiscal
Por Alberto Armendariz | LA NACION
RIO DE JANEIRO.- Ante la falta de reactivación de la economía global, el gobierno de Dilma Rousseff anunció ayer un drástico recorte presupuestario de unos 32.000 millones de dólares para reducir la deuda pública y asegurar que Brasil pueda crecer este año a un 4,5%.
El ajuste, que llevará el presupuesto de este año de 866.000 millones a 811.000 millones de reales (de 504.000 millones a 472.000 millones de dólares), es incluso mayor que el establecido por Rousseff al iniciar su mandato, el año pasado, cuando impuso una poda de US$ 30.000 millones para garantizar la austeridad fiscal. La decisión, que fue anunciada por los ministros de Economía, Guido Mantega, y de Planificación, Miriam Belchior, fue tomada un día después de que la presidenta reunió a su gabinete y expresó su preocupación por la situación económica de la Unión Europea.
De todas maneras, Mantega resaltó que el recorte en Brasil tiene carácter preventivo y afirmó que no afectará ni los programas sociales para los sectores más necesitados, como Bolsa Familia y Brasil Sin Miseria, ni los proyectos en desarrollo para el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, ni las obras de infraestructura previstas en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC). Los ministerios que verán más acotado su presupuesto serán principalmente los de Salud, Ciudades y Defensa.
"Esta propuesta da continuidad a la consolidación fiscal, que es diferente al ajuste de varios países europeos, que cortan todo: inversiones, quitan derechos de los trabajadores y, al final, el resultado es la recesión. No es eso lo que estamos haciendo en Brasil. Queremos alcanzar una tasa de crecimiento del 4,5% en 2012, lo que permitirá generar empleos formales", señaló el ministro.
Después de haber expandido su economía un 7,5% en 2010 sin sufrir graves golpes por la crisis de los dos años anteriores, Brasil creció sólo un 3,2% el año pasado y espera acelerar su crecimiento en los próximos dos años, para llegar a un 6% en 2014. Para este año, el equipo económico se puso la meta de alcanzar un superávit primario de 140.000 millones de reales (US$ 81.000 millones), para reducir el déficit público al 1,2% del PBI, disminuir las presiones inflacionarias (hoy en torno del 7%), y abrir margen para una mayor rebaja de las tasas de interés, que pese a haber bajado a 10,5% siguen siendo de las más altas del mundo.
"Será privilegiada la inversión pública y privada, pues el aumento de las inversiones es la locomotora del crecimiento de Brasil. Habrá también un refuerzo de los programas sociales que aumentan la renta de la población. No es un ajuste clásico, conservador, que ya fue hecho en Brasil en el pasado. Vamos a continuar haciendo contención de gastos para viabilizar más recursos para inversiones y programas sociales", prometió Mantega.
Los recortes se harán especialmente en gastos discrecionales de los ministerios, así como en viáticos y pasajes aéreos. "Estamos preservando las prioridades del gobierno", apuntó la ministra Belchior al hacer hincapié en la preservación de la inversión social. Esa fue la máxima directiva que dio la presidenta Rousseff a su gabinete a la hora de analizar un mayor ajuste, como precaución frente al impacto de la crisis europea y la lenta recuperación de Estados Unidos.
"Hago votos para que Europa encuentre el camino del crecimiento económico fundamental para el bienestar de los pueblos europeos y también para evitar que las repercusiones negativas de la crisis perjudiquen los esfuerzos de desarrollo de otras regiones del mundo", había señalado la mandataria durante la reunión de gabinete del martes.
En ese mismo encuentro, Rousseff, que en los últimos nueve meses se desprendió de siete ministros acusados de corrupción, afirmó que será "obsesiva" en la calidad de gestión -impulsa un plan de rendición de cuentas por Internet, en tiempo real, para toda la administración pública-, y advirtió que no tolerará gastos extras de los partidos que componen la base aliada del gobierno.
El ajuste, que llevará el presupuesto de este año de 866.000 millones a 811.000 millones de reales (de 504.000 millones a 472.000 millones de dólares), es incluso mayor que el establecido por Rousseff al iniciar su mandato, el año pasado, cuando impuso una poda de US$ 30.000 millones para garantizar la austeridad fiscal. La decisión, que fue anunciada por los ministros de Economía, Guido Mantega, y de Planificación, Miriam Belchior, fue tomada un día después de que la presidenta reunió a su gabinete y expresó su preocupación por la situación económica de la Unión Europea.
De todas maneras, Mantega resaltó que el recorte en Brasil tiene carácter preventivo y afirmó que no afectará ni los programas sociales para los sectores más necesitados, como Bolsa Familia y Brasil Sin Miseria, ni los proyectos en desarrollo para el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, ni las obras de infraestructura previstas en el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC). Los ministerios que verán más acotado su presupuesto serán principalmente los de Salud, Ciudades y Defensa.
"Esta propuesta da continuidad a la consolidación fiscal, que es diferente al ajuste de varios países europeos, que cortan todo: inversiones, quitan derechos de los trabajadores y, al final, el resultado es la recesión. No es eso lo que estamos haciendo en Brasil. Queremos alcanzar una tasa de crecimiento del 4,5% en 2012, lo que permitirá generar empleos formales", señaló el ministro.
Después de haber expandido su economía un 7,5% en 2010 sin sufrir graves golpes por la crisis de los dos años anteriores, Brasil creció sólo un 3,2% el año pasado y espera acelerar su crecimiento en los próximos dos años, para llegar a un 6% en 2014. Para este año, el equipo económico se puso la meta de alcanzar un superávit primario de 140.000 millones de reales (US$ 81.000 millones), para reducir el déficit público al 1,2% del PBI, disminuir las presiones inflacionarias (hoy en torno del 7%), y abrir margen para una mayor rebaja de las tasas de interés, que pese a haber bajado a 10,5% siguen siendo de las más altas del mundo.
"Será privilegiada la inversión pública y privada, pues el aumento de las inversiones es la locomotora del crecimiento de Brasil. Habrá también un refuerzo de los programas sociales que aumentan la renta de la población. No es un ajuste clásico, conservador, que ya fue hecho en Brasil en el pasado. Vamos a continuar haciendo contención de gastos para viabilizar más recursos para inversiones y programas sociales", prometió Mantega.
Los recortes se harán especialmente en gastos discrecionales de los ministerios, así como en viáticos y pasajes aéreos. "Estamos preservando las prioridades del gobierno", apuntó la ministra Belchior al hacer hincapié en la preservación de la inversión social. Esa fue la máxima directiva que dio la presidenta Rousseff a su gabinete a la hora de analizar un mayor ajuste, como precaución frente al impacto de la crisis europea y la lenta recuperación de Estados Unidos.
"Hago votos para que Europa encuentre el camino del crecimiento económico fundamental para el bienestar de los pueblos europeos y también para evitar que las repercusiones negativas de la crisis perjudiquen los esfuerzos de desarrollo de otras regiones del mundo", había señalado la mandataria durante la reunión de gabinete del martes.
En ese mismo encuentro, Rousseff, que en los últimos nueve meses se desprendió de siete ministros acusados de corrupción, afirmó que será "obsesiva" en la calidad de gestión -impulsa un plan de rendición de cuentas por Internet, en tiempo real, para toda la administración pública-, y advirtió que no tolerará gastos extras de los partidos que componen la base aliada del gobierno.
http://www.lanacion.com.ar/1449086-brasil-recorta-el-presupuesto-de-2012-en-us-32000-millones