REVELAN UN PLAN PARA SECUESTRAR AL HIJO DE LULARIO DE JANEIRO (De nuestro corresponsal).- Uno de los narcotraficantes más conocidos de Brasil, Luiz Fernando da Costa, alias "Fernandinho Beira-Mar", planeó hace tres años secuestrar a uno de los hijos del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva, reveló ayer el diario Folha de S. Paulo .
Según documentos de la investigación de la policía federal obtenidos por el periódico, el ex líder de la banda Comando Vermelho -en la cárcel desde 2002- ordenó a sus secuaces a fines de 2007 el seguimiento constante de Luiz Claudio da Silva, conocido como "Lulinha", uno de los hijos de Lula. Su intención era tomarlo como rehén y canjear su liberación por la de otros narcos detenidos.
El grupo de acción del Comando Vermelho contaba incluso con el apoyo del Primeiro Comando da Capital (PCC), la organización criminal más grande de San Pablo, que había aceptado participar del secuestro para luego exigir también que fuera liberado su líder encarcelado, Marcos Hebas Camacho, alias "Marcola".
El complot fue denunciado a las autoridades por el narco colombiano Juan Carlos Abadía, uno de sus compañeros de reclusión en el penal de máxima seguridad de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso do Sul.
Abadía, que fue sometido con éxito a un detector de mentiras para confirmar que no se trataba de una trampa para los agentes federales, había aceptado formar parte del plan aportando unos 500.000 dólares para financiar la operación, que sería ejecutada por otros miembros del Comando Vermelho, que tiene su base en las favelas de Río de Janeiro.
De acuerdo con los documentos revelados, las fuerzas federales lograron infiltrar a un agente entre los cómplices de "Fernandinho Beira-Mar" y desbarataron el plan. La banda tenía en su poder más de 200 fotografías de seguimiento de "Lulinha" y pensaba actuar a mediados de 2008.
Por ese entonces, el hijo del ex mandatario trabajaba como auxiliar del entrenador físico del equipo de fútbol Palmeiras, en San Pablo.
Por su parte, Abadía había negociado con las autoridades brasileñas delatar a su compañero a cambio de que su esposa, presa en una cárcel de San Pablo, fuera trasladada a una prisión más cercana a la suya. Sin embargo, eso no ocurrió y Abadía fue extraditado en 2008 a Estados Unidos.
Si bien el secuestro nunca se concretó, "Fernandinho Beira-Mar" y sus cómplices serán juzgados por planear el delito, informó Folha .
Por otro lado, la Procuraduría Federal brasileña anunció ayer que está investigando varias amenazas de muerte a la nueva presidenta del país, Dilma Rousseff, que fueron realizadas a través de la red social Twitter.
"Ha llegado el momento de balear a Dilma, de la misma manera que balearon a JFK", señalaba uno de los mensajes, en referencia al presidente estadounidense John F. Kennedy, asesinado en 1963.
La mayor parte de los mensajes fueron emitidos el sábado pasado, cuando Rousseff asumió el poder como la primera presidenta de Brasil. "¿Hay algún francotirador online ?", preguntaba otro de los mensajes, escrito en momentos en que la mandataria dejaba el Congreso en un Rolls-Royce descapotable junto con su hija, camino al Palacio de Planalto.
"Si la Procuraduría lo considera necesario, la policía federal también ayudará en las investigaciones", destacó el diputado federal Florisvaldo Fier, que recordó que, según la Constitución brasileña, la incitación a la violencia es considerada un crimen.
Miércoles 5 de enero de 2011
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