19/10/17, 11:12 BUENOS AIRES, octubre 19:
El lobby del funcionario nacional no es un mecanismo novedoso, todo lo contrario, las mafias enquistadas en el país lo utilizan para favorecer sus intereses, más allá del gobierno de turno. De Cristóbal López al ex CEO de Pegasus, el poder detrás del poder no entiende de ideologías, sólo de negocios.
Si alguien hizo que el escándalo de Farmacity se masificara, además de la movilización farmacéutica, ese fue Jorge Asís, el escritor y periodista que a través de su columna en el programa televisivo Animales Sueltos alertó casi en soledad sobre el intento de la cadena de desembarcar en la provincia de Buenos Aires, a través del lobby que ejerce Mario Quintana en la Corte Suprema de Justicia nacional. Los dardos de Asís siempre apuntaron al ex CEO del grupo Pegasus y su rol en el gobierno nacional, en el marco de un año electoral, que hace que estos temas tengan lugar en la agenda mediática. Detrás de esto, un modus operandi que trasciende un gobierno o un sector político: las mafias instaladas en el abrigo del poder, que aprovechan su poder para hacer negocios. A diferencia de otros momentos, en este caso lo que está en juego es la salud de los habitantes bonaerenses.
“Está Quintana del otro lado, que le sonaron los teléfonos, que tiene que ver ‘quintanita’ con Cristóbal López”, le dio el pié televisivo Alejandro Fantino a Asís, casi al cierre de su columna de ayer miércoles. Durante la charla había adelantado la comparación, entre quien fue unos de los empresarios más beneficiados por la gestión anterior –hoy caído en desgracia –y quien es señalado como integrante de la “mesa chica” del poder macrista, que toma todas las decisiones, las económicas y las políticas. “En el mejor momento de Néstor Kirchner, Cristóbal López quería avanzar con el juego en la provincia de Buenos Aires, y hacer en el hipódromo de San Isidro lo que hizo en Palermo. No pudo hacerlo, hubo un lobby muy importante del juego que no le permitió hacerlo. En el mejor momento de Macri, Quintana quiere llegar con Farmacity a la provincia de Buenos Aires”, analizó Asís, descubriendo este mecanismo que no entiende de ideologías.
Es que hace un tiempo que en muchos sectores se empezó a aceptar que el verdadero poder no está en quién ocupe el sillón de Rivadavia. Algunos lo llaman “el círculo rojo”, en referencia a quienes desde las sombras deciden los destinos del país. En este caso, las similitudes del caso López y el de Quintana tienen que ver como un sistema acostumbrado a llevarse puesta la institucionalidad –con sus leyes incluidas –en torno a sus intereses. “Estamos hablando de allegados al presidente y una intención de llegar al mismo territorio”, agregó Asís, además recordó como fue el final de aquella intentona, y cómo puede terminar esta. “Así como Cristóbal López se cruzó con alguna gente que le sacó una ‘tarjeta roja’ y le puso un parate, Quintana se encuentra con la señora Isabel Reinoso, la gran caudilla del farmacéutico de la provincia de Buenos Aires que están más cruzados que los mapuches contra Farmacity”, disparó el analista.
Lo que muestran estos dos ejemplos es que las mafias enquistadas en el poder no saben de ideología, ni de gobiernos, y que operan de igual manera, ya sea en un espacio autodenominado “nacional o popular” o en otro que se titula “liberal”. No importa la orientación política, este mecanismo funciona más allá de las buenas o malas intenciones. Están siempre, a la espera que los vientos públicos los ayuden. Un buen ejemplo de esto es el fallo que esta semana favoreció al propio Quintana, acusado por “tráfico de influencias” por la contratación de un estudio jurídico en Estados Unidos en el que trabaja su hermano Norberto. Según Portal de Noticias, el juez federal Sebastián Ramos sobreseyó al vicejefe de Gabinete en una causa en la que era investigado por presunta “negociación incompatible” con la función pública. Es por la contratación del estudio Holland & Knight LLP, con sede en Nueva York, en el que es socio su hermano Norberto Quintana para que “coloque bonos de deuda en seis emisiones de distintas provincias argentinas”. Para el juez Ramos no había suficientes elementos de prueba para avanzar en la causa, y resolvió “sobreseer” a Quintana,.
Este fallo “a medida” muestra cómo el poder detrás del poder utiliza todos sus recursos para imponer su voluntad. No importan quién gobierne. Esto pone en dimensiones del enemigo que se enfrentan los farmacéuticos bonaerenses y todos los ciudadanos de la provincia, que se movilizaron masivamente con el apoyo de profesionales y entidades sociales y sanitarias. Pero ni la ley a favor pone a salvo a las farmacias del avance de estos poderes. La salud de millones de bonaerenses está en medio de esta disputa, un motivo muy importante para sostener esta pelea. Porque a los poderes ocultos poco les importa esta u otras razones. Ya sean medicamentos, apuestas u obras públicas. Las ganancias son su único horizonte. No importan quien se ponga enfrente, o en la Casa Rosada.
FUENTE:https://miradaprofesional.com/ampliarpagina.php?id=49176