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15mensajesEl crimen de un juez en México que investigaba a narcos debería hacernos comprender que la Argentina no está lejos de ese infierno tan temido
MARTES 25 DE OCTUBRE DE 2016
Las amenazas del narcotráfico han proliferado con mayor intensidad en los últimos tiempos, no sólo en nuestro país, sino también en el exterior. Sus brutales actos de violencia apuntan a enviar mensajes intimidatorios y así obtener sus oscuros objetivos, que se extienden a todos los poderes del Estado.

En la reciente 72» Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), llevada a cabo en la Ciudad de México, se denunció que en lo que va del año han sido asesinados 12 periodistas en el continente, siete de ellos en México. Desde 2000, ya suman 118 los periodistas asesinados y 20 los desaparecidos en el país azteca. El narcotráfico ha estado presente en una muy importante cantidad de esos casos, ya que no puede permitir que sus delitos sean investigados y conocidos por la opinión pública.
También en México, hace pocos días, el juez federal Vicente Antonio Bermúdez Zacarías, que instruía casos vinculados con poderosos capos de la droga, fue asesinado de un tiro en la cabeza mientras hacía ejercicio en una zona próxima a su domicilio, en el área metropolitana de la capital mexicana. El magistrado, de 37 años, había salido de su casa para ir a correr cuando un hombre se le acercó por la espalda, le disparó en la nuca y huyó, como se puede ver en la secuencia fotográfica que acompaña esta columna editorial, tomada de una cámara de seguridad. Cualquier atentado contra un juez es un ataque contra las instituciones, vulnera el Estado de Derecho y constituye un mensaje intimidatorio para el resto de los jueces que juzgan a criminales peligrosos.
Nuestro país no ha sido ajeno a estas intimidaciones. La más reciente tuvo como objetivo el Tribunal Oral Federal N° 3 de San Martín, provincia de Buenos Aires, que fue incendiado intencionalmente con claros mensajes cuyos destinatarios fueron la gobernadora María Eugenia Vidal y la propia Justicia. "Vidal, andate de San Martín", fue el texto que se encontró confeccionado con letras de titulares de revistas. Más abajo había un dibujo de un revólver recortado y la palabra "droga". El incendio provocó la destrucción de expedientes sensibles en casos de tráfico de drogas y secuestros, entre otros. Sobre el particular, el juez de la Corte Suprema Horacio Rosatti advirtió acertadamente que el incendio del tribunal de San Martín es "un ataque institucional a los tres poderes del Estado" y alertó que "se empieza por los edificios y se sigue con las personas".
El narcotráfico es una de las tantas formas de la delincuencia. Sin embargo, por reunir características muy especiales, se hace menester enfocarlo dentro de una visión muy particular, toda vez que intenta disputarle el poder al Estado. Además, constituye un obstáculo para la democracia y representa una amenaza clara a la estabilidad y la seguridad, así como al desarrollo económico y social. En definitiva, el narcotráfico impone por la fuerza sus códigos mafiosos y decide quién vive y quién muere.
Como hemos señalado más de una vez en este espacio editorial, nuestro país ha ofrecido en los últimos años las principales condiciones que permiten el avance del narcotráfico. Entre ellas, instituciones débiles, impunidad y una sociedad que por momentos parece adormecida ante este flagelo, además de una llamativa demora para encarar una lucha frontal y decidida contra esta forma de delito.
Las crudas imágenes sobre el asesinato de un juez mexicano por un sicario deberían persuadirnos a todos, y de manera especial a las autoridades de los tres poderes del Estado argentino, de entender que no estamos muy lejos de ese infierno tan temido. Será necesario convertir la lucha contra el narcotráfico en una política de Estado, antes de que sea demasiado tarde.
Fuente:

http://www.lanacion.com.ar/1950097-los-brutales-mensajes-del-narcotrafico

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